Lancia Ypsilon Ibrida: aire fresco

El modelo italiano comparte plataforma, componentes y motores con Opel Corsa y Peugeot 208, pero los sirve en una fórmula poco vista y mejorada en algunos aspectos La llegada del Lancia Ypsilon, en una nueva configuración que nada tiene que ver con la que conocimos hasta 2017 (en España), ha traído una bocanada de aire fresco a un mercado marcado por la uniformidad. Si por un lado las carrocerías SUV se han vuelto omnipresentes, por otro las formas de los coches son cada vez más parecidas unas a otras, y en este contexto una rareza como el Ypsilon no puede sino ser bienvenida. Tan diferente es el modelo italiano de todo lo que se vende hoy que un profano jamás pensaría que es primo hermano de un Opel Corsa o un Peugeot 208 y que, de hecho, los tres se producen en la misma planta, la de Stellantis en Figueruelas (Zaragoza). A nuestro juicio, el hecho de ser distinto debería jugar a su favor comercialmente, máxime en un mundo donde tanto se aprecia la identidad y un mercado -el del automóvil- en que la personalización es un valor al alza, pero esto es algo que solo el tiempo dirá. En la estética exterior del Ypsilon destacan dos aspectos principales: en el frontal, las luces diurnas en forma de calice; atrás, las ópticas redondas inspiradas en las del mítico Lancia Stratos. Y por dentro, lo distintivo es el empleo de materiales y colores cálidos (así el tono menta que puedes ver en las imágenes) junto con detalles que se salen de lo corriente. Detalle de las ópticas traseras, deudoras de las del Lancia Stratos. Por ejemplo, el tavolino, una especie de mesa de centro situada en la base del salpicadero, no es tal vez la mejor solución en términos de aprovechamiento del espacio interior, pero propone algo diferente, además de permitir depositar y cargar el móvil o encajar una tablet. Eso sí, la superficie que no está destinada a la recarga carece de un material rugoso que impida que el teléfono o cualquier otro objeto salgan despedidos al frenar o tomar una curva. Tampoco es buena la ubicación de las tomas USB, justamente bajo la mesita y en una zona de muy difícil acceso. Hemos probado en estos días el Ypsilon en su variante de hibridación ligera, y nos ha dejado una impresión aún más grata que en las dos ocasiones en que pudimos conducirlo previamente. Una vez más, nos ha llamado la atención la pisada de coche grande que muestra un modelo que mide solo 4,07 metros de largo y no deja de ser un utilitario del segmento B. A este aplomo contribuye sin duda que Lancia haya ensanchado la plataforma común a Corsa, 208 e Ypsilon, en concreto 3,4 centímetros (2,4 cm respecto a la que usa el 208 más deportivo, el GT). Puesto de conducción, con el 'tavolino' en la parte inferior del salpicadero. La noble rodadura del italiano se complementa con un ajuste de las suspensiones que prima el confort de rodadura y con una dirección notablemente precisa, sin llegar a

May 4, 2025 - 23:43
 0
Lancia Ypsilon Ibrida: aire fresco

Lancia Ypsilon Ibrida: aire fresco

El modelo italiano comparte plataforma, componentes y motores con Opel Corsa y Peugeot 208, pero los sirve en una fórmula poco vista y mejorada en algunos aspectos

La llegada del Lancia Ypsilon, en una nueva configuración que nada tiene que ver con la que conocimos hasta 2017 (en España), ha traído una bocanada de aire fresco a un mercado marcado por la uniformidad. Si por un lado las carrocerías SUV se han vuelto omnipresentes, por otro las formas de los coches son cada vez más parecidas unas a otras, y en este contexto una rareza como el Ypsilon no puede sino ser bienvenida.

Tan diferente es el modelo italiano de todo lo que se vende hoy que un profano jamás pensaría que es primo hermano de un Opel Corsa o un Peugeot 208 y que, de hecho, los tres se producen en la misma planta, la de Stellantis en Figueruelas (Zaragoza). A nuestro juicio, el hecho de ser distinto debería jugar a su favor comercialmente, máxime en un mundo donde tanto se aprecia la identidad y un mercado -el del automóvil- en que la personalización es un valor al alza, pero esto es algo que solo el tiempo dirá.

En la estética exterior del Ypsilon destacan dos aspectos principales: en el frontal, las luces diurnas en forma de calice; atrás, las ópticas redondas inspiradas en las del mítico Lancia Stratos. Y por dentro, lo distintivo es el empleo de materiales y colores cálidos (así el tono menta que puedes ver en las imágenes) junto con detalles que se salen de lo corriente.

Detalle de las ópticas traseras, deudoras de las del Lancia Stratos.

Por ejemplo, el tavolino, una especie de mesa de centro situada en la base del salpicadero, no es tal vez la mejor solución en términos de aprovechamiento del espacio interior, pero propone algo diferente, además de permitir depositar y cargar el móvil o encajar una tablet. Eso sí, la superficie que no está destinada a la recarga carece de un material rugoso que impida que el teléfono o cualquier otro objeto salgan despedidos al frenar o tomar una curva. Tampoco es buena la ubicación de las tomas USB, justamente bajo la mesita y en una zona de muy difícil acceso.

Hemos probado en estos días el Ypsilon en su variante de hibridación ligera, y nos ha dejado una impresión aún más grata que en las dos ocasiones en que pudimos conducirlo previamente. Una vez más, nos ha llamado la atención la pisada de coche grande que muestra un modelo que mide solo 4,07 metros de largo y no deja de ser un utilitario del segmento B. A este aplomo contribuye sin duda que Lancia haya ensanchado la plataforma común a Corsa, 208 e Ypsilon, en concreto 3,4 centímetros (2,4 cm respecto a la que usa el 208 más deportivo, el GT).

Puesto de conducción, con el 'tavolino' en la parte inferior del salpicadero.

La noble rodadura del italiano se complementa con un ajuste de las suspensiones que prima el confort de rodadura y con una dirección notablemente precisa, sin llegar a ser muy directa. No estamos ante un modelo de inspiración deportiva como la que se espera de otra marca hermana como Alfa Romeo, pero sí presenta un acertado equilibrio entre comodidad y dinamismo en su comportamiento.

Menos es más

Entendemos que este carácter más tranquilo subyace también a la decisión del grupo Stellantis de equipar al Ypsilon con el motor mild hybrid menos potente de los dos disponibles. Recordemos que la nueva homologación que anticipa la futura norma Euro 7 otorga ahora 110 caballos al que antes declaraba 100, mientras que las versiones de 136 CV pasan a tener 145 al sumarse el empuje conjunto de sus motores eléctrico y de combustión.

La cuestión es que, con sus 100 o 110 caballos, el Ypsilon Ibrida -como se conoce a efectos comerciales- proporciona una respuesta ágil y briosa, además de permitir aventurarse en carretera con comodidad, aspecto este último que recalcamos porque los asientos del coche nos han parecido mejor armados que la mayoría de los de este segmento.

Detalles de acabado en el extremo derecho del salpicadero.

Tan satisfactoria es la respuesta del sistema de impulsión que tal vez no merecería la pena ofrecer su variante más potente, en el sentido de que la mejora de prestaciones podría no compensar el incremento de consumo. No podemos saberlo a ciencia cierta, como es obvio, sino solo anotar aquí que en nuestro recorrido habitual hemos gastado 5,5 litros/100 km de media, cifra lejana de los 4,5 de la prueba de homologación pero reseñable para un vehículo que, fuera de entornos urbanos donde su parte eléctrica gana protagonismo, utiliza un motor de gasolina para desplazarse.

Como ya hemos explicado en bastantes ocasiones, el sistema de hibridación ligera del que tratamos combina un propulsor térmico de 1,2 litros y 101 CV con otro eléctrico de 21 kW emplazado en el eje delantero y alimentado por una pequeña batería de menos de 1 kW. Al estar integrado en la transmisión, automática de seis velocidades, el motor eléctrico es capaz de impulsar el coche en determinadas condiciones, sobre todo a baja velocidad.

Vista lateral y trasera del Ypsilon en versión 'mild hybrid'.

El Ypsilon Ibrida está a la venta en acabado básico por 24.000 euros y por 27.000 en el más completo, llamado LX, tarifas que son unos 1.800 más caras que las un Corsa o 208 equivalentes. Cada quien decidirá, llegado el caso, si merece la pena el desembolso extra, aunque ya hemos detallado en el texto que el modelo de Lancia aporta cosas diferentes que pueden ser del agrado de muchos si se conceden la oportunidad de conocerlo. En versión eléctrica pura, de 156 CV y unos 425 kilómetros de autonomía, el coche está disponible desde 34.500 euros antes de ayudas.

Este sitio utiliza cookies. Al continuar navegando por el sitio, usted acepta nuestro uso de cookies.