La preciosa ciudad del norte de Portugal que tiene la iglesia con los rosetones más grandes de la península ibérica
Esta localidad ubicada a apenas una hora de Oporto nos espera con su patrimonio arquitectónico único, sus tradiciones centenarias y una rica gastronomía donde el bacalao no falta.

Portugal esconde infinidad de tesoros en su bellísimo territorio, de frondosas montañas a playas salvajes, de vibrantes ciudades a pueblos que parecen anclados en el tiempo. El país vecino se presenta como el destino perfecto para una escapada viajera desde España que satisfará todos los gustos.
Quienes estén en busca de una joya escondida con la que adentrarse de lleno de la cultura lusa, la encontrarán en la preciosa ciudad de Viana do Castelo, una de las más bonitas del norte del país. Esta localidad costera aúna tradición, arte e historia entre las aguas del Atlántico y el estuario del río Limia.
Tradición pesquera entre el Atlántico y el río Limia
Ubicada a menos de una hora de Oporto, las tierras donde a día de hoy se encuentra la ciudad de Viana do Castelo ya estaban habitadas desde el mesolítico, tal y como evidencian los restos encontrados en el Monte de Santa Luzia. La Edad Media fue una época de esplendor para la localidad, cuando se convirtió en un importante punto para el comercio marítimo bajo el nombre de Viana da Foz do Lima.
Siglos después, en el año 1848, se elevó la categoría de la villa a ciudad, ya con el nombre de Viana do Castelo. Con el paso del tiempo su conexión con el mar y su tradición pesquera no se ha perdido, de hecho, desde el siglo XX es uno de los principales puertos pesqueros del bacalao portugués. Además de sus espectaculares paisajes marítimos, la naturaleza del municipio también incluye escarpados montes y frondosos bosques.
Qué ver en Viana do Castelo
Viana do Castelo está dominada por el imponente Monte de Santa Luzia, que nos regala unas vistas impresionantes la ciudad, el mar y a la desembocadura del río Limia. Además, en lo alto se alza el Templo del Sagrado Corazón de Jesús (1904 - 1959), una construcción del arquitecto Ventura Terra. Levantada bajo un estilo de inspiración románico-bizantino e integrada en la arquitectura historicista, cuenta con los rosetones más grandes de la Península Ibérica y los segundos más grandes de Europa. Hasta aquí se puede llegar en funicular, en coche o por las escalinatas.
El siguiente paso en la visita a la localidad es explorar su precioso casco histórico, repleto de palacios blasonados, iglesias, conventos y fuentes que le otorgan un carácter único. Dentro de ese patrimonio arquitectónico, destacan el santuario barroco de Nuestra Señora de la Agonía; la Catedral, de estilo románico, y la Praça da República, que además de ser el corazón de la urbe, está flanqueada por el edificio de la Misericordia (siglo XVI) y la antigua Casa consistorial.
Por otro lado, para sumergirnos de lleno en la cultura y la tradición de Viana do Castelo, nada mejor que visitar sus interesantes museos. El Museo del Traje expone trajes regionales y nos permite apreciar la tradicional técnica de la filigrana de oro, mientras que en el Museo de Arte y Arqueología podremos ver la típica loza de Viana.