La constante sangría de habitantes deja a Córdoba al frente de la despoblación en España
La provincia de Córdoba vive horas muy bajas en el peligroso precipicio de la despoblación. Los últimos datos del INE correspondientes al primer trimestre de 2025 la han relegado al primer puesto en España en pérdida de habitantes , una circunstancia que no es la primera vez que sucede en estos dos últimos años, y pese a que la capital ofrece una cara distinta ganando vecinos. Lo que no parecía un problema acuciante y quedaba para esa otra España del norte y castellana con pueblos desiertos empieza a mostrarse en unas estadísticas tozudas. Los datos de la Estadística de Población Continua del órgano estatal desde 1975 -los primeros que hay-hasta hoy traslucen una curva sinuosa en el caso de la provincia cordobesa, que tampoco ha sido nunca referente de pujanza económica y, por ende, de atractivo para el flujo de habitantes. Valga un dato: en esos cincuenta años de estadística apenas ha ganado 40.000 habitantes si se comparan los 728.394 que tenía en el postfranquismo a los 769.398 que ha arrojado el último conteo del INE. Y nada tiene que ver la sociedad en estas cinco décadas ni el desarrollo de nuestro país. Siguiendo la línea que marcan los datos, la situación fue peor aún en 1981, cuando la provincia de Córdoba registra su dato más bajo de habitantes desde que hay cifras oficiales: 721.446. Es a partir de ese momento, cuando todavía está empezando a arrancar una joven democracia, cuando la tendencia cambia de manera radical y el aumento de población tira hacia arriba hasta 2012, cuando alcanza su mejor guarismo: 802.717 cordobeses. O lo que es lo mismo casi 82.000 nuevos residentes. Pero ese mismo año coincidía con el peor ejercicio de la crisis financiera que estalló en 2008 y acaba convirtiéndose en la piedra de toque de una nueva caída de nuestro territorio hasta las cotas actuales. Una sangría constante de habitantes que ha metido a Córdoba en la 'lista negra' de la despoblación en España compuesta ahora mismo por dos círculos de provincias: una docena que no han levantado cabeza desde 1975 en su censo poblacional y otras once -dentro Córdoba- que pese a haber crecido en esos treinta años de manera importante, viven ahora un batacazo de dimensiones. Albacete, Jaén y Ceuta pueden sumarse a la provincia cordobesa para representar este último grupo de territorios en claro declive poblacional. Así, entre 1981 y 2012 Córdoba llegó a ganar un 11,3% de habitantes, pero desde ese año hasta 2025 se ha producido un descenso del 4,2% (una oscilación próxima al 16%). Albacete ha pasado por un escenario muy similar: creció un 18,2% y ha caído casi un 3% en la última década (21% de oscilación). En la vecina Jaén, durante las tres primeras décadas incrementó su censo un 4,2% pero en estos últimos trece años ha decrecido en un 7,4%. Las doce provincias que llevan perdiendo población sin remisión desde hace 50 años son Asturias (autonomía uniprovincial), Ávila, Cáceres, Cuenca, León, Lugo, Orense; Palencia; Salamanca; Soria; Teruel y Zamora. El segundo anillo viene encabezado por Córdoba y a ella le siguen otras diez provincias más: Albacete, Badajoz, Ciudad Real, Burgos, La Coruña; Jaén ; Pontevedra; Segovia; Valladolid y Ceuta. En estos momentos hay 769.398 cordobeses, o lo que es lo mismo, 33.319 menos en apenas trece años que han traído una pandemia (2020-2022) y varias fallas económicas derivadas de la inflación disparada y los conflictos internacionales. Es como si Córdoba hubiera retrocedido 22 años en el tiempo y hubiera vuelto a la misma población que tenía en 2003. En esta coyuntura han pesado, especialmente, dos factores: la salida de recursos humanos jóvenes y bien formados a otros mercados laborales nacionales e incluso internacionales, amén de la crisis en el campo, de donde viven muchos municipios de la provincia y donde cada vez es más difícil seguir adelante para muchos agricultores (sin relevo generacional). Se ha producido hasta el 'sorpasso' de Almería , que tradicionalmente era la sexta provincia andaluza y ya se ha convertido en la quinta, por delante de Córdoba, con 773. 384 almerienses. Durante este último año se ha producido, a tenor de los datos del INE, un descenso interanual del 0,5% al perder 4.168 ciudadanos. Ese porcentaje de caída la convierte en el territorio del país con mayor retroceso. El negativo podio lo completaron Zamora (-0,4%) y León (-0,1%). Experimentaron igualmente retrocesos Cáceres (-0,11%); Jaén (-0,1%) y Badajoz (-0,02%). La provincia se encuadra en un extenso grupo de 26 territorios que han sufrido bajada de los residentes españoles, repitiendo la dinámica desde 2012. Y en el caso de los extranjeros es donde se produce la anomalía. Córdoba es la provincia que pierde más habitantes foráneos en el último año. Este colectivo pasa de 28.504 integrantes el 1 de abril de 2024 a 27.961 en el mismo momento de 2025. La disminución fue del 1,9% (543 ciudadanos extranjeros menos). Pero es que, además, hay otro factor muy relevante en este sentido, y es que es ya el territorio d
La provincia de Córdoba vive horas muy bajas en el peligroso precipicio de la despoblación. Los últimos datos del INE correspondientes al primer trimestre de 2025 la han relegado al primer puesto en España en pérdida de habitantes , una circunstancia que no es la primera vez que sucede en estos dos últimos años, y pese a que la capital ofrece una cara distinta ganando vecinos. Lo que no parecía un problema acuciante y quedaba para esa otra España del norte y castellana con pueblos desiertos empieza a mostrarse en unas estadísticas tozudas. Los datos de la Estadística de Población Continua del órgano estatal desde 1975 -los primeros que hay-hasta hoy traslucen una curva sinuosa en el caso de la provincia cordobesa, que tampoco ha sido nunca referente de pujanza económica y, por ende, de atractivo para el flujo de habitantes. Valga un dato: en esos cincuenta años de estadística apenas ha ganado 40.000 habitantes si se comparan los 728.394 que tenía en el postfranquismo a los 769.398 que ha arrojado el último conteo del INE. Y nada tiene que ver la sociedad en estas cinco décadas ni el desarrollo de nuestro país. Siguiendo la línea que marcan los datos, la situación fue peor aún en 1981, cuando la provincia de Córdoba registra su dato más bajo de habitantes desde que hay cifras oficiales: 721.446. Es a partir de ese momento, cuando todavía está empezando a arrancar una joven democracia, cuando la tendencia cambia de manera radical y el aumento de población tira hacia arriba hasta 2012, cuando alcanza su mejor guarismo: 802.717 cordobeses. O lo que es lo mismo casi 82.000 nuevos residentes. Pero ese mismo año coincidía con el peor ejercicio de la crisis financiera que estalló en 2008 y acaba convirtiéndose en la piedra de toque de una nueva caída de nuestro territorio hasta las cotas actuales. Una sangría constante de habitantes que ha metido a Córdoba en la 'lista negra' de la despoblación en España compuesta ahora mismo por dos círculos de provincias: una docena que no han levantado cabeza desde 1975 en su censo poblacional y otras once -dentro Córdoba- que pese a haber crecido en esos treinta años de manera importante, viven ahora un batacazo de dimensiones. Albacete, Jaén y Ceuta pueden sumarse a la provincia cordobesa para representar este último grupo de territorios en claro declive poblacional. Así, entre 1981 y 2012 Córdoba llegó a ganar un 11,3% de habitantes, pero desde ese año hasta 2025 se ha producido un descenso del 4,2% (una oscilación próxima al 16%). Albacete ha pasado por un escenario muy similar: creció un 18,2% y ha caído casi un 3% en la última década (21% de oscilación). En la vecina Jaén, durante las tres primeras décadas incrementó su censo un 4,2% pero en estos últimos trece años ha decrecido en un 7,4%. Las doce provincias que llevan perdiendo población sin remisión desde hace 50 años son Asturias (autonomía uniprovincial), Ávila, Cáceres, Cuenca, León, Lugo, Orense; Palencia; Salamanca; Soria; Teruel y Zamora. El segundo anillo viene encabezado por Córdoba y a ella le siguen otras diez provincias más: Albacete, Badajoz, Ciudad Real, Burgos, La Coruña; Jaén ; Pontevedra; Segovia; Valladolid y Ceuta. En estos momentos hay 769.398 cordobeses, o lo que es lo mismo, 33.319 menos en apenas trece años que han traído una pandemia (2020-2022) y varias fallas económicas derivadas de la inflación disparada y los conflictos internacionales. Es como si Córdoba hubiera retrocedido 22 años en el tiempo y hubiera vuelto a la misma población que tenía en 2003. En esta coyuntura han pesado, especialmente, dos factores: la salida de recursos humanos jóvenes y bien formados a otros mercados laborales nacionales e incluso internacionales, amén de la crisis en el campo, de donde viven muchos municipios de la provincia y donde cada vez es más difícil seguir adelante para muchos agricultores (sin relevo generacional). Se ha producido hasta el 'sorpasso' de Almería , que tradicionalmente era la sexta provincia andaluza y ya se ha convertido en la quinta, por delante de Córdoba, con 773. 384 almerienses. Durante este último año se ha producido, a tenor de los datos del INE, un descenso interanual del 0,5% al perder 4.168 ciudadanos. Ese porcentaje de caída la convierte en el territorio del país con mayor retroceso. El negativo podio lo completaron Zamora (-0,4%) y León (-0,1%). Experimentaron igualmente retrocesos Cáceres (-0,11%); Jaén (-0,1%) y Badajoz (-0,02%). La provincia se encuadra en un extenso grupo de 26 territorios que han sufrido bajada de los residentes españoles, repitiendo la dinámica desde 2012. Y en el caso de los extranjeros es donde se produce la anomalía. Córdoba es la provincia que pierde más habitantes foráneos en el último año. Este colectivo pasa de 28.504 integrantes el 1 de abril de 2024 a 27.961 en el mismo momento de 2025. La disminución fue del 1,9% (543 ciudadanos extranjeros menos). Pero es que, además, hay otro factor muy relevante en este sentido, y es que es ya el territorio del país donde menos peso tienen los foráneos sobre el conjunto de los habitantes, de acuerdo a la estadística que se acaba de hacer pública: suponen el 3,6% del total de los ciudadanos. Los otros dos territorios donde menor presencia tienen son Jaén (4,17%) y Badajoz (4,25%), y cuando la media nacional es el 14%.
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