Italia bautizó a
Ronaldo Nazario como ‘Il Fenomeno’, fue
Fabio Capello quién descubriendo a
Messi en un
Gamper lo elevó a la categoría de Maradoniano, ahora es el turno de
Lamine Yamal, para el que piden ‘il pallone d oro’, ellos que siendo competitivos resisten huérfanos de figuras deslumbrantes refugiándose en el juego de equipo.
Lamine les ha vuelto locos. Es imprevisible, creativo, distinto, divertido, justo lo que les falta en el calcio. El Inter de
Thuram y
Lautaro es certero, demoledor, conciso, competitivo, muy competitivo. Por eso la divina obsesión por
Lamine Yamal lo hace especialmente básico en San Siro. Frenar a
Lamine, robarle los espacios, enjaularle, ponerle presión, esas son las consignas claras. La fijación por
Lamine provoca una correlación de beneficiados en el Barça.
Seguir leyendo...]]>