La costumbre de poner imanes en la nevera podría afectar a su funcionamiento: este es el motivo
Colocar imanes en la nevera para muchos de nosotros es todo un ritual. Cada viaje termina, como mínimo, con un pequeño souvenir que acaba decorando la puerta del frigorífico y a esos se añaden los que amigos y familiares nos traen de regalo después de sus viajes. Es una forma bonita y sencilla de llenar la cocina de recuerdos personales y darle un toque único. Sin embargo, esta tradición tan común puede no ser tan buena idea si tienes un frigorífico de última generación. En Decoesfera He probado el bicarbonato de sodio de Mercadona para neutralizar los olores en la nevera y este es el resultado En los últimos meses hemos leído varios titulares de prensa en contra del uso de imanes en las neveras de las cocinas. Muchos modelos modernos de frigoríficos incluyen sensores digitales, pantallas táctiles y sistemas electrónicos integrados en las puertas. Los imanes, sobre todo si son potentes o se colocan en gran cantidad, podrían interferir con esos componentes. Aunque no se note en un principio, a medio o largo plazo podrían afectar al rendimiento o incluso dañar partes del sistema. Por tanto, no se trata de eliminar los imanes de nevera por completo, sino de usarlos con criterio. Si la nevera es antigua o no tiene componentes electrónicos visibles, no hay de qué preocuparse. Pero si es un modelo con panel frontal, lo recomendable es no colocar imanes cerca de la zona de control y evitar los más fuertes, como los fabricados con neodimio, que generan campos magnéticos más intensos. En Decoesfera Endesa se pronuncia acerca de si los imanes en la puerta de los frigoríficos aumentan el consumo eléctrico Si definitivamente no quieres poner imanes en tu nevera, una solución alternativa puede ser crear un mural magnético en otro lugar de la casa o de la cocina con una pizarra imantada como lienzo para los imanes, evitando comprometer así el funcionamiento de tu nevera. Fotos | LeoCastrum en Pixabay y ErikaWittlieb en Pixabay En Decoesfera |
Colocar imanes en la nevera para muchos de nosotros es todo un ritual. Cada viaje termina, como mínimo, con un pequeño souvenir que acaba decorando la puerta del frigorífico y a esos se añaden los que amigos y familiares nos traen de regalo después de sus viajes. Es una forma bonita y sencilla de llenar la cocina de recuerdos personales y darle un toque único. Sin embargo, esta tradición tan común puede no ser tan buena idea si tienes un frigorífico de última generación.
En los últimos meses hemos leído varios titulares de prensa en contra del uso de imanes en las neveras de las cocinas. Muchos modelos modernos de frigoríficos incluyen sensores digitales, pantallas táctiles y sistemas electrónicos integrados en las puertas. Los imanes, sobre todo si son potentes o se colocan en gran cantidad, podrían interferir con esos componentes. Aunque no se note en un principio, a medio o largo plazo podrían afectar al rendimiento o incluso dañar partes del sistema.
Por tanto, no se trata de eliminar los imanes de nevera por completo, sino de usarlos con criterio. Si la nevera es antigua o no tiene componentes electrónicos visibles, no hay de qué preocuparse. Pero si es un modelo con panel frontal, lo recomendable es no colocar imanes cerca de la zona de control y evitar los más fuertes, como los fabricados con neodimio, que generan campos magnéticos más intensos.
Si definitivamente no quieres poner imanes en tu nevera, una solución alternativa puede ser crear un mural magnético en otro lugar de la casa o de la cocina con una pizarra imantada como lienzo para los imanes, evitando comprometer así el funcionamiento de tu nevera.
Fotos | LeoCastrum en Pixabay y ErikaWittlieb en Pixabay
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La costumbre de poner imanes en la nevera podría afectar a su funcionamiento: este es el motivo
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Raquel
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