Cómo aprovechar al máximo el típico rincón enano que queda junto a la nevera
Quien haya vivido en una cocina pequeña sabe que cada centímetro cuadrado cuenta. Y sin embargo, el hueco entre el frigorífico y la pared suele ser el rincón más subestimado del hogar. Ese mini espacio que parece inútil puede esconder la despensa más ingeniosa que jamás hayas tenido. La clave está en dejar de verlo como un “resto de obra” y empezar a considerarlo una oportunidad. Una especie de rendija mágica capaz de guardar desde latas hasta cereales, si se le da el trato que merece. Porque no, no hace falta tirar tabiques ni reformar media cocina para ganar almacenamiento. En Directo al Paladar Así puedes convertir una terraza cutre en un práctico salón exterior Un usuario con un poco de maña y mucha paciencia, @homehacksidea, ha demostrado en reded que con unas cuantas maderas, ruedas y tornillos se puede construir un mueble deslizante que se mimetiza perfectamente con la cocina. Y lo mejor: nadie adivinaría lo que esconde hasta que lo sacas. Este tipo de proyectos responde a una lógica infalible: si no puedes expandirte en metros cuadrados, hazlo en ingenio. La idea de aprovechar espacios residuales no es nueva, pero rara vez se ejecuta con tanta precisión estética y funcional. Lo interesante del caso es que el mueble no solo cumple su función de despensa oculta, también actúa como separador visual, organizador y casi que elemento decorativo. Todo con un coste muy inferior al de una solución comercial. Además, permite tener los productos más usados siempre a mano, sin saturar los armarios superiores ni depender del caos del bajo fregadero. Un oasis de orden dentro del clásico desorden culinario. @homehacksidea DYI IKEA kitchen back hack

Quien haya vivido en una cocina pequeña sabe que cada centímetro cuadrado cuenta. Y sin embargo, el hueco entre el frigorífico y la pared suele ser el rincón más subestimado del hogar. Ese mini espacio que parece inútil puede esconder la despensa más ingeniosa que jamás hayas tenido.
La clave está en dejar de verlo como un “resto de obra” y empezar a considerarlo una oportunidad. Una especie de rendija mágica capaz de guardar desde latas hasta cereales, si se le da el trato que merece. Porque no, no hace falta tirar tabiques ni reformar media cocina para ganar almacenamiento.
Un usuario con un poco de maña y mucha paciencia, @homehacksidea, ha demostrado en reded que con unas cuantas maderas, ruedas y tornillos se puede construir un mueble deslizante que se mimetiza perfectamente con la cocina. Y lo mejor: nadie adivinaría lo que esconde hasta que lo sacas.
Este tipo de proyectos responde a una lógica infalible: si no puedes expandirte en metros cuadrados, hazlo en ingenio. La idea de aprovechar espacios residuales no es nueva, pero rara vez se ejecuta con tanta precisión estética y funcional.
Lo interesante del caso es que el mueble no solo cumple su función de despensa oculta, también actúa como separador visual, organizador y casi que elemento decorativo. Todo con un coste muy inferior al de una solución comercial.
Además, permite tener los productos más usados siempre a mano, sin saturar los armarios superiores ni depender del caos del bajo fregadero. Un oasis de orden dentro del clásico desorden culinario.
@homehacksidea DYI IKEA kitchen back hack