Francisco lo señaló como su sucesor
Su segundo apellido es Martínez, tiene madre española, pasaporte estadounidense, y le definen como reflexivo, sereno, equilibrado, simpático, inteligente,...

Su segundo apellido es Martínez, tiene madre española, pasaporte estadounidense, y le definen como reflexivo, sereno, equilibrado, simpático, inteligente, espiritual y cercano a la gente. Un hombre de diálogo y de tender puentes. Además, le gusta jugar al tenis, y en el yantar se decanta por el cabrito, el arroz con pato y el ceviche. Estamos hablando del Papa León XIV, completamente desconocido para el gran público, y oculto en las quinielas de los papables. Ningún vaticanólogo acertó en sus pronósticos. Una sorpresa mayúscula.
Su hermano John, que vive en Chicago, dice de él que es "una persona normal y corriente, que velará por los descartados, por los pobres y por los que no tienen voz”, y que ya manifestó ¡a los siete años! su deseo de ser sacerdote, y que incluso una vecina le profetizó que llegaría a Papa.
Lo señalan como continuista de Francisco, pero en su primera comparecencia se desmarcó de su predecesor al mantener la tradición papal de salir al balcón con la muceta roja sobre los hombros y la estola.
Ahora sabemos que Francisco realizó gestos evidentes para señalarlo como sucesor: primero al nombrarlo en 2023 como “ministro” de la llamada “fabrica de los obispos”, el importante Dicasterio destinado a elegir a los pastores de todo el mundo. El segundo gesto fue hablar a tiempo y destiempo, en público y en privado, de las grandes cualidades que tenía Prevost. Y, por último, al crearlo cardenal, lo situó en el grupo de élite. Le correspondía formar parte del grupo de cardenales que tienen un rango de menos autoridad entre ellos: los llamados “cardenales diáconos”. Y rompiendo toda tradición, lo situó entre el grupo de los “cardenales obispos”, obviando también a los llamados “cardenales presbíteros”. Toda una declaración de intención.
Sus primeras palabras: “La paz esté con vosotros”, “Cristo nos precede. El mundo necesita de su luz”, “Dios nos quiere” y "el mal no prevalecerá", vislumbra una impronta de por donde puede transitar su pontificado.
Toma el nombre de León XIII, que destacó por promover la justicia social y los salarios justos.
¿Los retos inmediatos de León XIV? Como cardenal dejó claro que una de sus preocupaciones era cerrar “la dolorosa herida de la falta de unidad” dentro de la Iglesia. Y seguir con la sinodalidad iniciada por Francisco: “El espíritu sinodal significa simplemente caminar juntos, todos, y buscar juntos lo que el Señor nos pide en nuestro tiempo".
León XIV puede llegar a ser un gran Papa.