La increíble transformación de Toxii Danielle, la tatuadora que se extirpó la nariz y se implantó cuernos

Toxii Danielle es una de las tatuadoras más conocidas en redes sociales. Aunque, no solo destaca por su trabajo, sino por cómo es ella físicamente. Y es que con el paso de los años ha transformado su cuerpo al completo. Desde quitarse la nariz a implantarse cuernos, pasando por tatuajes en los ojos y la lengua, Toxii ha cambiado por completo su aspecto.

Todo comenzó en 2021, cuando a sus 31 empezó a hacerse todo tipo de modificaciones. La joven, que ya era una gran amante del mundo del tatuaje, comenzó a hacerse cada vez cambios más radicales. Prueba de ello es su cuenta de Instagram.

Y es que a pesar de no tener imágenes de su "antes", sí que conserva recuerdos de su pasado. Así, donde antes cumplía con todos los cánones de belleza establecidos, poco a poco comenzó su metamorfosis. Cambió sus ojos azules por lentillas negras y se tintó la esclerótica del ojo en un tono oscuro.

En su búsqueda por su propia identidad, no solo optó por tatuajes blackout por todo su pecho, sino que también se realizó todo tipo de modificaciones en la cara. En un primer momento, se implantó unos cuernos en la frente, pero la cosa no quedó ahí.

Poco después sorprendía a sus seguidores con una lengua viperina en un llamativo color negro y se sometió a una operación para quitarse la nariz. "Soy la primera mujer en el mundo que se ha hecho una extirpación de nariz", aseguró en su perfil de Instagram muy orgullosa con su decisión.

Así, para finalizar, en 2024 decidió operarse las orejas para cambiar su forma y, por último, tatuarlas de negro. Desde entonces, no ha dejado de hacerse tatuajes y priercings, con los que no podría estar más contenta.

"Me gusta ser imperfecta y creo que las imperfecciones te hacen única", destacó en una entrevista. Sin embargo, también hay detalles que no le gustan, como así confesó en The Sun. Porque, como así ha confesado, guarda aún su nariz en un tarro, algo que a no todo el mundo parece gustarle.

"Tengo todas las partes de mi cuerpo guardadas en pequeños tarros. A veces la gente tiene miedo", se lamentó al recordar los comentarios negativos que suele recibir en redes sociales. Aunque esto no le ha parado en su sueño por seguir cambiado porque, como ha confesado, "quedan mucho por hacer".