El PP y China: una "oportunidad" cuando fueron Feijóo, Rajoy y Cospedal, pero "entrega al comunismo" si viaja Sánchez

El hoy líder de los populares volvió "satisfecho" de Pekín en 2017, cuando como presidente gallego abogó por "seguir trabajando" con el país asiático; la exsecretaria general firmó un memorándum con el gobierno comunista en 2013 y Rajoy se reunió con Xi Jinping en sus dos visitasEl PP ataca el viaje de Sánchez a China por crear “tensión dentro de la UE” pese a las visitas previas de ministros y comisarios El Partido Popular de Alberto Núñez Feijóo ha situado en el centro de sus ataques al Gobierno el viaje del jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, a China y Vietnam de toda esta semana. Al ocurrir al mismo tiempo que los movimientos de la guerra arancelaria lanzada por el presidente estadounidense, Donald Trump, distintos dirigentes del principal partido de la oposición han cargado en últimos días con dureza contra las visitas internacionales de Sánchez y todos ellos han acusado al presidente del Gobierno de “generar tensión internacional”. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, llegó a asegurar que el viaje de Sánchez suponía una “entrega al comunismo” de España. La dirigente madrileña suele recibir al embajador chino en Madrid y el PP, cuando ha estado en el poder, siempre ha considerado que las visitas al país asiático eran una “oportunidad” para los negocios españoles. El propio Feijóo fue a Pekín en 2017 en viaje oficial cuando era presidente de la Xunta de Galicia. Mariano Rajoy realizó dos visitas similares a la de Sánchez en 2014 y 2017, en su etapa como presidente del Gobierno. En ambas ocasiones se reunió con el presidente del país, el comunista Xi Jinping, poniendo en valor esos encuentros. Todo ocurrió después de que en 2013 la entonces secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, se desplazara hasta China para firmar un memorándum de colaboración entre su formación política y el Partido Comunista, el único permitido en el país. En el año 2000, el entonces presidente del Gobierno José María Aznar, que ahora considera un “grave error” el desplazamiento de Sánchez, también viajó a ver a los máximos mandatarios chinos. Con ese pasado de “colaboración” entre el PP y China, y cuando Sánchez ni siquiera había llegado aún al país asiático, Ayuso aseguró que el objetivo del presidente del Gobierno con su desplazamiento era “entregar” a la nación española y sus intereses. La presidenta madrileña, cuyo Gobierno sigue recordando que en 2023 recibió en su despacho al embajador chino en España –con quien intercambió regalos–, ha sido ahora la dirigente del PP más dura con el viaje del jefe del Ejecutivo. Ayuso mantiene una confrontación permanente con el Gobierno de coalición desde hace años. “Sánchez ha ido a China al servicio de [el expresidente] Zapatero y su Internacional antioccidente, a homenajear la memoria de tiranos sanguinarios y a dejar a España aislada en el mundo y enfrentada a sus socios”, escribió la presidenta madrileña en su perfil de X desde Ecuador, a donde viajó esta semana. “No cabe mayor traición que entregar tu nación y sus intereses a otras potencias para sus intereses”, apuntó, en rueda de prensa, desde ese país. A su juicio, el presidente del Gobierno “está enrolado” en una “campaña personal para lavar su imagen”. “Y para entregarnos a intereses del comunismo chino, que es lo primero que ha hecho, entregarse al comunismo chino en todos los actos que ha hecho. Eso es lo menos español y lo menos occidental que hay”, agregó. En realidad Sánchez aún no había pisado suelo chino cuando Ayuso pronunció esas palabras. Estuvo en Vietnam hasta el jueves. Ayuso recibiendo al embajador de China en España, en 2023 Desde la dirección nacional del PP las críticas se repitieron ese mismo día. La vicesecretaria de Educación y Sanidad, Ester Muñoz, aseguró que Sánchez debió haber cancelado el viaje porque “los socios europeos no ven con buenos ojos este acercamiento” y porque “genera una tensión internacio

Abr 12, 2025 - 06:12
 0
El PP y China: una "oportunidad" cuando fueron Feijóo, Rajoy y Cospedal, pero "entrega al comunismo" si viaja Sánchez

El PP y China: una "oportunidad" cuando fueron Feijóo, Rajoy y Cospedal, pero "entrega al comunismo" si viaja Sánchez

El hoy líder de los populares volvió "satisfecho" de Pekín en 2017, cuando como presidente gallego abogó por "seguir trabajando" con el país asiático; la exsecretaria general firmó un memorándum con el gobierno comunista en 2013 y Rajoy se reunió con Xi Jinping en sus dos visitas

El PP ataca el viaje de Sánchez a China por crear “tensión dentro de la UE” pese a las visitas previas de ministros y comisarios

El Partido Popular de Alberto Núñez Feijóo ha situado en el centro de sus ataques al Gobierno el viaje del jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, a China y Vietnam de toda esta semana. Al ocurrir al mismo tiempo que los movimientos de la guerra arancelaria lanzada por el presidente estadounidense, Donald Trump, distintos dirigentes del principal partido de la oposición han cargado en últimos días con dureza contra las visitas internacionales de Sánchez y todos ellos han acusado al presidente del Gobierno de “generar tensión internacional”. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, llegó a asegurar que el viaje de Sánchez suponía una “entrega al comunismo” de España.

La dirigente madrileña suele recibir al embajador chino en Madrid y el PP, cuando ha estado en el poder, siempre ha considerado que las visitas al país asiático eran una “oportunidad” para los negocios españoles. El propio Feijóo fue a Pekín en 2017 en viaje oficial cuando era presidente de la Xunta de Galicia. Mariano Rajoy realizó dos visitas similares a la de Sánchez en 2014 y 2017, en su etapa como presidente del Gobierno. En ambas ocasiones se reunió con el presidente del país, el comunista Xi Jinping, poniendo en valor esos encuentros. Todo ocurrió después de que en 2013 la entonces secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, se desplazara hasta China para firmar un memorándum de colaboración entre su formación política y el Partido Comunista, el único permitido en el país. En el año 2000, el entonces presidente del Gobierno José María Aznar, que ahora considera un “grave error” el desplazamiento de Sánchez, también viajó a ver a los máximos mandatarios chinos.

Con ese pasado de “colaboración” entre el PP y China, y cuando Sánchez ni siquiera había llegado aún al país asiático, Ayuso aseguró que el objetivo del presidente del Gobierno con su desplazamiento era “entregar” a la nación española y sus intereses. La presidenta madrileña, cuyo Gobierno sigue recordando que en 2023 recibió en su despacho al embajador chino en España –con quien intercambió regalos–, ha sido ahora la dirigente del PP más dura con el viaje del jefe del Ejecutivo. Ayuso mantiene una confrontación permanente con el Gobierno de coalición desde hace años.

“Sánchez ha ido a China al servicio de [el expresidente] Zapatero y su Internacional antioccidente, a homenajear la memoria de tiranos sanguinarios y a dejar a España aislada en el mundo y enfrentada a sus socios”, escribió la presidenta madrileña en su perfil de X desde Ecuador, a donde viajó esta semana.

“No cabe mayor traición que entregar tu nación y sus intereses a otras potencias para sus intereses”, apuntó, en rueda de prensa, desde ese país. A su juicio, el presidente del Gobierno “está enrolado” en una “campaña personal para lavar su imagen”. “Y para entregarnos a intereses del comunismo chino, que es lo primero que ha hecho, entregarse al comunismo chino en todos los actos que ha hecho. Eso es lo menos español y lo menos occidental que hay”, agregó. En realidad Sánchez aún no había pisado suelo chino cuando Ayuso pronunció esas palabras. Estuvo en Vietnam hasta el jueves.

Ayuso recibiendo al embajador de China en España, en 2023

Desde la dirección nacional del PP las críticas se repitieron ese mismo día. La vicesecretaria de Educación y Sanidad, Ester Muñoz, aseguró que Sánchez debió haber cancelado el viaje porque “los socios europeos no ven con buenos ojos este acercamiento” y porque “genera una tensión internacional dentro de la propia Unión Europea”.

“Nos parece muy mal viaje y nos parece más que llega en el peor momento posible y de una forma muy irresponsable”, apuntó, arguyendo la guerra comercial iniciada por Trump. “Esta visita no responde a intereses nacionales, no responde a intereses europeos, no va buscando mejorar la situación de los aranceles, a lo mejor responde más a intereses de algunos particulares. No podemos estar más que en contra”, señaló también esta semana Juan Bravo, el máximo responsable económico de la ejecutiva de Feijóo.

El hoy líder del PP viajó a China en junio de 2017, cuando era presidente de la Xunta de Galicia. Las crónicas del momento, como la de La Voz de Galicia, explicaron entonces que Feijóo se había mostrado altamente “satisfecho” por la visita al país asiático al que se desplazó, según esas mismas informaciones, con el objetivo de conseguir “un crecimiento de las exportaciones”. “Con una especial proyección para el sector agroalimentario gallego y la posibilidad de que los inversores chinos” siguieran inyectando capital en la comunidad “para dar solidez financiera a iniciativas con base en Galicia”, añadió. Feijóo defendía entonces que China era “la segunda potencia económica del mundo” y que debía atraer a “una economía abierta y competitiva como la gallega, que está ganando año a año capacidad de exportación”, informó, en ese momento, la agencia EFE.

Como presidente gallego, Feijóo fue al principal país asiático junto a una treintena de empresarios españoles y se reunió con el viceministro chino de Relaciones Exteriores con la Unión Europea, Guo Yezhou, miembro del partido único, el comunista. “Hay una determinación de las empresas gallegas de incorporarse al mercado chino”, remarcó el ahora líder del PP, que estuvo en la ciudad de Luoyang y también en Shanghái.

Rajoy y Xi Jinping, en la visita del primero a China en 2014.

Mariano Rajoy viajó a China en dos ocasiones durante su mandato como presidente del Gobierno. En 2014 se reunió con el primer ministro del país, Li Keqiang, y según explicó su equipo entonces ambos coincidieron en que las relaciones económicas, comerciales y de inversión entre España y China debían “reforzarse”. “Los viajes que realizo y las visitas que recibo siempre son una oportunidad para ayudar a las empresas”, señaló Rajoy durante la visita. El entonces jefe del Ejecutivo aseguró que las relaciones bilaterales eran “muy buenas”.

“En definitiva, hay buenas bases para que los negocios entre ambos países se desarrollen y lo hagan, además, protegidos por nuestras instituciones y con el apoyo de este Gobierno para el que es un área de trabajo prioritaria”, zanjó, antes de calificar a China de “mercado de referencia” y a su economía como “la más dinámica del mundo”.

El objetivo de Rajoy, según dijo entonces la Moncloa, era que más empresas españolas trabajaran en China. “Pero también queremos más inversión china en España y, en este sentido, se están produciendo múltiples alianzas entre empresas de ambos países que crearán nuevas oportunidades de negocio”, añadió. En esa primera visita Rajoy se reunió también con el presidente, Xi Jinping, y con el entonces presidente de la Asamblea Nacional Popular, Zhang Dejiang.

Rajoy y Xi Jinping durante la visita del expresidente español a China de 2017.

Rajoy repitió el viaje en 2017 y volvió a verse con Xi Jinping. Entonces resaltó ante el presidente chino el “potencial” de las empresas españolas en el sector de las infraestructuras. Trasladó además en nombre del rey la invitación para que, cuando su agenda se lo permitiera, realizara “una visita de Estado a España”. Ese viaje del mandatario chino a Madrid se produjo finalmente en 2018, con Sánchez como presidente. Pero un año antes de la visita de Xi Jinping, Rajoy también mantuvo una reunión en la propia China con el primer ministro del país en la que el jefe del Ejecutivo español le transmitió la “trascendencia” que para España tenían, a su juicio, las relaciones entre ambos países.

La estrategia de acercamiento del PP a China se había reforzado cuatro años antes, en 2013, cuando la secretaria general del PP del momento, María Dolores de Cospedal, firmó un acuerdo con el Partido Comunista de China en el que la formación conservadora se comprometió a respetar y no intervenir en los “asuntos internos” del país asiático a cambio de “favorecer” la cooperación bidireccional en los “ámbitos económico, comercial, científico, tecnológico y cultural”. Las dos partes suscribieron un memorándum de “entendimiento, intercambio y cooperación”.

Cospedal intentó dejar claro que al PP le interesaba el buen entendimiento con el partido que tiene el poder en China desde 1949.

Visita de José María Aznar a China, en 2000.

Este sitio utiliza cookies. Al continuar navegando por el sitio, usted acepta nuestro uso de cookies.