Llega de la Feria del Libro de Bogotá (Colombia) con cierto jet lag, aunque la emoción por su última novela eclipsa cualquier atisbo de sueño, mucho más de impaciencia. Fernando Benzo (Madrid, 1964) ganó el premio Azorín de Novela en 2023 con una novela de delincuencia callejera potentísima, Los perseguidos. En su nuevo título, El dragón negro (Planeta), retoma el hilo argumental, el del crimen, si bien ahora lo viste de lujo con un toque internacional y casi cosmopolita. Pero el tejido es el mismo, una prosa arriesgada, situaciones que se suceden de manera intangible para el lector y la seguridad de que lo que cree, no es. Ello, con una pareja de inspectores tan antagónica que uno no sabe si terminarán matándose entre sí. Todo lo que puede pasar pasa en esta novela sobre la comunidad china afincada en Madrid, un descubrimiento para el propio escritor que tampoco dejará tal cual a quien lo lea. El yin y el yan en estado puro: hay que elegir el lado en que uno quiere estar.

Lo que quería era crear, deliberadamente, personajes conflictivos, moralmente, como el inspector Roi Conde

Si no quisiera entretener, escribiría aburridísimos ensayos sociales, pero jamás haré eso

Mis novelas están absolutamente vinculadas con la realidad, me gusta pegarme a la ella y sacar los trapos sucios

Me he hecho muy adicto a los personajes femeninos