Fundación CCM renueva para eventos el Palacio de Benacazón

El Palacio de Benacazón vuelve a lucir en todo su esplendor para acoger, como en los años 90 del siglo pasado, múltiples eventos en sus instalaciones, recién renovadas. Esta semana se ha abierto el salón de la primera planta, que en un tiempo pasado albergó muchas presentaciones, reuniones, ruedas de prensa y exposiciones. Aunque el salón de actos del edificio ya se ha usado hace unos meses, la sala de la primera planta, con una gran chimenea, se ha rehabilitado e instalado nueva climatización. En este cuarto hay tres obras del pintor Enrique Vera que también se han restaurado: Vista de Toledo desde los cigarrales, La ermita de la Cabeza y Vista del Alcázar. En esta recuperación del Palacio de Benacazón ha tenido mucho que ver la Cámara de Cuentas de Castilla-La Mancha , órgano que ocupa parte del edificio desde el verano de 2002, cuando alquiló estas dependencias a través de la Consejería de Economía y Hacienda y modernizó las antiguas aulas de formación para convertirlas en oficinas. En 1970 este edificio pertenecía a Caja Toledo -se compró siendo director general Juan Molero- y acogió su obra social hasta que se produjo la fusión de las cajas. Después desaparecieron pero una parte importante eran las fundaciones. «El problema es que cuando aquí se interviene la caja, la fundación queda un poco desnaturalizada porque como según el Banco de España había pérdidas, pues no podíamos tampoco tener grandes cosas y se nos asigna un lote a la fundación», explica el empresario José María San Román, presidente de la Fundación CCM. En ese lote va el Palacio de Benacazón en Toledo o el parque de Tráfico de Toledo -que proyectan abrir a finales de año-. «Cuando nos hacemos cargo de la fundación solo tenía problemas y deudas. Tuvimos que tomar una medida dura que fue hacer un ERE e intentar sacar adelante esto porque si no, posiblemente no existiría nada de lo que hoy tenemos», añade San Román y aclara que la Fundación CCM es propietaria de otros inmuebles en Toledo, Consuegra, La Puebla de Montalbán, Hellín (Albacete) o Cuenca cedidos en la actualidad a sus respectivos ayuntamientos. «El Palacio de Benacazón era un centro cultural muy importante donde raro era el día que no había un acto y queremos volver otra vez a utilizarlo para celebración de eventos culturales, de eventos profesionales, artísticos, lo hemos hecho poco a poco, por la situación en la que nos encontrábamos«, subraya San Román. De los 40 miembros que llegaron a integrar el patronato de la Fundación CCM solo quedan cinco, «un grupo de gente que pensamos que por qué íbamos a ceder todo lo que era de muchos años de las cajas de Castilla-La Mancha, sobre todo Albacete, Cuenca y Toledo; no estábamos dispuestos a dejarlo que se perdiera y nos pusimos a darle vueltas a la historia y a intentar sacarlo adelante, y así ha sido«, confiesa San Román muy satisfecho, pues de lo contrario, asegura, no sabrían en poder de quien estaría hoy este patrimonio. »Y qué mejor que en manos de los castellanomanchegos, gestionamos algo que es de todos y que queremos que puedan disfrutar de de ello, lo abrimos a la sociedad«, concluye.

May 12, 2025 - 07:05
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Fundación CCM renueva para eventos el Palacio de Benacazón
El Palacio de Benacazón vuelve a lucir en todo su esplendor para acoger, como en los años 90 del siglo pasado, múltiples eventos en sus instalaciones, recién renovadas. Esta semana se ha abierto el salón de la primera planta, que en un tiempo pasado albergó muchas presentaciones, reuniones, ruedas de prensa y exposiciones. Aunque el salón de actos del edificio ya se ha usado hace unos meses, la sala de la primera planta, con una gran chimenea, se ha rehabilitado e instalado nueva climatización. En este cuarto hay tres obras del pintor Enrique Vera que también se han restaurado: Vista de Toledo desde los cigarrales, La ermita de la Cabeza y Vista del Alcázar. En esta recuperación del Palacio de Benacazón ha tenido mucho que ver la Cámara de Cuentas de Castilla-La Mancha , órgano que ocupa parte del edificio desde el verano de 2002, cuando alquiló estas dependencias a través de la Consejería de Economía y Hacienda y modernizó las antiguas aulas de formación para convertirlas en oficinas. En 1970 este edificio pertenecía a Caja Toledo -se compró siendo director general Juan Molero- y acogió su obra social hasta que se produjo la fusión de las cajas. Después desaparecieron pero una parte importante eran las fundaciones. «El problema es que cuando aquí se interviene la caja, la fundación queda un poco desnaturalizada porque como según el Banco de España había pérdidas, pues no podíamos tampoco tener grandes cosas y se nos asigna un lote a la fundación», explica el empresario José María San Román, presidente de la Fundación CCM. En ese lote va el Palacio de Benacazón en Toledo o el parque de Tráfico de Toledo -que proyectan abrir a finales de año-. «Cuando nos hacemos cargo de la fundación solo tenía problemas y deudas. Tuvimos que tomar una medida dura que fue hacer un ERE e intentar sacar adelante esto porque si no, posiblemente no existiría nada de lo que hoy tenemos», añade San Román y aclara que la Fundación CCM es propietaria de otros inmuebles en Toledo, Consuegra, La Puebla de Montalbán, Hellín (Albacete) o Cuenca cedidos en la actualidad a sus respectivos ayuntamientos. «El Palacio de Benacazón era un centro cultural muy importante donde raro era el día que no había un acto y queremos volver otra vez a utilizarlo para celebración de eventos culturales, de eventos profesionales, artísticos, lo hemos hecho poco a poco, por la situación en la que nos encontrábamos«, subraya San Román. De los 40 miembros que llegaron a integrar el patronato de la Fundación CCM solo quedan cinco, «un grupo de gente que pensamos que por qué íbamos a ceder todo lo que era de muchos años de las cajas de Castilla-La Mancha, sobre todo Albacete, Cuenca y Toledo; no estábamos dispuestos a dejarlo que se perdiera y nos pusimos a darle vueltas a la historia y a intentar sacarlo adelante, y así ha sido«, confiesa San Román muy satisfecho, pues de lo contrario, asegura, no sabrían en poder de quien estaría hoy este patrimonio. »Y qué mejor que en manos de los castellanomanchegos, gestionamos algo que es de todos y que queremos que puedan disfrutar de de ello, lo abrimos a la sociedad«, concluye.