Larsen y Anna son dos mochileros alemanes que, la primera mañana tras el gran apagón, desayunan unas hamburguesas con patatas fritas a escasos cien metros de la estación de Atocha, precisamente por donde accedieron a Madrid la noche anterior, tras una caminata a oscuras por las vías junto a riadas de pasajeros varados como ellos. Con un ojo puesto en la información de Adif a través del móvil, cuentan a ABC que tuvieron la enorme suerte de localizar un hostal en una ciudad desconocida y a duras penas comunicada. «No entendíamos bien qué estaba pasando hasta que un chico muy amable nos lo explicó. Nos hicimos con un mapa de papel y conseguimos llegar al alojamiento. No nos estresamos; incluso,...
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