La carrera electoral entra a jugar al mercado: el calendario, la volatilidad y el dólar en la mira
Mantener el rumbo inflacionario y cambiario será el principal reto para el Gobierno en la medida en que pasen las semanas hacia octubre. Con el acuerdo con el FMI descontado, surgen otras inquietudes

Aunque faltan siete meses para las elecciones, la agenda de los comicios empieza a sumarse al compás de los mercados. Durante el fin de semana, un artículo de opinión en The Wall Street Journal reflejó que, a la par de que el mercado da por descontado el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), lo electoral empieza a tomar preponderancia. Será un elemento clave para la gobernabilidad de Javier Milei y la agenda electoral está jalonada por varios desafíos económicos y financieros.
Los bonos argentinos no pasan por un muy buen momento y la renta variable local lleva también varias ruedas en descenso. La volatilidad mundial se siente, pero también juega la local. "Este 2025 va a ser convulsionado y el principal desafío en un contexto de elecciones es qué pasará con el atraso del dólar respecto de la inflación, que está arriba del crawling peg", indica a El Cronista Eric Paniagua, analista de Epyca Consultores.
Acuerdo con el FMI, descontado
Según su visión, predecir el tipo de cambio a fines de año y, si es que el Gobierno logra un acuerdo con el FMI, es un gran reto y eso determinará cuál será el desenvolvimiento de la renta fija respecto de las anclas cambiarias e inflacionarias que pueda fijar el Gobierno de cara a las elecciones.
Si bien el mercado da por descontado el acuerdo con el Fondo, es clave que el Poder Ejecutivo logre la aprobación del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que lo autoriza. "Además, hay que ver cuáles son las condiciones que impuso el organismo para el desembolso de dólares, que será vital para evitar sobresaltos cambiarios. No sabemos cuánto va a ingresar ni cuándo lo hará", señala el economista Pablo Ferrari.
En este sentido, advierte que, si se termina de aprobar a fines de abril, tal como se espera, tendremos por delante un mes y medio bastante tenso para los mercados hasta que se defina el acuerdo. Eso, le suma nerviosismo a la carrera electoral, pero le da tiempo al Gobierno a consolidar su plan económico de cara a octubre, que es cuando finalmente se realizarán los comicios.
Elecciones y volatilidad
No obstante, tal como plantea el director de CEPEC, Leonardo Anzalone, "la carrera electoral siempre introduce volatilidad en el mercado, y esta vez es igual". Señala que ya se observa cierta presión sobre el dólar y las reservas, un fenómeno típico en contextos de incertidumbre política. "A medida que avance el año, las encuestas y las propuestas económicas de los candidatos van a influir en las expectativas de los inversores. Históricamente, cuando los sondeos favorecen a un candidato pro mercado, los bonos y las acciones tienden a subir, aunque también siempre aumenta la demanda de cobertura y la dolarización de carteras", anticipa Anzalone.
También se observa cierta presión al alza sobre las tasas de interés, como quedó reflejado en la última licitación del Ministerio de Economía y en el mercado secundario. Anzalone advierte que "esto es clave porque puede afectar la dinámica del carry trade y el financiamiento del Tesoro, tan importante para este Gobierno". Recordemos que la estrategia del ministro de Economía, Luis Caputo, tiene una fuerte pata en un dólar barato y tasas que buscan ser positivas y eso es un elemento clave en su programa antiinflacionario. Sin embargo, en las últimas colocaciones, el mercado se ha volcado a instrumento con cada vez mejores rendimientos.
Reactivar la economía y no perder la meta fiscal e inflacionaria será un reto para el Gobierno este año electoral. En este contexto, para Anzalone, "la clave para los inversores será la flexibilidad y la diversificación, equilibrando oportunidades en activos que puedan beneficiarse de la incertidumbre y cobertura contra la volatilidad".