Investigan si una persona enferma de ELA con respirador murió por el apagón en Castilla y León
La Junta de Castilla y León ha abierto una investigación para conocer las causas de la muerte el pasado lunes de una persona enferma de ELA que precisaba de un sistema de ventilación mecánica domiciliaria . El portavoz y consejero de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo, ha detallado este miércoles que la Consejería de Sanidad intenta recabar mas datos para saber si el fallecimiento fue debido al apagón eléctrico. Lo que sí ha confirmado es que se trata de una persona que recibía tratamiento de oxigenoterapia y que se llegó a pulsar el botón de auxilio del servicio de teleasistencia . Sin embargo, cuando llegaron las asistencias sanitarias ya se había producido el fallecimiento, por lo que ahora se trata de determinar en qué circunstancias se produjo y, sobre todo, si estuvo relacionada con la falta de suministro eléctrico en el respirador. «Habrá que realizar un estudio más detallado para determinar las causas del fallecimiento de esta persona, porque su vinculación a la falta de energía eléctrica durante ese periodo es algo que exige un análisis mucho más profundo», ha explicado Fernández Carriedo. Ha detallado, además, que en Castilla y León hay 3.500 personas que precisan, como el paciente fallecido, de un sistema de ventilación mecánica domiciliaria , dispositivos que, según ha explicado, cuentan con una batería que dura entre seis y nueve horas. En cualquier caso, ha insistido en que «no queremos tampoco anticipar si el sistema agotó su batería u otra circunstancia» y ha recordado que durante el apagón eléctrico se recibieron 59 avisos de personas con tratamiento de oxigenoterapia que fueron trasladadas a los hospitales. De momento, y a falta de que se determinen las causas de la muerte del enfermo de ELA en Castilla y León, son seis las personas que han perdido la vida por distintas circunstancias relacionadas con el apagón eléctrico del pasado lunes. En la jornada de este miércoles se ha conocido el fallecimiento de una mujer que vivía en una residencia de mayores en Basauri, en Vizcaya y que necesitaba oxígeno. El centro cuenta con dos equipos para tratar la insuficiencia respiratoria que funcionan conectados a la electricidad, además de uno portátil. Al producirse el apagón, dos pacientes estaban utilizando los aparatos que funcionan con electricidad, que pasaron a turnarse con el portátil, según informa El Correo, al tiempo que se llamaba a Emergencias. Sin embargo, ante las dificultades de comunicación, cuando llegaron los sanitarios, pasadas las tres de la tarde, la mujer ya había fallecido. Los otros cinco fallecimientos vinculados al apagón se produjeron en Orense, donde murieron tres miembros de una misma familia por la mala combustión de un generador ; en Alcira (Valencia) perdió la vida una mujer de 46 años, afectada por una enfermedad rara que le obligaba a pasar varias horas del día conectada a una máquina de oxígeno, y, por último, el incendio causado por la llama de una vela en el distrito madrileño de Carabanchel le costó la vida a otra mujer de 52 años.
La Junta de Castilla y León ha abierto una investigación para conocer las causas de la muerte el pasado lunes de una persona enferma de ELA que precisaba de un sistema de ventilación mecánica domiciliaria . El portavoz y consejero de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo, ha detallado este miércoles que la Consejería de Sanidad intenta recabar mas datos para saber si el fallecimiento fue debido al apagón eléctrico. Lo que sí ha confirmado es que se trata de una persona que recibía tratamiento de oxigenoterapia y que se llegó a pulsar el botón de auxilio del servicio de teleasistencia . Sin embargo, cuando llegaron las asistencias sanitarias ya se había producido el fallecimiento, por lo que ahora se trata de determinar en qué circunstancias se produjo y, sobre todo, si estuvo relacionada con la falta de suministro eléctrico en el respirador. «Habrá que realizar un estudio más detallado para determinar las causas del fallecimiento de esta persona, porque su vinculación a la falta de energía eléctrica durante ese periodo es algo que exige un análisis mucho más profundo», ha explicado Fernández Carriedo. Ha detallado, además, que en Castilla y León hay 3.500 personas que precisan, como el paciente fallecido, de un sistema de ventilación mecánica domiciliaria , dispositivos que, según ha explicado, cuentan con una batería que dura entre seis y nueve horas. En cualquier caso, ha insistido en que «no queremos tampoco anticipar si el sistema agotó su batería u otra circunstancia» y ha recordado que durante el apagón eléctrico se recibieron 59 avisos de personas con tratamiento de oxigenoterapia que fueron trasladadas a los hospitales. De momento, y a falta de que se determinen las causas de la muerte del enfermo de ELA en Castilla y León, son seis las personas que han perdido la vida por distintas circunstancias relacionadas con el apagón eléctrico del pasado lunes. En la jornada de este miércoles se ha conocido el fallecimiento de una mujer que vivía en una residencia de mayores en Basauri, en Vizcaya y que necesitaba oxígeno. El centro cuenta con dos equipos para tratar la insuficiencia respiratoria que funcionan conectados a la electricidad, además de uno portátil. Al producirse el apagón, dos pacientes estaban utilizando los aparatos que funcionan con electricidad, que pasaron a turnarse con el portátil, según informa El Correo, al tiempo que se llamaba a Emergencias. Sin embargo, ante las dificultades de comunicación, cuando llegaron los sanitarios, pasadas las tres de la tarde, la mujer ya había fallecido. Los otros cinco fallecimientos vinculados al apagón se produjeron en Orense, donde murieron tres miembros de una misma familia por la mala combustión de un generador ; en Alcira (Valencia) perdió la vida una mujer de 46 años, afectada por una enfermedad rara que le obligaba a pasar varias horas del día conectada a una máquina de oxígeno, y, por último, el incendio causado por la llama de una vela en el distrito madrileño de Carabanchel le costó la vida a otra mujer de 52 años.
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