La Fundación Barrié exhibirá 75 obras para redescubrir a Fernando Álvarez de Sotomayor
La Fundación Barrié conmemora los 150 años del nacimiento del pintor Fernando Álvarez de Sotomayor (Ferrol, 1875 - Madrid, 1960) con una gran exposición que abrirá sus puertas en octubre e invitará a redescubrir al célebre retratista gallego mediante un cuidado recorrido por su obra. Serán 75 piezas –pinturas en su mayoría, fotografías y documentos– procedentes de importantes colecciones institucionales y privadas de España, Chile, Italia y Francia que se exhibirán en la sede de la ciudad herculina, entre el 10 de octubre y el 11 de enero de 2026. La exposición ofrecerá una panorámica completa de la trayectoria del pintor ferrolano. Será un recorrido cronológico que abordará todos sus periodos creativos, desde sus primeras obras hasta su evolución tras la Guerra Civil, con una selección de obras que atiende a su calidad y relevancia, destacan desde la Fundación. Con especial énfasis en el retrato, que será la base tras el primer grupo de la muestra: para Sotomayor, este fue un género apreciado en el que prodigó y se sintió especialmente cómodo, dejándose influir por maestros como Velázquez, Van Dyck o los retratistas británicos. Desde Barrié añaden que en cada una de sus piezas «se revela, en su gusto por la naturalidad expresiva, la pincelada larga y la ejecución directa y rápida, su aprecio de las grandes tradiciones pictóricas presentes en el Prado, especialmente las de la pintura española y la flamenca, unido a una voluntad de estilo propia que le hizo destacar entre los artistas de su generación». El otro núcleo será el costumbrismo gallego, con una colección de escenas rurales, marineras y festivas que representan escenas próximas a la geografía natal del ferrolano. Su visión, «vitalista y colorida», se expresa en un estilo que bebe de la tradición flamenca y holandesa, «que conoció de cerca durante sus viajes en la época de pensionado». Y completarán el repertorio otros motivos que trató el artista, como los temas de costumbres en Flandes, la mitología, las visiones de figuras femeninas solitarias en una gama de actitudes y el paisajismo. La dimensión pública de Sotomayor también tendrá su espacio, con referencias a su labor en la organización de exposiciones clave como la de 'Obras maestras del Museo del Prado' (1939) en Ginebra, así como a su dilatada gestión al frente del museo madrileño. Comisariada por Javier Barón, jefe de Pintura del Siglo XIX del Museo del Prado, y con la colaboración del conservador Pedro José Martínez Plaza, la exposición incluirá estudios sobre el artista y cada una de las obras expuestas. Como complemento, la Fundación Barrié organizará una conferencia inaugural, visitas guiadas y talleres didácticos dirigidos a centros escolares de toda Galicia, con el objetivo de acercar a los más jóvenes el legado de Sotomayor. El ferrolano fue uno de los artistas más reconocidos de su generación. Ganó la Primera Medalla en las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes de Madrid (1906) y Barcelona (1907), participó en numerosas muestras internacionales y ocupó cargos clave como director del Museo del Prado y de la Academia de Bellas Artes de San Fernando. También dirigió la Escuela de Arte de Santiago de Chile, país con el que mantuvo fuertes vínculos.
La Fundación Barrié conmemora los 150 años del nacimiento del pintor Fernando Álvarez de Sotomayor (Ferrol, 1875 - Madrid, 1960) con una gran exposición que abrirá sus puertas en octubre e invitará a redescubrir al célebre retratista gallego mediante un cuidado recorrido por su obra. Serán 75 piezas –pinturas en su mayoría, fotografías y documentos– procedentes de importantes colecciones institucionales y privadas de España, Chile, Italia y Francia que se exhibirán en la sede de la ciudad herculina, entre el 10 de octubre y el 11 de enero de 2026. La exposición ofrecerá una panorámica completa de la trayectoria del pintor ferrolano. Será un recorrido cronológico que abordará todos sus periodos creativos, desde sus primeras obras hasta su evolución tras la Guerra Civil, con una selección de obras que atiende a su calidad y relevancia, destacan desde la Fundación. Con especial énfasis en el retrato, que será la base tras el primer grupo de la muestra: para Sotomayor, este fue un género apreciado en el que prodigó y se sintió especialmente cómodo, dejándose influir por maestros como Velázquez, Van Dyck o los retratistas británicos. Desde Barrié añaden que en cada una de sus piezas «se revela, en su gusto por la naturalidad expresiva, la pincelada larga y la ejecución directa y rápida, su aprecio de las grandes tradiciones pictóricas presentes en el Prado, especialmente las de la pintura española y la flamenca, unido a una voluntad de estilo propia que le hizo destacar entre los artistas de su generación». El otro núcleo será el costumbrismo gallego, con una colección de escenas rurales, marineras y festivas que representan escenas próximas a la geografía natal del ferrolano. Su visión, «vitalista y colorida», se expresa en un estilo que bebe de la tradición flamenca y holandesa, «que conoció de cerca durante sus viajes en la época de pensionado». Y completarán el repertorio otros motivos que trató el artista, como los temas de costumbres en Flandes, la mitología, las visiones de figuras femeninas solitarias en una gama de actitudes y el paisajismo. La dimensión pública de Sotomayor también tendrá su espacio, con referencias a su labor en la organización de exposiciones clave como la de 'Obras maestras del Museo del Prado' (1939) en Ginebra, así como a su dilatada gestión al frente del museo madrileño. Comisariada por Javier Barón, jefe de Pintura del Siglo XIX del Museo del Prado, y con la colaboración del conservador Pedro José Martínez Plaza, la exposición incluirá estudios sobre el artista y cada una de las obras expuestas. Como complemento, la Fundación Barrié organizará una conferencia inaugural, visitas guiadas y talleres didácticos dirigidos a centros escolares de toda Galicia, con el objetivo de acercar a los más jóvenes el legado de Sotomayor. El ferrolano fue uno de los artistas más reconocidos de su generación. Ganó la Primera Medalla en las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes de Madrid (1906) y Barcelona (1907), participó en numerosas muestras internacionales y ocupó cargos clave como director del Museo del Prado y de la Academia de Bellas Artes de San Fernando. También dirigió la Escuela de Arte de Santiago de Chile, país con el que mantuvo fuertes vínculos.
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