El fundido en negro que afectó a toda España y Portugal tocó muy seriamente a la Comunidad de Madrid. Una región volcada en los servicios, en la que hay más de 10.000 restaurantes, 65.000 comercios minoristas y 38.000 mayoristas, se vio abocada a cierres masivos porque faltaba lo esencial: electricidad para que funcionaran las luces, las cajas registradoras, las terminales de pago con tarjeta, y los cierres de las puertas. Todo ello ha tenido un serio coste económico, que las primeras estimaciones cifran en torno a los 300 millones de euros . El portavoz del Gobierno autonómico y consejero de Presidencia, Justicia y Administración Local, Miguel Ángel García Martín, adelantó ayer esta cifra, que según confesó, se basaba en la...
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