Internet siendo internet: Los hijos de Meghan Markle y Harry aparecen por primera vez y ya están recibiendo comentarios racistas en redes
Parece que ni siquiera los niños pueden escapar del juicio despiadado de las redes sociales. Recientemente, Meghan Markle compartió una fotografía junto a sus hijos, Archie y Lilibet, en su cuenta de Instagram. La imagen, tomada en el jardín de su casa en Montecito, California, muestra a Meghan sosteniendo a Lilibet mientras Archie la abraza […]

Parece que ni siquiera los niños pueden escapar del juicio despiadado de las redes sociales. Recientemente, Meghan Markle compartió una fotografía junto a sus hijos, Archie y Lilibet, en su cuenta de Instagram. La imagen, tomada en el jardín de su casa en Montecito, California, muestra a Meghan sosteniendo a Lilibet mientras Archie la abraza de una pierna. Aunque los rostros de los niños no son visibles, la foto destaca el cabello rojizo de ambos, un rasgo heredado de su padre, el príncipe Harry.
Los hijos de Meghan Markle y Harry aparecen por primera vez y ya están recibiendo comentarios racistas en redes
Como era de esperarse, la publicación desató todo tipo de reacciones. Mientras que algunos usuarios destacaron la ternura de la imagen y el momento familiar, otros no tardaron en lanzar comentarios racistas y despectivos, centrándose en la apariencia de los niños.
Las críticas más frecuentes giran en torno a comparaciones innecesarias entre el cabello rojo de Harry y el cabello oscuro de Meghan, con algunos sugiriendo que los niños “se ven mejor” gracias al rasgo heredado de su padre. Estos comentarios, aunque disfrazados de simples opiniones, en realidad perpetúan estereotipos racistas que han afectado a Meghan desde el inicio de su relación con Harry.
Pero las redes no solo se enfocaron en el aspecto físico de los niños. También hubo quienes cuestionaron la autenticidad de la imagen, acusando a la pareja de manipular su imagen pública. Es un patrón repetitivo: cada vez que los Sussex comparten algo personal, el internet parece dividido entre quienes los apoyan y quienes buscan cualquier excusa para atacarlos.
Esta no es la primera vez que Meghan y Harry son blanco de ataques racistas, y probablemente tampoco será la última. Desde el inicio de su relación, la cobertura mediática de Meghan ha estado cargada de comentarios xenófobos, clasistas y misóginos, a tal grado que Harry tuvo que emitir un comunicado en 2016 denunciando el acoso contra ella.
Sin embargo, la revelación más impactante llegó en 2021, cuando en su entrevista con Oprah Winfrey, Meghan y Harry contaron que un miembro de la familia real expresó preocupaciones sobre el color de piel de Archie antes de su nacimiento. Este momento expuso abiertamente las tensiones raciales dentro de la monarquía británica y el trato diferenciado que Meghan recibió en comparación con otros miembros de la realeza.
La respuesta de Meghan y Harry ante el odio
A lo largo de los años, la pareja ha manejado las críticas de diferentes maneras. En algunas ocasiones, han optado por el silencio, mientras que en otras han respondido de manera directa y contundente.
Un ejemplo es Meghan, quien ha sabido desarmar la negatividad con elegancia. Cuando fue criticada por su programa de Netflix With Love, Meghan, en lugar de responder con enojo, envió una carta escrita a mano a una crítica, demostrando que su enfoque siempre será el diálogo y la empatía.
Por su parte, Harry ha hablado abiertamente sobre cómo su relación con Meghan le ayudó a comprender el racismo sistémico y la importancia de desafiar los prejuicios. A través de la Fundación Archewell, la pareja ha apoyado iniciativas de inclusión y diversidad, intentando contrarrestar el odio con acciones concretas.
¿Qué nos dice todo esto sobre internet?
Este caso deja en claro el problema persistente del racismo en redes sociales, donde la toxicidad es capaz de convertir incluso la foto de unos niños en un campo de batalla. También nos recuerda cómo figuras públicas como Meghan y Harry siguen siendo juzgadas bajo un estándar distinto, especialmente cuando desafían normas establecidas o cuestionan instituciones con siglos de poder.
Lo preocupante es que esta historia no es solo sobre los Sussex. Es una muestra más de cómo las redes sociales pueden ser un espacio hostil para cualquier persona que no encaje en los estándares impuestos por ciertos sectores de internet. Y lo más absurdo es que, al final del día, todo esto comenzó con una simple foto familiar.
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