Jornada familiar y disfrute en el Real
La jornada del sábado es, para muchos, la de despedida de la Feria. El domingo queda reservado para los más valientes y aquellos que simplemente acuden a dar un paseo y ver los fuegos. El sábado invitó, con su buena temperatura y sus calles menos pobladas a una jornada de confraternización y disfrute que no pocas personas dejaron pasar. La Feria ofreció una estampa distinta: más pausada, más recogida, pero no por ello menos auténtica. Los coches de caballos recorrieron el albero con elegancia y las reuniones familiares, entre brindis y sevillanas, mantuvieron vivo el espíritu festivo que distingue a Sevilla en su semana grande, que apura unas últimas horas con un balance inmejorable en cuanto a asistencia, ausencia de incidentes relevantes y, sobre todo, una temperatura ideal. Uno de los mayores atractivos del real es disfrutar de su ambiente montados en algún coche de caballos. Es lo que hicieron Paloma Losada, Victoria Bonilla, Lole Aguado y María Fedriani, quienes no desaprovecharon una buena tarde de feria con un paseo por las calles del real en un coche de caballos que les permitió compartir esos momentos que uno se guarda como hito en la memoria. También es momento la Feria de Sevilla para los encuentros familiares, en la que se unen distintas generaciones en torno a una mesa, una silla de enea y unas sevillanas. La familia Rivero se reunió en el Real para disfrutar de una jornada con una comida entrañable junto a su abuelo, celebrando juntos lo que se ha instaurado ya como tradición en este ambiente tan festivo. Enrique Barroso, junto a su hijo y nieto -ambos también Enrique Barroso-, Jaime Barroso, Pilar Recasens, Lucía Barroso y Laura Vázquez, hicieron gala del cariño que también se despliega en una familia cuando se comparten buenos momentos rodeados de arte y buenas constumbres. Pilar Martín de Oliva, Lola Noguera, Rocío Noguera y Yeyés Alba también aprovecharon para celebrar una una comida familiar en un ambiente distendido y lleno de tradición. Como también es tradición un buen paseo a caballo, algo de lo que pudieron dar fe Federico Molina, Pilar García de la Peña y Pedro Fernández-Ostos, quienes recorrieron el Real a caballo, disfrutando de una mañana de Feria marcada por la elegancia del paseo y las conversaciones pausadas entre caseta y caseta. Con paso firme y a lomos de sus caballos, deteniéndose en distintos rincones del recinto, compartieron la esencia más tradicional de la jornada: buena compañía, arte ecuestre y respeto por las costumbres que hacen grande la Feria de Abril. El sábado estuvo marcado por un cielo parcialmente nublado y un ambiente algo más fresco que en jornadas anteriores, lo que ha dejado una temperatura muy agradable, ideal para recorrer el recinto y disfrutar de la Feria con sosiego. Hoy se pone el punto final con el ánimo y el deseo de todos de reencontrarse el próximo año en una de las semanas más grandes de Sevilla.
La jornada del sábado es, para muchos, la de despedida de la Feria. El domingo queda reservado para los más valientes y aquellos que simplemente acuden a dar un paseo y ver los fuegos. El sábado invitó, con su buena temperatura y sus calles menos pobladas a una jornada de confraternización y disfrute que no pocas personas dejaron pasar. La Feria ofreció una estampa distinta: más pausada, más recogida, pero no por ello menos auténtica. Los coches de caballos recorrieron el albero con elegancia y las reuniones familiares, entre brindis y sevillanas, mantuvieron vivo el espíritu festivo que distingue a Sevilla en su semana grande, que apura unas últimas horas con un balance inmejorable en cuanto a asistencia, ausencia de incidentes relevantes y, sobre todo, una temperatura ideal. Uno de los mayores atractivos del real es disfrutar de su ambiente montados en algún coche de caballos. Es lo que hicieron Paloma Losada, Victoria Bonilla, Lole Aguado y María Fedriani, quienes no desaprovecharon una buena tarde de feria con un paseo por las calles del real en un coche de caballos que les permitió compartir esos momentos que uno se guarda como hito en la memoria. También es momento la Feria de Sevilla para los encuentros familiares, en la que se unen distintas generaciones en torno a una mesa, una silla de enea y unas sevillanas. La familia Rivero se reunió en el Real para disfrutar de una jornada con una comida entrañable junto a su abuelo, celebrando juntos lo que se ha instaurado ya como tradición en este ambiente tan festivo. Enrique Barroso, junto a su hijo y nieto -ambos también Enrique Barroso-, Jaime Barroso, Pilar Recasens, Lucía Barroso y Laura Vázquez, hicieron gala del cariño que también se despliega en una familia cuando se comparten buenos momentos rodeados de arte y buenas constumbres. Pilar Martín de Oliva, Lola Noguera, Rocío Noguera y Yeyés Alba también aprovecharon para celebrar una una comida familiar en un ambiente distendido y lleno de tradición. Como también es tradición un buen paseo a caballo, algo de lo que pudieron dar fe Federico Molina, Pilar García de la Peña y Pedro Fernández-Ostos, quienes recorrieron el Real a caballo, disfrutando de una mañana de Feria marcada por la elegancia del paseo y las conversaciones pausadas entre caseta y caseta. Con paso firme y a lomos de sus caballos, deteniéndose en distintos rincones del recinto, compartieron la esencia más tradicional de la jornada: buena compañía, arte ecuestre y respeto por las costumbres que hacen grande la Feria de Abril. El sábado estuvo marcado por un cielo parcialmente nublado y un ambiente algo más fresco que en jornadas anteriores, lo que ha dejado una temperatura muy agradable, ideal para recorrer el recinto y disfrutar de la Feria con sosiego. Hoy se pone el punto final con el ánimo y el deseo de todos de reencontrarse el próximo año en una de las semanas más grandes de Sevilla.
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