Le gatilló a un hombre en el pecho y a otro, en la cabeza, pero los disparos no salieron
El hecho ocurrió en un bar de Floresta, donde el agresor, de nacionalidad peruana, tuvo un entredicho con las víctimas; le dictaron la prisión preventiva
La Justicia porteña dictó la prisión preventiva de un peruano de 39 años que, luego de sostener un entredicho con un grupo de personas en la puerta de un bar del barrio de Floresta, intentó asesinar a tiros a dos de ellos y luego amenazó al personal del establecimiento.
La medida fue dispuesta por el Juzgado N°18 en respuesta a la solicitud de la Unidad de Flagrancia (UFLA) Oeste, según informó el Ministerio Público Fiscal de la Ciudad.
El hecho ocurrió la madrugada del 4 de mayo, cuando tras una discusión con un grupo de amigos que se encontraba frente a un bar de Floresta, el imputado se retiró diciéndoles “ahora van a ver, voy a traer mi fierro y les voy a pegar un tiro en la pierna a cada uno”.
Cumplió la primera parte de la amenazas: regresó con un revólver y les dijo “¿Ahora quién es el que manda?”. Inmediatamente, empujó a uno de los damnificados, sacó desde su cintura el arma, le apoyó el cañón de la misma en el pecho y gatilló, sin lograr disparar. Luego se acercó a otro de ellos, le apuntó directamente a la cabeza y volvió a gatillar, y la bala tampoco se disparó pese a estar el revólver cargado.
Posteriormente, los tres agredidos salieron corriendo, y el agresor los persiguió, continuó apuntándoles e intentando dispararles. Las víctimas se escondieron detrás de un tacho de basura a unas cuadras del bar, desde donde uno llamó al 911 en dos ocasiones.
Tras unos momentos, se cruzó al bar y amenazó a los empleados de seguridad al extraer y exhibirles de manera intimidante el revólver que llevaba. Al notar las luces de un patrullero que se acercaba, alertado por un llamado al 911, intentó huir dejando la pistola en la ventana del local, pero fue demorado por personal policial que llegó al lugar.
Luego de que el personal policial se comunicara con la Fiscalía, la Unidad de Flagrancia Oeste dispuso la detención del demorado y el secuestro del arma –un revólver Jaguar calibre .22 LR- para la realización del peritaje y un relevamiento de cámaras y testigos de los sucesos.
Al día siguiente, tras un análisis del registro de los llamados al 911 y las declaraciones de los damnificados y testigos de la situación, la UFLA Oeste lo imputó por tentativa de homicidio doble, amenazas y portación de arma de fuego sin autorización.
Finalmente, en la audiencia con el Juzgado la UFLA solicitó la prisión preventiva mientras dure el proceso en su contra, lo cual fue aceptado y dispuesto por el juez Ricardo F. Baldomar, al considerar su situación migratoria como irregular desde 2011 y de esta manera entenderla como falta de arraigo.