La afición del Betis le da su último aliento al equipo antes del derbi
El beticismo tiene claro que este es el derbi en el que su equipo romperá la racha de resultados negativos en estos partidos ante el Sevilla. La afición lo ha puesto todo de su parte durante todo este domingo en las largas horas previas antes de que el balón comience a rodar sobre el césped del Benito Villamarín, momento en el que le tocará a su equipo la hora de darlo todo por ellos y de demostrar en el campo la superioridad en estos momentos. Desde bien temprano el barrio de Heliopolis se ha teñido de verdiblanco para darle a su equipo y al cuerpo técnico el último aliento para intentar ganar el partido. Un grupo de seguidores béticos se presentó en el hotel de concentración para recibir al equipo a mediodía, hora en la que comería toda la expedición junta y descansó antes de que el autobús los trasladara por los pocos metros que lo separan del Villamarín, lo que agradecieron todos los protagonistas del duelo. Luego, desde las 16 horas, el ambiente se trasladó al parque Guadaíra, aledaño al hotel y el estadio, y allí el beticismo vivió las horas más próximas al partido. Se entonaron cánticos , como no podía ser de otra forma, en favor del Betis y también se acordaron del eterno rival. Todo el barrio se engalanó con banderas y bufandas con los colores verdiblancos.
El beticismo tiene claro que este es el derbi en el que su equipo romperá la racha de resultados negativos en estos partidos ante el Sevilla. La afición lo ha puesto todo de su parte durante todo este domingo en las largas horas previas antes de que el balón comience a rodar sobre el césped del Benito Villamarín, momento en el que le tocará a su equipo la hora de darlo todo por ellos y de demostrar en el campo la superioridad en estos momentos. Desde bien temprano el barrio de Heliopolis se ha teñido de verdiblanco para darle a su equipo y al cuerpo técnico el último aliento para intentar ganar el partido. Un grupo de seguidores béticos se presentó en el hotel de concentración para recibir al equipo a mediodía, hora en la que comería toda la expedición junta y descansó antes de que el autobús los trasladara por los pocos metros que lo separan del Villamarín, lo que agradecieron todos los protagonistas del duelo. Luego, desde las 16 horas, el ambiente se trasladó al parque Guadaíra, aledaño al hotel y el estadio, y allí el beticismo vivió las horas más próximas al partido. Se entonaron cánticos , como no podía ser de otra forma, en favor del Betis y también se acordaron del eterno rival. Todo el barrio se engalanó con banderas y bufandas con los colores verdiblancos.
