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La emotiva carta que envió el Papa Francisco a Belén Domínguez, la joven sevillana fallecida de un cáncer de médula: «Gracias por tu testimonio de fe»
Si por algo se ha caracterizado el Papa Francisco a través de los 13 años de su ministerio petrino ha sido por su acercamiento constante a los desvalidos, los apartados, los más vulnerables y, por supuesto, a los enfermos. Así fue en el caso de Belén Domínguez, la joven sevillana de 31 años fallecida de cáncer de médula este sábado que supo visibilizar su enfermedad con la alegría del Evangelio. Desde diciembre del año 2023, Belén estuvo hospitalizada en el hospital Ramón y Cajal de Madrid debido a un tumor intramedular muy agresivo y casi único en España, un glioma difuso de la línea media de grado 4. Soportó los tratamientos de quimioterapia, radioterapia y ensayos experimentales a través de la aceptación y la alegría de saberse acompañada por Dios en todo momento, enseñando que la vida es bonita pese a la enfermedad y sus temidos y terribles efectos secundarios. Todo ello lo contó en su libro 'La vida es bonita incluso ahora', publicado el otoño pasado. Belén se hizo muy conocida en las redes sociales , y en el hospital Ramón y Cajal, donde recibió la visita de celebrities y caras conocidas como Roberto Leal o Alejandro Sanz, pero sin duda alguna se llevaría una gran sorpresa cuando en el mes de enero recibió una carta muy especial. Una misiva que venía ni más ni menos que del propio Papa Francisco, enterrado este segundo Domingo de Pascua en la Basílica de Santa María la Mayor en Roma. El Santo Padre le comunicaba que había sido informado de su enfermedad y del sufrimiento que le provocaba, animándola a seguir encontrando fortaleza y consuelo en la fe: «Que la gracia de Jesús, que es nuestra esperanza, te sostenga y fortalezca. No cedas al desánimo». Asimismo le agradecía el testimonio de fe que aportaba con la publicación de su libro. La propia Belén afirmaba en uno de sus post en redes sociales que la carta del Papa la acompañaba día y noche en el cabecero de su cama , y expresaba su pésame al conocer la noticia de su fallecimiento el pasado Lunes de Pascua. Ahora es Belén la que también descansa en la paz del Señor, dejando a sus familiares, amigos y seguidores huérfanos de su amor y alegría de vivir, pero con la seguridad de saber que ya descansa en la Gloria de Dios.
Si por algo se ha caracterizado el Papa Francisco a través de los 13 años de su ministerio petrino ha sido por su acercamiento constante a los desvalidos, los apartados, los más vulnerables y, por supuesto, a los enfermos. Así fue en el caso de Belén Domínguez, la joven sevillana de 31 años fallecida de cáncer de médula este sábado que supo visibilizar su enfermedad con la alegría del Evangelio. Desde diciembre del año 2023, Belén estuvo hospitalizada en el hospital Ramón y Cajal de Madrid debido a un tumor intramedular muy agresivo y casi único en España, un glioma difuso de la línea media de grado 4. Soportó los tratamientos de quimioterapia, radioterapia y ensayos experimentales a través de la aceptación y la alegría de saberse acompañada por Dios en todo momento, enseñando que la vida es bonita pese a la enfermedad y sus temidos y terribles efectos secundarios. Todo ello lo contó en su libro 'La vida es bonita incluso ahora', publicado el otoño pasado. Belén se hizo muy conocida en las redes sociales , y en el hospital Ramón y Cajal, donde recibió la visita de celebrities y caras conocidas como Roberto Leal o Alejandro Sanz, pero sin duda alguna se llevaría una gran sorpresa cuando en el mes de enero recibió una carta muy especial. Una misiva que venía ni más ni menos que del propio Papa Francisco, enterrado este segundo Domingo de Pascua en la Basílica de Santa María la Mayor en Roma. El Santo Padre le comunicaba que había sido informado de su enfermedad y del sufrimiento que le provocaba, animándola a seguir encontrando fortaleza y consuelo en la fe: «Que la gracia de Jesús, que es nuestra esperanza, te sostenga y fortalezca. No cedas al desánimo». Asimismo le agradecía el testimonio de fe que aportaba con la publicación de su libro. La propia Belén afirmaba en uno de sus post en redes sociales que la carta del Papa la acompañaba día y noche en el cabecero de su cama , y expresaba su pésame al conocer la noticia de su fallecimiento el pasado Lunes de Pascua. Ahora es Belén la que también descansa en la paz del Señor, dejando a sus familiares, amigos y seguidores huérfanos de su amor y alegría de vivir, pero con la seguridad de saber que ya descansa en la Gloria de Dios.
