El Gobierno quiere sostener a García-Mansilla en la Corte, pero no insistirá en el caso de Ariel Lijo
Tras el doble revés en el Senado, la suerte de uno y otro se dividen; para Balcarce 50, el catedrático debería seguir hasta noviembre; no habrá segunda vuelta para el juez federal

El Gobierno recibió un durísimo revés en el Senado, que esta noche rechazó los pliegos de Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla para integrar la Corte Suprema de Justicia, a la que habían sido candidateados por el presidente Javier Milei el 20 de marzo pasado de 2024. El golpe ya estaba en los planes de la Casa Rosada, que apenas minutos después de consumado emitió un comunicado de la Oficina del Presidente, preparado de antemano y apelando a atacar a quienes votaron en contra en la Cámara alta.
Al cierre de esta jornada, desde Balcarce 50 sostenían que García-Mansilla seguirá en su cargo hasta noviembre próximo, plazo en el que vence su designación en comisión, y que no insistirán en el caso del cuestionado juez federal Lijo, que no llegó a asumir y jurar ante la Corte por negarse a renunciar a su juzgado.
Después de meses de idas y vueltas, el Gobierno se encontró con su más duro revés a nivel parlamentario. Incluso todos los intentos de último minuto que hizo la Casa Rosada para evitar la votación (los pedidos a los senadores para que no dieran quorum, la intentona de amedrentar al kirchnerismo con el proyecto de ficha limpia y el manotazo para postergar la sesión) fallaron. Finalmente, ambos pliegos fueron rechazados por la Cámara alta, lo que inaugura un problema institucional para el Poder Ejecutivo.
“La Oficina del Presidente repudia la decisión del Senado de la Nación de rechazar los pliegos propuestos por el presidente Javier Milei para integrar la Corte Suprema de Justicia”, expresaron en un comunicado compartido por la Oficina del Presidente y argumentaron que los documentos permanecieron “a disposición” en el recinto durante el último año pero “dilataron” la votación: “Optaron por priorizar la preocupación por sus causas judiciales y las de sus dirigentes, en detrimento del funcionamiento de uno de los tres poderes de la República”.
El Gobierno apuntó a la “casta” con la que intentaron, sin suerte, negociar a lo largo de 2024 y parte de este 2025, y de haber dado por sentado, en más de una oportunidad, que estaban los votos para avanzar con ambos pliegos.
Pese a que esas negociaciones se intentaron y fracasaron, Milei las desconoció al caer la noche. “Principio de revelación. ¿Dónde están todos los que decían que yo tenía un pacto de impunidad con la ex Presidente doblemente condenada?”, escribió en su cuenta de X, en alusión a Cristina Kirchner, y se preguntó si políticos y periodistas pedirían perdón.
pic.twitter.com/bEZhN1zytb— Oficina del Presidente (@OPRArgentina) April 3, 2025
Altas fuentes de la gestión de Milei señalaron que el Gobierno pretende que el catedrático García-Mansilla (que a diferencia de Lijo logró prestar juramento y sentarse en el máximo tribunal) permanezca en su puesto en la Corte hasta que finalice el período legislativo, a fin de año. “Sí, queremos que se quede”, dijo un importante funcionario a LA NACION.
“Mansilla sigue hasta noviembre, sin duda”, recalcaron. “Desde el punto de vista del Gobierno no tendría que renunciar, pero desconocemos lo que va a hacer”, dijeron otras de las voces consultadas.
En Balcarce 50 siempre dijeron que García-Mansilla “debe seguir sentado en el máximo tribunal porque fue nombrado por decreto en comisión” y que el rechazo del Senado no puede alterar la decisión presidencial. Una mirada opuesta a la del peronismo, que hoy en los discursos del Senado tildó de ilegítima y “nula” la situación del catedrático en la Corte.
Sin embargo, en los últimos días trascendió que García-Mansilla, como una resolución personal, podría decidir no continuar sentado en la Corte con el rechazo del Senado a cuestas. Es probable que termine siendo objeto de múltiples planteos y recusaciones de parte de los interesados en los casos que lleguen a la Corte. El juez federal de La Plata Alejo Ramos Padilla tiene a cargo la causa en la que se reclama la inconstitucionalidad del decreto del Poder Ejecutivo que nombró en comisión a los jueces en la Corte.
En la noche de este jueves, fuentes muy cercanas al catedrático sostuvieron que: “dado que asumió una responsabilidad institucional en lo inmediato realizara una presentación formal para consultar con sus colegas de la Corte en qué estatus queda su investidura como juez”.
Una alta fuente del Gobierno aseguró, pese a esos trascendidos, que el catedrático seguirá en el cargo. “No se va a ir”, afirmó el funcionario a LA NACION. En Gobierno detallaban que “está nombrado en Comisión hasta el 30 de noviembre -cuando termina el año legislativo- y al día siguiente el mismo mandatario puede insistir o bien con un nuevo decreto o esperar al 10 de diciembre, cuando cambie la conformación de la Cámara, en la que los libertarios apuntan a tener números más favorables.
Las diferencias entre García Mansilla, que siempre fue el candidato de Javier Milei, y el de Lijo, que en el propio gobierno admiten que fue sugerencia del ministro de la Corte, Ricardo Lorenzetti, son sustanciales. Por Lijo el Gobierno entendía que se agotaron las instancias. “No se va a insistir. El gobierno ya puso sobre la mesa todo lo que tenía para negociar: ampliación de la Corte, vacantes de jueces de todo el país. Ya está, se rechazó. No se va a insistir”. Y agregaban que por el momento “no habrá nada salido de la galera”.