Los cuatro productos que debes evitar para reducir el riesgo de cáncer, según una médico de Harvard, y cómo sustituirlos
“Veo cada vez a más gente de 30 y 40 años diagnosticada con cáncer que hace diez años”, advierte la médico Trisha Pasricha, profesora de medicina en la Facultad de Medicina de Harvard. Es una observación que coincide con las cifras que apuntan al aumento de casos de esta enfermedad en franjas de población cada vez más joven, que los expertos vinculan con los hábitos de vida. La buena noticia es que con pequeños cambios en la dieta se puede reducir considerablemente el riesgo de desarrollar varios de los tipos de cáncer más comunes en la población general. “Tenemos poder sobre ciertos factores de riesgo”, afirma Pasricha en una de sus colaboraciones habituales con The Washington Post, donde ejerce como columnista y consultora en temáticas de salud. Aunque hay más de 200 tipos de cáncer y sus causas son multifactoriales, con la genética jugando un papel inevitable, sí está en nuestra mano prevenir la enfermedad a través de nuestro estilo de vida, como no fumar, practicar actividad física diaria, evitar el alcohol o llevar una dieta equilibrada. Y con simples cambios en la alimentación diaria ya podemos reducir en gran medida ese riesgo, evitando cuatro productos de consumo habitual y sustituyéndolos por alternativas más saludables. Concretamente, son cuatro cambios los que la médico Pasricha recomienda a todo el mundo, sea cual sea su edad. Cereales refinados. Los granos, cereales y harinas refinadas no son malos per se; el problema es cuando la dieta se basa únicamente en estos, y deja de lado las versiones integrales, que deberían ser prioritarias en la dieta habitual. Los alimentos integrales reducen el riesgo de cáncer de una manera similar a las frutas y verduras, pues aportan fibra, antioxidantes, minerales y otros micronutrientes que potencian sus beneficios. Además, incrementan la saciedad y reducen el azúcar en sangre, lo que puede ayudar a evitar el sobrepeso, otro factor de riesgo de cáncer. Bebidas azucaradas. Fundamentalmente refrescos, que son el consumo mayoritario, como las bebidas de cola y semejantes, pero también las energéticas, zumos y néctares, cafés y tés fríos, etc. Consumir bebidas azucaradas a diario o con mucha frecuencia desde la adolescencia o juventud incrementa el riesgo de desarrollar cáncer colorrectal en un 32%. La alternativa más saludable para refrescarse, aparte del agua mineral, es el agua con gas. Carne roja y carne procesada. La doctora indica que cambiar la típica hamburguesa o perrito caliente del fin de semana por un plato de pescado reduce el riesgo de múltiples tipos de cáncer: páncreas, mama, colon... Puedes sustituir un chuletón de carne roja fácilmente por una receta de salmón a la plancha, pero también puedes hacer versiones marineras de platos cárnicos que suelen ser poco saludables, como unos tacos de merluza, o una hamburguesa de salmón. En Directo al Paladar Así es como una buena dieta puede ayudar a prevenir el cáncer (aunque nunca va a curarlo) Cócteles con alcohol. Las bebidas alcohólicas se deben evitar en general, pero la médico destaca especialmente los cócteles y combinados con licores. El gran problema que tienen es que, en un contexto de ocio, se suelen tomar varias copas, lo que multiplica el riesgo de la enfermedad, especialmente de cáncer de mama en mujeres. La alternativa es sencilla, cócteles sin alcohol, optando en la medida de lo posible por versiones sin azúcar añadido. Imágenes | Freepik/bearfotos/stockking En DAP | Sabíamos que los omega 3 y omega 6 son buenos para el corazón. Ahora un estudio sugiere que también protegen contra el cáncer En DAP | Una dieta vegetariana disminuye el riesgo de cáncer (pero también comer carne solo cinco veces a la semana), según un nuevo estudio - La noticia Los cuatro productos que debes evitar para reducir el riesgo de cáncer, según una médico de Harvard, y cómo sustituirlos fue publicada originalmente en Directo al Paladar por Liliana Fuchs .

“Veo cada vez a más gente de 30 y 40 años diagnosticada con cáncer que hace diez años”, advierte la médico Trisha Pasricha, profesora de medicina en la Facultad de Medicina de Harvard. Es una observación que coincide con las cifras que apuntan al aumento de casos de esta enfermedad en franjas de población cada vez más joven, que los expertos vinculan con los hábitos de vida. La buena noticia es que con pequeños cambios en la dieta se puede reducir considerablemente el riesgo de desarrollar varios de los tipos de cáncer más comunes en la población general.
“Tenemos poder sobre ciertos factores de riesgo”, afirma Pasricha en una de sus colaboraciones habituales con The Washington Post, donde ejerce como columnista y consultora en temáticas de salud. Aunque hay más de 200 tipos de cáncer y sus causas son multifactoriales, con la genética jugando un papel inevitable, sí está en nuestra mano prevenir la enfermedad a través de nuestro estilo de vida, como no fumar, practicar actividad física diaria, evitar el alcohol o llevar una dieta equilibrada.
Y con simples cambios en la alimentación diaria ya podemos reducir en gran medida ese riesgo, evitando cuatro productos de consumo habitual y sustituyéndolos por alternativas más saludables. Concretamente, son cuatro cambios los que la médico Pasricha recomienda a todo el mundo, sea cual sea su edad.
Cereales refinados. Los granos, cereales y harinas refinadas no son malos per se; el problema es cuando la dieta se basa únicamente en estos, y deja de lado las versiones integrales, que deberían ser prioritarias en la dieta habitual. Los alimentos integrales reducen el riesgo de cáncer de una manera similar a las frutas y verduras, pues aportan fibra, antioxidantes, minerales y otros micronutrientes que potencian sus beneficios. Además, incrementan la saciedad y reducen el azúcar en sangre, lo que puede ayudar a evitar el sobrepeso, otro factor de riesgo de cáncer.

Bebidas azucaradas. Fundamentalmente refrescos, que son el consumo mayoritario, como las bebidas de cola y semejantes, pero también las energéticas, zumos y néctares, cafés y tés fríos, etc. Consumir bebidas azucaradas a diario o con mucha frecuencia desde la adolescencia o juventud incrementa el riesgo de desarrollar cáncer colorrectal en un 32%. La alternativa más saludable para refrescarse, aparte del agua mineral, es el agua con gas.
Carne roja y carne procesada. La doctora indica que cambiar la típica hamburguesa o perrito caliente del fin de semana por un plato de pescado reduce el riesgo de múltiples tipos de cáncer: páncreas, mama, colon... Puedes sustituir un chuletón de carne roja fácilmente por una receta de salmón a la plancha, pero también puedes hacer versiones marineras de platos cárnicos que suelen ser poco saludables, como unos tacos de merluza, o una hamburguesa de salmón.
Cócteles con alcohol. Las bebidas alcohólicas se deben evitar en general, pero la médico destaca especialmente los cócteles y combinados con licores. El gran problema que tienen es que, en un contexto de ocio, se suelen tomar varias copas, lo que multiplica el riesgo de la enfermedad, especialmente de cáncer de mama en mujeres. La alternativa es sencilla, cócteles sin alcohol, optando en la medida de lo posible por versiones sin azúcar añadido.
Imágenes | Freepik/bearfotos/stockking
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Los cuatro productos que debes evitar para reducir el riesgo de cáncer, según una médico de Harvard, y cómo sustituirlos
fue publicada originalmente en
Directo al Paladar
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Liliana Fuchs
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