Los números que evidencian la asfixia de Ayuso a la universidad pública: "El PP lo concibe como un negocio"

La universidades públicas de la Comunidad de Madrid fueron a la huelga el pasado 28 de abril a pesar del apagón que dejó sin tendido eléctrico a toda España y Portugal. Hasta el momento del histórico hito, incluso un poco después del comienzo del mismo, alumnado y profesorado de toda la comunidad educativa mantuvieron el cierre lectivo y las protestas en la calle. Tras encerrarse algunos de sus compañeros días antes, miles de estudiantes y docentes se reunieron fuera y dentro de las aulas en forma de pasacalles, concentraciones o asambleas para organizarse contra el plan privatizador del gobierno de la Comunidad de Madrid; medidas cuya base legal se encuentran en la futura ley educativa que el Ejecutivo de la Puerta de Sol tiene sobre la mesa y que, en la práctica, aseguran los damnificados, recortará la financiación y, en definitiva, la autonomía universitaria. Puntos más polémicos de la nueva ley Entre los puntos más polémicas del borrador del texto, que se filtró, la comunidad educativa ponía el foco en el hecho de que las universidades pasaran a catalogarse "Centros de Enseñanza Superior", la financiación externa y en base a los objetivos, las facilidades de los centros privados y el peso de las compañías y de la región misma en las decisiones de los Consejos Sociales universitarios. Pero los y las universitarias tienen más motivos para ir a la huelga y mantener la queja en la calle y otros espacios de debate, siendo uno de ellos la infrafinanciación; también la que proviene de las transferencias corrientes. En este sentido, Madrid es la comunidad que menos dinero destina a la universidad pública pese a ser la región más rica de España y mantener un discurso alineado con esos números. No obstante, las cifras son distintas y las mejoras muy escasas, también en lo que se refiere a este tipo de financiación en la que Madrid invierte 5.467 euros por alumno, quedando así a la cola también en un apartado que resulta crucial para el futuro de este servicio público. Es cierto que las protestas están dando sus frutos, pero aún y con ello el resultado final queda lejos del que se espera de una comunidad como Madrid, que tiene más dinero que sus homólogas a pesar de las constantes quejas de Ayuso en este sentido, con la que obvia igualmente que es más barato ofrecer una buena enseñanza a un alumno de las grandes capitales que de una pequeña. Esto último es porque en los grados sin experimentalidad -aquellas que no tienen laboratorios, prácticas o salidas al campo- cuesta muy similar un grupo de 25 alumnos que uno de 40. Una prueba de que la protesta sirve es que el equipo de la presidenta ha subido al cantidad destinado a las transferencia corrientes en un 4,2% o, lo que es lo mismo; 43,7 millones de euros. La cantidad es notablemente superior a la que planteó en un primer momento la región (0,9%), si bien sigue siendo escasa. El resultado de estos...

May 9, 2025 - 06:14
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Los números que evidencian la asfixia de Ayuso a la universidad pública: "El PP lo concibe como un negocio"
La universidades públicas de la Comunidad de Madrid fueron a la huelga el pasado 28 de abril a pesar del apagón que dejó sin tendido eléctrico a toda España y Portugal. Hasta el momento del histórico hito, incluso un poco después del comienzo del mismo, alumnado y profesorado de toda la comunidad educativa mantuvieron el cierre lectivo y las protestas en la calle. Tras encerrarse algunos de sus compañeros días antes, miles de estudiantes y docentes se reunieron fuera y dentro de las aulas en forma de pasacalles, concentraciones o asambleas para organizarse contra el plan privatizador del gobierno de la Comunidad de Madrid; medidas cuya base legal se encuentran en la futura ley educativa que el Ejecutivo de la Puerta de Sol tiene sobre la mesa y que, en la práctica, aseguran los damnificados, recortará la financiación y, en definitiva, la autonomía universitaria. Puntos más polémicos de la nueva ley Entre los puntos más polémicas del borrador del texto, que se filtró, la comunidad educativa ponía el foco en el hecho de que las universidades pasaran a catalogarse "Centros de Enseñanza Superior", la financiación externa y en base a los objetivos, las facilidades de los centros privados y el peso de las compañías y de la región misma en las decisiones de los Consejos Sociales universitarios. Pero los y las universitarias tienen más motivos para ir a la huelga y mantener la queja en la calle y otros espacios de debate, siendo uno de ellos la infrafinanciación; también la que proviene de las transferencias corrientes. En este sentido, Madrid es la comunidad que menos dinero destina a la universidad pública pese a ser la región más rica de España y mantener un discurso alineado con esos números. No obstante, las cifras son distintas y las mejoras muy escasas, también en lo que se refiere a este tipo de financiación en la que Madrid invierte 5.467 euros por alumno, quedando así a la cola también en un apartado que resulta crucial para el futuro de este servicio público. Es cierto que las protestas están dando sus frutos, pero aún y con ello el resultado final queda lejos del que se espera de una comunidad como Madrid, que tiene más dinero que sus homólogas a pesar de las constantes quejas de Ayuso en este sentido, con la que obvia igualmente que es más barato ofrecer una buena enseñanza a un alumno de las grandes capitales que de una pequeña. Esto último es porque en los grados sin experimentalidad -aquellas que no tienen laboratorios, prácticas o salidas al campo- cuesta muy similar un grupo de 25 alumnos que uno de 40. Una prueba de que la protesta sirve es que el equipo de la presidenta ha subido al cantidad destinado a las transferencia corrientes en un 4,2% o, lo que es lo mismo; 43,7 millones de euros. La cantidad es notablemente superior a la que planteó en un primer momento la región (0,9%), si bien sigue siendo escasa. El resultado de estos...