Era una típica casa de ladrillo que se renovó con una idea muy clara y materiales fuera de lo común

Una pareja reconfiguró su casa en Ituzaingó usando superficies poco frecuentes y aditivos retro para darle un aire calmo además de hacerla única

Abr 25, 2025 - 15:02
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Era una típica casa de ladrillo que se renovó con una idea muy clara y materiales fuera de lo común

Hoy volvemos a visitar la primera casa del arquitecto Alejo Fernández Renati que publicamos en Living, la que remodeló hace años para su familia. Acá se revela un trazo de originalidad que continuó exponencialmente en casas con nombre propio, como Rita o María, y que les recomendamos vean en su cuenta de Instagram. Pero nos gustó la idea de mirar los orígenes.Mirando desde el jardín, se puede adivinar la dimensión original de la casa y observar cómo se integra la ampliación vidriada con galería.

Alejo Fernández Renati remodeló su casa sumando un amplio living-comedor y flamante galería, mientras que la ambientación corrió por cuenta de su mujer, Agostina Geya, creadora de Muc, muebles a medida, y al frente del departamento interiorismo de Estudio Geya.En los tiempos muertos de la obra, Alejo construyó un horno de barro.

La galería tiene un sector techado con chapa y fenólico y otro cubierto con los marcos de cajas: la idea es que, a través de ellos, trepe una gran enredadera. Mesa con base de hierro y tablones rústicos armada por Alejo, sillas Mar del Plata y lámparas ‘Glass’ (Estudio Geya).

En el living y la galería, el techo se recubrió con las planchas de fenólico de las cajas para embalar autopartes. Con esta ingeniosa incorporación y un piso de cemento alisado, se dio continuidad entre los espacios.

Agostina encontró estos sillones por casualidad e intuyó su potencial. Los pintó de negro y quedaron perfectamente adaptados a la propuesta. A la izquierda asoma el lugar de guardado en ladrillo de la cocina.Vista desde el living hacia la cocina abierta, pero con espacio propio. Originalmente, la casa llegaba hasta la columna.

Sin miedo a incorporar materiales de manera novedosa, en el lateral del living usaron chapa acanalada negra, el color de las carpinterías.

El escritorio es un hallazgo de Agostina: encontró la base en la calle y la completó con una tapa de madera y un sillón que define como ‘una joyita de Mercado Libre’. Mesa de madera hecha por Alejo y sillas antiguas compradas a dos vendedores diferentes y retapizadas en cuero.

Cocina a continuación

“Usamos un mueble de cocina que teníamos, sumamos algunos detalles y pintamos todo de negro –a tono con la mesada– para unificarlo. Sorprendentemente el color no achica el espacio, al contrario”Las lámparas de techo diseñadas por Agostina se conectaron con un cable bien grueso y oscuro, a tono con el mobiliario.

La ventana de hierro y vidrio repartido estaba en otro sector de la casa, y se readaptó para usarse sobre la superficie de trabajo. Al fondo, una puerta corrediza pintada de celeste oculta el lavadero. En línea con la columna estructural que divide la cocina, una estantería antigua con finos parantes blancos y base enrejada para sumar guardado.La pared de ladrillo se diagramó como una estantería a medida, con nichos para alojar el bar.

El sector privado

Los juguetes de los chicos ya tienen color propio (y cuánto). Por eso, en su cuarto fui con una paleta neutra, más prolija. El detalle de los listones en la pared y la cama son obra de Alejo”, nos decía Agostina Geya.

Una remera de River de cuando Alejo era chico, raquetas de un abuelo, dibujos de una tía: los elementos colgados son todos estéticos, retro y con valor afectivo.

En el cuarto de Borja, los juguetes están al alcance de su mano, en canastos debajo y al lado de la cama.

Verdadera suite

“Agrandamos un poco el dormitorio y le sumamos la bacha: con eso logramos que el baño principal quedara mucho más amplio”, nos contaban sobre uno de los grandes trucos de la ampliación.LIVING Casa Borja en Ituzaingó arq Fernández Renati

A un lado del ventanal, una pequeña expansión dio el lugar justo para la cama con respaldo de género gris topo y cubrecama de lino, mesas de luz antiguas y un estante con fotos enmarcadas.

Al igual que en la cocina, el sector que se amplió tiene ladrillo a la vista pintado de blanco.

Al otro lado del dormitorio, el vanitory de madera rústica con un espejo, armado por Agostina con listones sobrantes de la obra y lámparas.