Fragilidad regional, IA y el programa de compras gubernamentales

El país vive la incertidumbre externa de manera diferente a nivel regional y esto se observa con mayor intensidad en la región norte, pero se adentra en el territorio causando efectos diferenciales. Analicemos Chihuahua y Coahuila son las entidades mas afectadas ya que conjuntamente exportan el 25,8 porcentaje del total de las exportaciones, seguidas por Nuevo León y Baja California que se ven impactadas por el 20,5 porcentaje, en forma conjunta explican la mitad de las exportaciones que se realizaron en 2024, elevando su participación de manera importante en los últimos diecisiete años, en 2007 exportaban el 39 por ciento, en este lapso fortalecieron sus capacidades de expreortación en forma importante, mostrando una cara de fragilidad frente al exterior. El tercer grupo de entidades afectadas son Tamaulipas con el 6,7 por ciento de las exportaciones seguidos por Guanajuato con el 6,6 por ciento, Jalisco con el 5,5 por ciento, Sonora con 5,2 por ciento, San Luis Potosí con 4,2 por ciento y Estado de México con 4,1 por ciento. Este segundo grupo se añade al primer grupo, explicando el 80 por ciento de las exportaciones. Esta decena de entidades son las que han sufrido los mayores embates de la estrategia Trump, sin embargo, no son las únicas ya que el desorden del mercado petrolero a nivel mundial afecta a la región petrolera especialmente a Campeche, Tabasco, Veracruz y Chiapas. Estas entidades no pudieron consolidar un modelo alternativo de desarrollo y siguen dependiendo de la inestabilidad de las materias primas. Esto muestra la gran fragilidad del modelo de desarrollo actual, ya que lo que se observa es la falta de endogeneidad del modelo de crecimiento actual y la gran dependencia que tenemos del modelo exportador. La gran transformación que se requiere instaurar en el modelo de desarrollo actual es de grandes dimensiones y no parece que se estén dando los pasos necesarios para transformarlo. Existen declaraciones abren una puerta al final del túnel, como es el caso de las declaraciones del Secretario de Economía que ha mencionado que existe un portafolio de inversión privada del país que asciende a 298 mil millones de dólares, lo que representa alrededor del 16 por ciento del Producto Interno Bruto. Estas declaraciones requieren aterrizarse lo antes posible, pues el tiempo avanza, llevamos ya casi la mitad del año y pocos son los proyectos de inversión que se han puesto en marcha, se vuelve urgente repensar el rumbo del desarrollo económico nacional. No basta con confiar en la inversión privada o en la dinámica exportadora para sostener el crecimiento; es necesario establecer una estrategia integral que fortalezca al mercado interno, mediante el gasto público que ayude a diversificar las fuentes de ingreso regionales y reduzca la vulnerabilidad frente a las decisiones de política externa, especialmente en un entorno global incierto. El impacto de figuras como Trump evidencia que, sin una base sólida y autónoma, la economía mexicana seguirá expuesta a los vaivenes externos, con consecuencias desiguales para sus regiones. El futuro requiere una visión de largo plazo, con políticas públicas coherentes que promuevan la inclusión, la innovación y la resiliencia.Un elemento clave es la propuesta de la Secretaría de Hacienda para disminuir los efectos negativos de este embate desde el norte mediante un programa de compras gubernamentales, tal vez esta sea la estrategia que puede tener efectos más rápidos y focalizados, en este sentido se puede establecer un equipo de especialistas que midan los efectos regionales y puedan diseñar un programa de compras gubernamentales que impulsen a las entidades afectadas y adicionalmente pongan en marcha un programa de reestructuración de las regiones. En México poca atención se ha dado a este poderoso programa de compras gubernamentales como incentivo para recuperar regiones afectadas. Los Estados Unidos tienen todo un aparato que mide los efectos de las compras gubernamentales especialmente a través del Pentágono. Sin embargo, en una economía de paz y guerra como la mexicana, se podría aplicar de manera selectiva el programa para establecer un impulso inicial a la reestructuración. Este esquema puede funcionar muy efectivamente si se utiliza toda una estrategia de inteligencia artificial, que diseñe el programa por producto (impulso industrial) y por localización (impulso regional). Es un gran momento para los hacedores de política económica del país, se puede imaginar un futuro diferente. Se requiere de gran coordinación entre las diferentes instancias de gobierno, es necesario que los gobiernos estatales adquieran un papel mas protagónico y puedan definir estrategias que endogenicen su proceso de desarrollo (compras gubernamentales), estableciendo nuevos patrones de crecimiento. Es necesario que se diseñen estrategias económicas de diferente estilo, especialmente en las economías estatales más frágiles, como Chiapas y Quintana Roo. Ante este panorama, se vuelve urgent

May 7, 2025 - 16:54
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Fragilidad regional, IA y el programa de compras gubernamentales

El país vive la incertidumbre externa de manera diferente a nivel regional y esto se observa con mayor intensidad en la región norte, pero se adentra en el territorio causando efectos diferenciales. Analicemos Chihuahua y Coahuila son las entidades mas afectadas ya que conjuntamente exportan el 25,8 porcentaje del total de las exportaciones, seguidas por Nuevo León y Baja California que se ven impactadas por el 20,5 porcentaje, en forma conjunta explican la mitad de las exportaciones que se realizaron en 2024, elevando su participación de manera importante en los últimos diecisiete años, en 2007 exportaban el 39 por ciento, en este lapso fortalecieron sus capacidades de expreortación en forma importante, mostrando una cara de fragilidad frente al exterior.

El tercer grupo de entidades afectadas son Tamaulipas con el 6,7 por ciento de las exportaciones seguidos por Guanajuato con el 6,6 por ciento, Jalisco con el 5,5 por ciento, Sonora con 5,2 por ciento, San Luis Potosí con 4,2 por ciento y Estado de México con 4,1 por ciento. Este segundo grupo se añade al primer grupo, explicando el 80 por ciento de las exportaciones.

Esta decena de entidades son las que han sufrido los mayores embates de la estrategia Trump, sin embargo, no son las únicas ya que el desorden del mercado petrolero a nivel mundial afecta a la región petrolera especialmente a Campeche, Tabasco, Veracruz y Chiapas. Estas entidades no pudieron consolidar un modelo alternativo de desarrollo y siguen dependiendo de la inestabilidad de las materias primas.

Esto muestra la gran fragilidad del modelo de desarrollo actual, ya que lo que se observa es la falta de endogeneidad del modelo de crecimiento actual y la gran dependencia que tenemos del modelo exportador. La gran transformación que se requiere instaurar en el modelo de desarrollo actual es de grandes dimensiones y no parece que se estén dando los pasos necesarios para transformarlo. Existen declaraciones abren una puerta al final del túnel, como es el caso de las declaraciones del Secretario de Economía que ha mencionado que existe un portafolio de inversión privada del país que asciende a 298 mil millones de dólares, lo que representa alrededor del 16 por ciento del Producto Interno Bruto.

Estas declaraciones requieren aterrizarse lo antes posible, pues el tiempo avanza, llevamos ya casi la mitad del año y pocos son los proyectos de inversión que se han puesto en marcha, se vuelve urgente repensar el rumbo del desarrollo económico nacional. No basta con confiar en la inversión privada o en la dinámica exportadora para sostener el crecimiento; es necesario establecer una estrategia integral que fortalezca al mercado interno, mediante el gasto público que ayude a diversificar las fuentes de ingreso regionales y reduzca la vulnerabilidad frente a las decisiones de política externa, especialmente en un entorno global incierto. El impacto de figuras como Trump evidencia que, sin una base sólida y autónoma, la economía mexicana seguirá expuesta a los vaivenes externos, con consecuencias desiguales para sus regiones. El futuro requiere una visión de largo plazo, con políticas públicas coherentes que promuevan la inclusión, la innovación y la resiliencia.

Un elemento clave es la propuesta de la Secretaría de Hacienda para disminuir los efectos negativos de este embate desde el norte mediante un programa de compras gubernamentales, tal vez esta sea la estrategia que puede tener efectos más rápidos y focalizados, en este sentido se puede establecer un equipo de especialistas que midan los efectos regionales y puedan diseñar un programa de compras gubernamentales que impulsen a las entidades afectadas y adicionalmente pongan en marcha un programa de reestructuración de las regiones. En México poca atención se ha dado a este poderoso programa de compras gubernamentales como incentivo para recuperar regiones afectadas. Los Estados Unidos tienen todo un aparato que mide los efectos de las compras gubernamentales especialmente a través del Pentágono. Sin embargo, en una economía de paz y guerra como la mexicana, se podría aplicar de manera selectiva el programa para establecer un impulso inicial a la reestructuración. Este esquema puede funcionar muy efectivamente si se utiliza toda una estrategia de inteligencia artificial, que diseñe el programa por producto (impulso industrial) y por localización (impulso regional). Es un gran momento para los hacedores de política económica del país, se puede imaginar un futuro diferente.

Se requiere de gran coordinación entre las diferentes instancias de gobierno, es necesario que los gobiernos estatales adquieran un papel mas protagónico y puedan definir estrategias que endogenicen su proceso de desarrollo (compras gubernamentales), estableciendo nuevos patrones de crecimiento. Es necesario que se diseñen estrategias económicas de diferente estilo, especialmente en las economías estatales más frágiles, como Chiapas y Quintana Roo. Ante este panorama, se vuelve urgente repensar el rumbo del desarrollo económico nacional, pero sobre todo establecer estrategias regionales diferenciadas. No todas las entidades enfrentan los mismos retos ni tienen las mismas capacidades productivas; por ello, es necesario diseñar políticas públicas que respondan a las particularidades de cada región. La dependencia exportadora y la fragilidad frente a los vaivenes internacionales deben ser enfrentadas con una agenda que fortalezca el mercado interno, diversifique las economías locales y fomente la innovación productiva. Solo así se podrá construir un modelo de desarrollo más equilibrado, resiliente y justo para todo el país.