El Gobierno de Pradales pacta el convenio del profesorado con subidas de más del 7% en cuatro años con todos menos ELA
Más de quince horas de negociación con Steilas, LAB, Interinok y CCOO han puesto fin a quince años sin acuerdo en la enseñanza pública y a las huelgasUrkullu lanza su 'lobby' europeísta eAtlantic con las grandes empresas vascas pero sin buscar “protagonismo político” Quince horas (o más incluso) son muchas en un viernes de primavera -aunque haya sido una jornada lluviosa en Vitoria, el escenario de esta historia- pero alguien habrá razonado que más lo son quince años y que el esfuerzo bien valía la pena. A las 22.49 horas, la consejera de Educación, Begoña Pedrosa, ha podido respirar al ver que ha firmado el convenio del profesorado de la enseñanza pública vasca, que afecta a 27.000 docentes, tras haber iniciado las conversaciones a mediodía y haber arrancado el día mucho antes, exactamente a las tres de la madrugada. Solamente ELA se ha quedado fuera del pacto, que incluye a las centrales Steilas, LAB, Interinok, CCOO y UGT. Implica una subida salarial del entorno del 7% al margen de las mejoras generales. El anterior acuerdo se cerró hace quince años, con la socialista Isabel Celaá de consejera. En estos lustros ha tenido tiempo de ser ministra y ahora es embajadora de España en el Vaticano (y en la soberana Orden de Malta). Por la silla de Pedrosa han pasado también Cristina Uriarte y Jokin Bildarratz, que nunca pudieron realizar este anuncio. En Euskadi, la 'fumata blanca' ha llegado después de nueve jornadas de huelga a lo largo de este curso escolar y con la convocatoria en ciernes de otras cinco para la semana próxima. En principio, quedan canceladas, como anhelaba el Gobierno. El 'sí' lo han dado primero los sindicatos Steilas, CCOO e Interinok primero y ha costado más con LAB. Es una mayoría cualificada en la mesa negociadora a pesar del 'no' de ELA. El Ejecutivo de Imanol Pradales, en menos de un año en Ajuria Enea, ha logrado lo que Iñigo Urkullu no consiguió en doce. Y es que, además del más importante de los convenios educativos -antes se cerraron pactos para limpieza, comedores o Haurreskolak-, también ha firmado el de la Ertzaintza, igualmente pendiente de la etapa socialista de 2009-2012, y está reencauzando las relaciones con la parte social en Osakidetza, que celebró las primeras elecciones sindicales en más de una década. A falta de detalles, el nuevo acuerdo regulador para la enseñanza pública -que en Euskadi apenas afecta al 50% del total- iba a implicar un sistema de mejoras retributivas adicionales a las generales para todos los funcionarios, que vienen pautadas en los presupuestos del Estado. Inicialmwnte se habló de un sistema con un nuevo complemento con una parte fija y otra variable en función del PIB autonómico. En las últimas horas se había mejorado la propuesta hasta dar un marco de mejoras máximas de entorno al 7,7% si la economía vasca crece por encima del 2%. El incremento mínimo sin variables rondaría el 6,13%. Los sindicatos firmantes aluden a una subida plurianual cercana al 7% y no hablan de variables. Además, había una voluntad de recuperar el sistema por el cual los interinos que trabajen más de 165 días tengan derecho a la 'extra' de verano y a otras licencias y permisos, como los funcionarios de carrera. Educación estaba empeñado en que la negociación girara más en torno a la mejora del sistema educativo y no tanto sobre las tablas salariales. Es algo que no ocurrió hace solamente unos meses cuando se inyectaron 67 millones a las patronales de la concertada, ikastolas, centros religiosos y cooperativas, para que equiparasen nóminas del personal. Finalmente, este apartado se ha saldado con un retoque en los ratios de alumnando por aula: en Primaria, en vez de 23 estudiantes, serán 22. La jornada ha sido caótica. O un “cachondeo”, en definición de una de las negociadoras de la parte social. El jueves se produjo la primera reunión entre las partes en un mes. Aquel intentó incluyó una jornada que acabó en la siguiente, a las dos de la madrugada. Hubo próximo un acuerdo pero la cuerda se tensó demasiado. Ese recuerdo estaba en la mente de todos. Solamente la cercanía de las nuevas huelgas -cerca de la evaluación y de la Selectividad- hizo a la consejera Pedrosa prometer que se iba a “atornillar” a la mesa de negociación hasta lograr un consenso mayoritario. Esto fue el martes. Es probable que la frase le persigue hasta el final de la legislatura. Sin embargo, la consejera ha delegado en sus viceconsejeras Lucía Torrealday y Blanca Guerrero. También ha participado Eugenio Jiménez, director de centros. Y Unai Nieto, directo de Recursos Humanos. Y eso que Pedrosa tiene experiencia negociadora directísima. Hace tres años, siendo ella la viceconsejera de Jokin Bildarratz, tuvo otro largo viernes en el Parlamento Vasco para terminar de negociar el acuerdo educativo que sentó las bases de la ley de 2023. Ese encuentro del jueves se cerró sin acuerdos aunque con el compromiso de qu

Más de quince horas de negociación con Steilas, LAB, Interinok y CCOO han puesto fin a quince años sin acuerdo en la enseñanza pública y a las huelgas
Urkullu lanza su 'lobby' europeísta eAtlantic con las grandes empresas vascas pero sin buscar “protagonismo político”
Quince horas (o más incluso) son muchas en un viernes de primavera -aunque haya sido una jornada lluviosa en Vitoria, el escenario de esta historia- pero alguien habrá razonado que más lo son quince años y que el esfuerzo bien valía la pena. A las 22.49 horas, la consejera de Educación, Begoña Pedrosa, ha podido respirar al ver que ha firmado el convenio del profesorado de la enseñanza pública vasca, que afecta a 27.000 docentes, tras haber iniciado las conversaciones a mediodía y haber arrancado el día mucho antes, exactamente a las tres de la madrugada. Solamente ELA se ha quedado fuera del pacto, que incluye a las centrales Steilas, LAB, Interinok, CCOO y UGT. Implica una subida salarial del entorno del 7% al margen de las mejoras generales.
El anterior acuerdo se cerró hace quince años, con la socialista Isabel Celaá de consejera. En estos lustros ha tenido tiempo de ser ministra y ahora es embajadora de España en el Vaticano (y en la soberana Orden de Malta). Por la silla de Pedrosa han pasado también Cristina Uriarte y Jokin Bildarratz, que nunca pudieron realizar este anuncio. En Euskadi, la 'fumata blanca' ha llegado después de nueve jornadas de huelga a lo largo de este curso escolar y con la convocatoria en ciernes de otras cinco para la semana próxima. En principio, quedan canceladas, como anhelaba el Gobierno. El 'sí' lo han dado primero los sindicatos Steilas, CCOO e Interinok primero y ha costado más con LAB. Es una mayoría cualificada en la mesa negociadora a pesar del 'no' de ELA.
El Ejecutivo de Imanol Pradales, en menos de un año en Ajuria Enea, ha logrado lo que Iñigo Urkullu no consiguió en doce. Y es que, además del más importante de los convenios educativos -antes se cerraron pactos para limpieza, comedores o Haurreskolak-, también ha firmado el de la Ertzaintza, igualmente pendiente de la etapa socialista de 2009-2012, y está reencauzando las relaciones con la parte social en Osakidetza, que celebró las primeras elecciones sindicales en más de una década.
A falta de detalles, el nuevo acuerdo regulador para la enseñanza pública -que en Euskadi apenas afecta al 50% del total- iba a implicar un sistema de mejoras retributivas adicionales a las generales para todos los funcionarios, que vienen pautadas en los presupuestos del Estado. Inicialmwnte se habló de un sistema con un nuevo complemento con una parte fija y otra variable en función del PIB autonómico. En las últimas horas se había mejorado la propuesta hasta dar un marco de mejoras máximas de entorno al 7,7% si la economía vasca crece por encima del 2%. El incremento mínimo sin variables rondaría el 6,13%. Los sindicatos firmantes aluden a una subida plurianual cercana al 7% y no hablan de variables. Además, había una voluntad de recuperar el sistema por el cual los interinos que trabajen más de 165 días tengan derecho a la 'extra' de verano y a otras licencias y permisos, como los funcionarios de carrera.
Educación estaba empeñado en que la negociación girara más en torno a la mejora del sistema educativo y no tanto sobre las tablas salariales. Es algo que no ocurrió hace solamente unos meses cuando se inyectaron 67 millones a las patronales de la concertada, ikastolas, centros religiosos y cooperativas, para que equiparasen nóminas del personal. Finalmente, este apartado se ha saldado con un retoque en los ratios de alumnando por aula: en Primaria, en vez de 23 estudiantes, serán 22.
La jornada ha sido caótica. O un “cachondeo”, en definición de una de las negociadoras de la parte social. El jueves se produjo la primera reunión entre las partes en un mes. Aquel intentó incluyó una jornada que acabó en la siguiente, a las dos de la madrugada. Hubo próximo un acuerdo pero la cuerda se tensó demasiado. Ese recuerdo estaba en la mente de todos.
Solamente la cercanía de las nuevas huelgas -cerca de la evaluación y de la Selectividad- hizo a la consejera Pedrosa prometer que se iba a “atornillar” a la mesa de negociación hasta lograr un consenso mayoritario. Esto fue el martes. Es probable que la frase le persigue hasta el final de la legislatura. Sin embargo, la consejera ha delegado en sus viceconsejeras Lucía Torrealday y Blanca Guerrero. También ha participado Eugenio Jiménez, director de centros. Y Unai Nieto, directo de Recursos Humanos. Y eso que Pedrosa tiene experiencia negociadora directísima. Hace tres años, siendo ella la viceconsejera de Jokin Bildarratz, tuvo otro largo viernes en el Parlamento Vasco para terminar de negociar el acuerdo educativo que sentó las bases de la ley de 2023.
Ese encuentro del jueves se cerró sin acuerdos aunque con el compromiso de que llegaría una oferta del Gobierno. Así ha empezado el viernes, con la oferta. “A las tres de la mañana”, según un delegado, ha entrado en el correo electrónico la propuesta. A las 9.30 horas, en el Parlamento Vasco, el líder de la oposición, Pello Otxandiano, de EH Bildu, le ha pedido explicaciones al lehendakari, Imanol Pradales, por la “tensión” en la enseñanza vasca. El jefe del Ejecutivo, sin Pedrosa presente, no ha dado detalles de la propuesta pero ha asegurado que no se puede condicionar la negociación “a golpe de huelgas” y menos a estas alturas del curso.
A las 12.00 horas, en la sede del Gobierno vasco, en Lakua, se han iniciado las reuniones. El lugar, la sala segunda de un ala de la planta baja del edificio nuevo de la Administración, junto al vestíbulo y una máquina de café táctil “antiCOVID” que ha subido su recaudación habitual. A lo largo de la jornada los presentes han tenido tiempo también de conocer otras máquinas en los rincones más ocultos del Gobierno, incluida una máquina que expendía zumo de naranja natural recién exprimido y otra de hamburguesas calientes. La primera cita, iniciada con algo de retraso, ha durado aproximadamente una hora. Después, han empezado los recesos. Los largos recesos. Hay que puede pensar que el día ha sido eso, una sucesión de recesos con alguna reunión en medio.
La siguiente cita estaba prevista a las 15.00 horas pero, realmente, ha arrancado mucho más tarde, pasadas las 16.00 horas. Para entonces, las oficinas centrales de la Administración vasca se habían vaciado ya de funcionarios que se iban de fin de semana. Incluso el vicelehendakari segundo, Mikel Torres, socialista y sin implicación en el asunto, ha comentado con los periodistas lo anómalo de que quedara gente un viernes por la tarde en Lakua. Ese segundo encuentro no ha durado más que unos pocos minutos. Muy pocos. Después ha arrancado un parón. Inicialmente iba a ser hasta las 18.30 horas, pero se ha cambiado la vuelta a las 19.30 horas y luego a las 20.30. Pero nada.
Durante el receso, los sindicatos se reunían entre ellos. También enviaban mensajes a sus afiliados por Telegram. En casos como el de ELA y CCOO, organizaciones de clase, a su delegación educativa se han sumado dirigentes, como Igor Eizagirre y Pablo García de Vicuña, respectivamente. La histórica de Steilas Nagore Iturrioz también se ha desplazado para dar “apoyo moral” a sus compañeras, que tienen ahora de portavoz a Haizea Arbide.
Miren Zubizarreta, la portavoz de ELA, no se ha quitado una pegatina del sindicato, la misma de las huelgas y manifestaciones. Ellos han sido los más claros. Ya daban por hecho a las 17.30 horas que su organización no iba a pactar nada. Argumentan que cambiar la referencialidad del IPC por el PIB no es asumible y que las mejoras salariales orillan que el poder adquisitivo perdido en estos lustros sin convenio alcanza el 20%, según sus cálculos.
Steilas, de su lado, entraba y salía de Lakua. Subían y bajaban también por las plantas. Como LAB. Una delegada de CCOO buscaba también un rincón para fumar a cada paso. Interinok, la central surgida específicamente para atender la realidad de los temporales, se ha instalado en una mesa redonda. Este organización apoyaba las movilizaciones pero no era convocante de las huelgas. La tensión de estos días ha sacado a luz tensiones y estrategias diferenciadas entre los propios sindicatos y no sólo entre la parte social y la patronal.
A las 19.00 horas había delegados que ya se habían aprovisionado de comida. Los pocos periodistas presentes -exclusivamente tres grupos de comunicación- empezaban a entretenerse con otras noticias del exterior. “Mikel Landa se ha caído en el Giro y ha acabado en el hospital”, contaba uno de ellos, que mostraba las imágenes del grave accidente.
A las 20.00 horas, una vigilante de seguridad avisaba de que las luces se iban a apagar o, al menos, a reducir su intensidad. Se acercaba la noche, aunque ahora los días son muy largos. Pero cundía la expectación. El Gobierno ya había preparado la sala de prensa para anunciar el acuerdo. Pero el micrófono de ETB se ha quedado solitario en medio del pasillo sin que nadie diera en él ninguna noticia.
Y es que, a las 20.30, hora final prevista para celebrar la reunión, los delegados han recibido con asombro un mensaje del Gobierno posponiendo “sine hore” el encuentro. Todo apuntaba a un intento de apurar negociaciones con LAB para sumarlo a última hora, aunque nadie confirmaba nada oficialmente. ELA ha encajado como “un cachondeo” seguir horas y horas de tensa espera. Ha querido forzar que la mesa se reuniera a las 20.45 horas pero, por 'email', Educación les ha prometido una cita definitiva a las 22.00 horas con la propuesta definitiva sobre la mesa. “Otra vez la misma historia”, protestaba ELA en Telegram y llamaba a la huelga. Mientras, otras organizaciones iban a por cena o incluso miraban hoteles. Dos representantes de UGT también aguantaban en Lakua a esas horas aunque tienen voz pero no voto en esta mesa de negociación y su posición, por lo tanto, es irrelevante. Otro vigilante de seguridad explicaba que esta noche no iban a cerrar las barreras del aparcamiento.
Pero a las 22.00 no ha habido reunión. A las 22.15, por WhatsApp, Educación confiaba en no estirar “mucho más” el asunto. Sin embargo, hasta las 22.30 no se han sentado alrededor de la mesa de negociación, de grandísimas dimensiones y sobre moqueta verdosa. A las 22.49, finalmente, ha llegado la noticia. “Histórica”, la consideraban algunos. Y en ambos lados de la mesa. En el 'sí', todos menos ELA, es decir, Steilas, LAB, Interinok y CCOO, así como también UGT.
Según Steilas, el sindicato mayoritario, las huelgas y movilizaciones han dado su fruto. La central señala también que otra premisa del pacto es hacer de la pública el eje en la enseñanza vasca, la más privatizada de todas las comunidades autónomas. ELA, por el contrario, ha acusado a todos los demás de plegarse a la patronal. Además de las diferencias sobre salarios, asegura que no se garantiza el cumplimiento de la ley en torno al tope de interinidad en el 8%. Eso sí, la central reconoce que con el pacto no es ya posible seguir en solitario con las huelgas. “Se ha perdido una oportunidad sin par para un mejor acuerdo”, han dicho a las once de la noche.
“El acuerdo alcanzado hoy permite abordar la mejora de resultados y los retos de la escuela pública vasca. Este acuerdo supone un importante incremento de recursos para el profesorado y los centros para que cuenten con el apoyo y las herramientas necesarias para mejorar los resultados académicos del alumnado”, ha enfatizado el Gobierno, que insiste en su tesis de que lo importante era mejorar el sistema y no tanto los salarios. ¿Qué puntos destaca el Ejecutivo del pacto? Además de la bajada de ratios, promete “más personal y nuevas figuras para atender al alumnado”, como “orientadores” o incluso “atención emocional”.
Alude, asimismo, a una “reducción de horas lectivas” en Infantil y Primaria -se quedarán en 22 horas- y en Secundaria y FP -17 como máximo-. Hay ampliación de permisos y licencias para lactancia o paternidad. Y medidas de conciliación cerradas casi a la medianoche de un viernes tras una jornada infinita. Se promete impulsar el euskera en las oposiciones. “El Gobierno vasco reafirma su voluntad de seguir avanzando, desde la escucha, la responsabilidad y el diálogo, con el objetivo de consolidar una escuela pública vasca más fuerte, inclusiva y capaz de responder a los retos del presente y del futuro. Seguiremos avanzando con determinación, desde la convicción de que cuidar, transformar y fortalecer el sistema educativo es cuidar el futuro del país”, ha solemnizado la consejera Pedrosa.