En Rumania y Gran Bretaña avanza la ultraderecha

En Inglaterra triunfó, en elecciones locales, el partido Reforma UK, liderado por Nigel Farage.

May 4, 2025 - 23:48
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En Rumania y Gran Bretaña avanza la ultraderecha

Madrid.- El candidato ultranacionalista, afín al movimiento trumpista Make Europa Great Again (MEGA) y a Rusia, George Simion, pasó en primer lugar a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Rumania, que se definirán el próximo domingo 25 de mayo.

Las elecciones primarias de este domingo 4 de mayo se dan luego de ser anulados los comicios del año pasado, pues el Tribunal Constitucional señaló que la interferencia rusa fue determinante en el proceso electoral.

Calin Georgescu fue el ganador de la primera vuelta que el Tribunal Constitucional anuló, por la ayuda rusa a través de guerra sucia en redes sociales, que habría favorecido a este singular admirador del fascismo y del nazismo.

Los candidatos que quedaron en primer (Georgescu) y segundo lugar (la periodista Elena Lasconi, europeísta) no pudieron presentarse a la elección repetida, y el sitio de Georgescu como abanderado ultranacionalista lo tomó George Simion que, de acuerdo con resultados a boca de urna, alcanzó el 33.1 por ciento de las preferencias.

El segundo lugar, para pasar a la elección definitiva, era disputado entre el liberal Crin Antonescu y el independiente Nicusor Dan, popular alcalde de la capital, Bucarest.

La victoria parcial del candidato de ultraderecha, nacionalista, antimigrantes, trumpista y prorruso en Rumania, se dio dos días después de que en Inglaterra triunfara, en elecciones locales, el partido Reforma UK, liderado por Nigel Farage.

El avance de la extrema derecha en Gran Bretaña pone a Farage, según analistas españoles, a ‘tiro de piedra de Downing Street’, pues arrebata a los ‘tories’ la supremacía electoral de la derecha británica.

Más allá del camino de Farage (anti Europa y parte del círculo más extremista de Donald Trump, a quien ha acompañado en los eventos organizados por Steve Bannon), lo que parece una realidad inevitable es la ruptura del centenario bipartidismo británico.