Lanzó el Ozempic nacional 80% más barato y asegura ser una rueda de auxilio para el sistema de salud
Elea acaba de lanzar el Ozempic 100% fabricado en la Argentina, para la diabetes y la obesidad, y lo vende a un precio 80% inferior al importado. La compañía de las familias Sigman, Gold y Sieleki, está comandada por su CEO Gustavo Pelizzari, que asegura que este medicamento se convertirá en uno de los más importantes para la compañía.

Elea acaba de lanzar el medicamento estrella del momento en el mundo, para la diabetes y la obesidad, fabricado 100% en la Argentina y lo vende a un precio 80% inferior al importado. La compañía de las familias Sigman, Gold y Sieleki, está comandada por su CEO Gustavo Pelizzari, que asegura que este medicamento se convertirá en uno de los más importantes para la compañía.
Pelizzari adelantó a El Cronista que está comenzando a construir una nueva planta con una inversión de u$s 30 millones en la Argentina, para fabricar medicamentos de principio a fin sin depender, ni siquiera en una pequeña proporción, de terceros.
El ejecutivo prevé volver a crecer este año, luego de que en 2024, cuando el mercado cayó mas de 15 puntos, Elea creció casi 4%. "Soy un defensor de que Argentina levante la vara regulatoria porque permite tener productos de mejor calidad y nos deje a todos en igualdad de condiciones", dijo el ejecutivo que entre las desregulaciones que se impusieron en el sector, apoya la creación de la Agencia de Evaluación de Financiamiento de Tecnologías Sanitarias pero no se suma a la posibilidad de ofrecer en kioscos y supermercados los medicamentos de venta libre que fabrica, aun cuando su competencia más fuerte ya inició ese mecanismo.
Entrevista exclusiva a Gustavo Pelizzari, CEO de Laboratorio Elea
-Arrancaron el año con lanzamientos que realmente van a cambiar el mercado en el país.
Si. Arrancamos un año muy fuerte, con los tres lanzamientos mas importantes en el primer trimestre. Somos la primera compañía a nivel del mundo que está lanzando primero el pembrolizumab y ahora la semaglutida. Lanzamos el Pembrolizumab (Pembrox) en enero, que es el producto más grande de Argentina. A fin del año pasado, lanzamos la semaglutida (Dutide) oral que se empezó a jugar fuerte este año a partir de enero y ahora estamos lanzando el inyectable. Son las dos drogas más grandes del mundo que están arriba de los 20 billones.
El pembrolizumab era un producto que en la Argentina era de MSD, que vendía unos u$s 350 millones netas en Argentina. Nosotros ya tenemos casi el 50% de share en tres meses y el mercado ha bajado a u$s 150 millones. O sea, el precio bajó a la mitad. Esto va a generar más acceso, va a crecer el número de unidades pero no va a llegar a los u$s 300 millones. Creemos que vamos a tener un share de 60% a 70% de este mercado y podemos facturar unos u$s 100 millones. Es realmente significativo para un producto. Sería uno de los productos más importantes de la compañía.
-¿Quién lo paga, financiadores privados y públicos?
Es un producto oncológico, entonces el paciente no paga nada. Hay cobertura ya sea el Estado nacional, a través de unas compras que hace entidades autárquicas como el PAMI o Estados provinciales con las obras sociales provinciales y también prepagas.
Por eso considero que es una rueda de auxilio al sistema. El pembrolizumab estaba insumiendo el 5% del gasto de medicamentos de productos de alto costo al sistema. Ahora, esto le va a permitir al sistema tener más pacientes cubiertos gastando la mitad. También es importante para el país porque nosotros lo hacemos íntegramente en Argentina, desde la droga hasta el inyectable. No tiene nada de componente importado. En cambio, el otro producto es 100% importado. Hay un ahorro en divisas por lo menos de u$s 300 millones. Gustavo Pelizzari, CEO de Laboratorio Elea
-¿Implicó una inversión adicional?
Sí. Hace más de 10 años estamos trabajando en el producto. La inversión solamente en el estudio clínico está arriba de los u$s 30 millones. Es carísima la inversión porque gran parte de la inversión es la compra del producto original, que tengo que probar contra el mío.
-Igual, es mucho menor que crear un original.
Obviamente que el esfuerzo, el estudio clínico, es mucho más grande del innovador, pero por eso tiene 20 años para regular la plata y ganar mucho. Nosotros salimos ahora al mercado porque no hay patente. Nuestra inversión es enorme en nuestro estudio clínico y es a riesgo. Ya tuvimos con otros productos la guerra de competencia, que ganamos porque demostramos que el producto funciona exactamente igual. El médico la acepta y el financiador la paga.
-¿Y los precios?
En los últimos años, las compañías han invertido mucho en productos de alto costo, en que se llaman enfermedades catastróficas. La gente cada vez vive más tomando medicamentos ultra caros, de ultra alto costo y por mucho tiempo, se transforma como una enfermedad crónica. Eso provoca que esté colapsando el sistema. Nosotros venimos con una opción biosimilar, con un ahorro significativo en precio. Como compañía aspiramos a que se extienda el acceso. Estamos convencidos que este producto por lo menos se va a duplicar el uso, porque estaba retenido por un tema de costos.
-¿Y con el famoso Ozempic?
Lanzamos la semaglutida, que es la versión oral de Ozenpik, de Novo Nordiks, que es un producto para diabetes, principalmente tipo 2, que tiene muchos efectos favorables para ayudar a reducir el peso. En Argentina el 12% de la población tiene diabetes, de esos 60% tienen obesidad. Es enorme. Estamos convencidos que con este producto podemos ayudar a eliminar la obesidad en los pacientes diabéticos. Esta medicación también va a ayudar a bajar el colesterol, los triglicéridos, va a mejorar toda la salud. En mayo lanzamos el inyectable, con un ahorro para el sistema de 80%. Vamos a salir al 20% del precio de Novo Nordisk. El mercado debería expandirse porque la molécula es muy buena y los financiadores, que ahora son reticentes a financiar a $600.000 porque tienen opciones de otras drogas que no tienen el beneficio de la reducción de peso pero sí que te controlan la diabetes, no te lo dan. Entonces, ¿quién está teniendo acceso a estos medicamentos? Gente que tiene dinero, básicamente. Ahora, a este nivel de precios que traemos, el financiador lo va a incluir porque se va a ahorrar dinero en estatinas, en sartanes, se va a ahorrar dinero en otras drogas que no van a ser necesarias. Es revolucionario, no hay ningún país del mundo que esté haciendo esto.
-¿Van a exportarlo?
Ya estamos exportando y muy pronto el pembrolizumap va a ser un negocio de exportación importante, está en el proceso de registro.
-¿Se hicieron esos tres lanzamientos casi juntos por alguna razón?
-A nosotros nos diferencia del resto de los laboratorios que lanzamos unos 20 productos promedio por año, eso es inédito. Son productos tanto de venta libre, productos ambulatorios y productos de alto costo. Tenemos más de 110 personas trabajando en desarrollo.
-En términos de facturación, ¿cómo se coloca Elea en el ranking de laboratorios más grandes?
-Es el laboratorio individual más grande de Argentina. Y creo que se puede dar algo inédito que es que en las tres grandes divisiones que tiene el mercado (venta libre, con receta por la farmacia y productos especiales de alto costo que no van por la farmacia nosotros hacemos podio -top tres-. En algunos lideramos. Por lo general, multinacional hace podio solamente en el en alto costo y las nacionales hacen podio solo en los productos por farmacias.
-¿La diversificación los hace más eficientes?
A nivel de eficiencia industrial, somos una compañía muy difícil de gestionar porque tenemos 200 productos. Todo el tiempo incorporamos productos y los desarrollamos. De hecho, muchas de nuestras marcas son mucho más conocidas que el laboratorio. La eficiencia industrial es un gran desafío por tener tantos productos y más que nosotros invertimos mucho en planta y tratamos de fabricarnos nosotros mismos, todo. Tercerizamos parte pero lo menos que podemos. También te hace un laboratorio a nivel estratégico, mucho menos vulnerable. Yo no tengo un producto que me modifica todo. Si cambia la regulación con algunos productos, perderé el 0,5% de la venta. Nos hacen mucho menos vulnerable y también muy bien preparados para competir en cualquier entorno.
Si el entorno competitivo viene para lado de los productos de venta libre, nosotros estamos con un pie fuerte en venta libre. Si va para el lado de genéricos, tenemos una fábrica espectacular en la que podemos ser buenos fabricantes.
-¿Ser tan grandes no los hace menos dinámicos para adaptarte a los cambios?
Si, seguramente se pierde flexibilidad pero aunque somos una empresa 100% profesionalizada, no dejamos ser una empresa familiar. Nuestro proceso decisorio es muy corto. Tenemos contacto con los accionistas de forma diaria casi. Y cuando uno va con un planteo razonable, teniendo claro lo que quiere hacer, cómo va a medir, hay mucha autonomía. El proceso decisorio es una reunión. No tengo que pasar del comité del comité.
-Y los accionistas son conocidos.
-Son conocidos y conocen. Tenemos la suerte de que los accionistas tienen otros negocios que quizás hasta son más rentables y más grandes que el negocio farmacéutico, pero les gusta este negocio. Ponen mucha energía.
-El año pasado el mercado de medicamentos cayó casi 20%, ¿cómo le fue a la compañía en general?
La compañía viene positiva en los balances. El año pasado el mercado cayó y muchos colegas prefirieron esperar y nosotros decidimos lanzar 20 productos. En un mercado que cayó unos 15 puntos, nosotros crecimos casi 4%. Entonces, en términos relativos, crecimos. Fuimos a contramano aunque hubo riesgos. Ahí es cuando se ven los accionistas valientes.
-¿Qué ventajas tiene ser un laboratorio nacional?
Se tiene una visión de largo plazo. Podrá pasar algún año complejo pero el país va a seguir estando, pase lo que pase en un año. Vamos a poner muchísimo más esfuerzo para dar la vuelta. No vamos a permitir que un negocio no ande bien acá. Quizás en otro país se insiste unos años hasta que decide no poner más energía. Por eso es importante que las accionistas sean personas que le guste el negocio y que sean del país. Se defienden mejor las inversiones. Estoy seguro que muchas inversiones que hicimos acá en la planta que es espectacular, la más moderna en Latinoamérica, a lo mejor había lugares mejores, en términos económicos, para hacerla que en Argentina. Quizás con menos costo y más ayudas.
-¿Cómo están financieramente?
-No tenemos 1 peso de deuda, todo es capital propio y reinversión de utilidades. Yo no pago dividendos. Por eso podemos invertir tanto de forma muy sana. A los accionistas les gusta trabajar de esta manera. Prefieren crecer con lo que tienen y no apalancarse. Eso puede ser discutido pero como no tengo una exigencia de pagar dividendos, tengo recursos suficientes como para poder invertir.
-¿Cómo afrontaron hasta ahora las inversiones con las dificultades hasta ahora del acceso a dólares?
Tuvimos un montón de dificultades y ahí nos ayudaron muchísimo los accionistas. Como ellos tienen negocios fuera de Argentina, ponían garantías. Todo el equipamiento de esta planta es europeo. Por más que Elea es un laboratorio importante de Argentina, el proveedor alemán de la máquina que cuesta 2 millones de euros, si no le pagaba no me la mandaba. También teníamos una reputación de haber cubierto siempre y que cuando las situaciones de tipo de cambio permitían, lo primero que hacíamos era pagar. Así y todo la obra estuvo en producción unos meses después de lo que debería haber estado por estas dificultades. No solamente por el equipo, después había dificultades para pagar repuestos. Lo supimos capear.
-¿Cuánto invertirán este año?
Este año invertiremos casi u$s 20 millones pero el proyecto total son u$s 30 y dura unos 18 meses.El año pasado, en inversión industrial hemos invertido en el orden de los u$s 15 millones. Fue chica en comparación con otros años porque se hizo para terminar partes de equipamiento de esta planta. Las obras grandes las tuvimos los años anteriores. En esta planta, en los últimos cuatro años, hemos invertido más de u$s 80 millones. Ahora estamos haciendo la planta nueva. Todavía nos queda un 10% más o menos de la producción en terceros. Pero yo no quiero tener dependencia de terceros y además porque los márgenes cada vez son más chicos, los precios son cada vez más bajos, entonces tenemos que tener costos más eficientes. Es para internalizar producción. Además de esta planta para medicamentos, estamos haciendo también una planta para suplementos. En Argentina, por una norma regulatoria no se pueden hacer en la misma planta. La estamos haciendo en el mismo lugar donde hoy se hace investigación y desarrollo. Este año estamos también haciendo una inversión fuerte en tecnología para ser más eficiente en el uso del equipamiento industrial.
En el grupo sí tenemos planta en varios países. En Uruguay, por ejemplo, tenemos dos plantas muy buenas. Hacemos ahí hormonales y productos oncológicos sólidos orales que son muy sofisticados y ya estaba la planta. Aparte de que el gobierno uruguayo, obviamente ayudan muchísimo a que se radiquen inversiones.
-¿En la Argentina está cambiando acá el clima de negocios?
Hay más libertad para hacer negocios y está bueno. Como compañía, es suficiente que no me estorben mas que que me ayuden. No quiero que se metan con regulaciones en el negocio, que inventa gente que no tiene ni idea. Ayuda no necesitamos. Tenemos un desarrollo de negocio privado, exportamos a más de 40 países. Eso quiere decir que sabemos competir en en todos los entornos. Acá no hay ningún incentivo a la inversión, todas estas inversiones que hacemos es con capital propio, no hay amortización acelerada, no hay ningún subsidio de nada. Al contrario, hay impuestos municipales y tasa de locos. No hay ningún incentivo cuando se contrata gente.
"Tenemos un desarrollo de negocio privado, exportamos a más de 40 países. Eso quiere decir que sabemos competir en en todos los entornos"
-¿Cómo se logra la competitividad entonces?
A mi me tocó gestionar en muchos países. Este grupo tiene planta en India y en otros lugares y sé los costos de cada lugar, las ayudas financieras, la ayuda de impuestos que te dan. Acá no solamente que no te ayuda nadie, sino que tenemos retención. Los medicamentos tienen una retención cuando exportas aunque sea chiquita.
-Pero dinero se gana.
Claro. Estoy haciendo una inversión y una apuesta, no es una ONG. El mercado de Ozempic hoy en Argentina es de 400.000 unidades año a unos $600 000. Yo creo que este es un mercado que, si uno le da acceso a la gente, tiene que ser de 3 millones de unidades. Lo tengo que construir, me puede ir mal. Pero yo creo que lo voy a construir, que voy a generar una marca. Entonces, de entrada no voy a ganar porque voy a tener un precio muy bajo y pocas unidades pero yo estoy convencido que como el producto es tan bueno, no va a tener contra. Los médicos van a estar a favor, el paciente va a estar a favor y el financiador también. Somos una compañía industrial. Yo quiero ganar plata con volumen. Somos una compañía que invierte para bajar costos, ser competitiva y lograr acceso.
-¿Qué es lo que tiene más peso en el negocio?
En facturación, cerca de 40% es del negocio que se vende con receta por farmacia, 20% el negocio OTC, el de venta libre, y 40% el negocio de alto costo. En unidades es 55% del negocio de OTC y 45% el resto. Está muy equilibrado.
-¿Crecerá este año?
-El año pasado, el mercado llegó a caer 20 puntos, enorme. Nosotros, crecimos 1%. No caímos en unidades. Quiere decir que crecimos en market share, muchísimo. Tuvimos una política superagresiva de dar descuentos al consumidor para que pueda acceder, como se hace en mercado de consumo masivo. Bajamos rentabilidad, pero dijimos "Es una crisis. Estamos acá para mucho tiempo. Lo que tenemos que hacer es mantener nuestras ventas". Queremos que el paciente siga teniendo acceso porque en algún momento el mercado se va a componer y vamos a poder bajar el nivel de descuento. Ahora, el mercado con respecto al año pasado se está recuperando casi en un 10% en el primer trimestre. Todavía está por debajo de 2023. Nosotros somos de las compañías de Argentina la que mejor evoluciona. Estamos evolucionando muy por arriba de lo que evoluciona el mercado.
-¿Y en exportaciones?
Más o menos el año pasado hicimos unos u$s 13 millones. Este año deberíamos hacer mínimo u$s 15 millones. Veníamos de hace 5 años, u$s 2 millones. El negocio de exportación no crece más rápido por los tiempos regulatorios. Va a ser un crecimiento exponencial, vas vendiendo a medida que vas aprobando productos. Exportamos menos del 5% de la producción. El 95% del resultado de Elea hoy depende de cómo le vaya Argentina.
-¿Qué es lo que más afecta más como variable macro?
-Obviamente la inflación a nosotros nos pega porque si el mercado está recesivo y hay inflación porque no se puede trasladar precios. Entonces, la inflación es importante y los costos nuestros locales están inflacionados 100%. Nuestro convenio de industria ajusta por inflación. Entonces, nuestros costos siguen en inflación. Tenemos más o menos un 30% de los costos que están dolarizados. En el último año que el dólar se mantuvo estable fue muy bueno. Por lo menos te hizo previsible y la inflación a la baja es muy positivo. Se va a ir ajustando el poder adquisitivo y para nosotros fundamental porque si la gente no tiene dinero tampoco tiene dinero para comprar medicamentos
-¿Cómo evolucionarán los precios?
Los medicamentos desde hace ya más de 12 meses ya sea de venta libre o de venta bajo receta están evolucionando muy por debajo la inflación, casi a mitad de la inflación. Eso tampoco es sostenible. Eso se hizo para atenuar la caída.
-¿Qué opina de la creación de la nueva Agencia evaluadora de medicamentos?
Sin saber los detalles todavía, me parece positivo, porque va a haber un organismo con expertise en analizar un producto realmente y y meter en juego la variable costo o beneficio. Es fundamental que un país lo haga. Pasar que un medicamento que es excepcional, pero que te atiende 100 personas, quita la financiación de 2 millones de diabéticos. No estoy exagerando. Entonces, un Estado tiene la responsabilidad de velar por la mayor parte de la población. Entonces, después hay que ver cómo lo arman esto. Si tiene un criterio realmente científico que ven si hay una innovación real es positivo. En Argentina hay productos aprobados innovadores que todavía no tuvieron el estudio clínico y que llevan una parte del presupuesto enorme porque hay que cubrirlos si no llenan de amparos, juicios.
Acá hay productos que se cubren que en Europa no se cubren, y somos más pobres. Si algún producto entra en Argentina por lo menos debería tener aprobación en varios países. No la aprobación de un solo lugar donde se aprobó para 10 pacientes. Eso debería evaluar la Agencia. Debería evaluar qué beneficio tiene y cuánto cuesta. A lo mejor se puede negociar el precio. Los países serios lo tienen.
-¿Puede bloquear la llegada de medicamentos?
Eso es un mensaje que dicen algunas multinacionales que no quieren mayores análisis. Pero si un laboratorio tiene un producto que demuestra que da beneficios a un montón de pacientes, por qué no se va a aprobar. El tema es que hoy no hay filtro y te rompe el sistema. Los productos para enfermedades huérfanas o raras, a lo mejor hay cinco pacientes que se llevan el 20% del presupuesto en salud. Lo que está pasando es insostenible.
-¿Cuál es la diferencia de precios nacionales versus extranjeros?
Como mínimo es entre 30% y 40% más bajo. Cuando se vence la patente, salen nacionales más baratos. A veces el medicamento original importado viene subiendo los precios y cuando cae la patente y ven que entran locales, bajan 50% los precios. Yo confío porque en que vendo igual, incluso con el mismo precio porque también los financiadores se preguntan por qué los estuvieron matando con el precio tanto tiempo. El sistema no se puede financiar así como está. Hay una idea de que la gente no paga los productos de alto costo porque los paga un financiador cualquiera. Cada vez se trae a la Argentina medicamentos que en otros lados no hay.
-¿Se va a sumar a la venta de medicamentos en kioscos?
Me parece que suena facilitador para el consumidor y seguro se vendería más, pero es riesgoso. Hay muchos detalles en la venta que deben considerarse, no pueden estar por encima de los 25 grados. Ya pasó y había productos robados, falsificados y piratas del asfalto. Nosotros no vamos a entrar aunque sí ya nos lo están pidiendo. Pero hasta que no me garanticen que está perfecto el sistema, yo no entro. Las marcas son mi activo más importante. Si un kiosco lo tiene al sol y se calienta el aluminio, el producto puede desarrollar impurezas y te va a hacer mal. Y a quién va a reclamar el paciente. A mí. En otros países se venden en supermercados o estaciones de servicio pero están separados, controlados. Se necesita es la garantía de que no va a hacer un problema.
-¿Afecta no entrar en ese sistema?
Y si, si crece la venta en kioscos y me hace un daño como compañía tendré que evaluar costo beneficio a ver como aseguro que la calidad del producto llegue bien.
-¿Hay otras nuevas regulaciones que lo impactan fuerte?
Soy un defensor de que la Argentina levante la vara regulatoria, eso permite tener productos de mejor calidad y nos deja a todos en igualdad de condiciones.