Jules Koundé (26 años) es un excelente defensa. Es un portento físico por su potencia y por su resistencia, además de ser un jugador polivalente porque, siendo central, se ha adaptado perfectamente a las labores de lateral, destacando incluso por sus pases de gol y sus llegadas al área rival. Sin embargo, tiene un defecto, carencia o como quieran llamarle: a veces peca de impuntualidad. Y eso, a ojos de
Hansi Flick, es un pecado casi mortal. El entrenador siempre acaba perdonando a Koundé, pero ya van tres veces en que retrasos del francés en día de partido (
Alavés,
Espanyol y
Rayo Vallecano) le han costado la titularidad. Luego siempre ha acabado saliendo en la segunda parte y, al siguiente partido, ha recuperado su puesto en el once inicial, pero no deja de ser una mancha en su hoja de servicios y un perjuicio para el Barça dado que
Flick es inflexible en ese aspecto.
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