El destino peruano donde misionó el papa León XIV y que deslumbra con su cultura y gastronomía
Además de su gastronomía única, el norte de Perú suma un nuevo atractivo y se destaca por su cercanía con el nuevo papa.

Chiclayo, una vibrante ciudad ubicada en la costa norte del Perú, captó recientemente la atención mundial. Este interés se debe a su profunda conexión con el papa León XIV, quien desarrolló una parte crucial de su carrera pastoral en esta localidad.
Chiclayo: el hogar espiritual del papa León XIV
Nacido en Chicago, Robert Prevost, ahora papa León XIV, forjó su vocación misionera en la costa norte del Perú. Llegó al país en 1985 como joven misionero agustino y vivió allí por casi cuatro décadas.
Aunque ejerció también en Trujillo y Chulucanas, fue en Chiclayo donde echó raíces más profundamente y donde se definió su vocación. Vivió en Chiclayo por más de una década, sirviendo como párroco, vicario judicial y guía espiritual.
Chiclayo se convirtió en su hogar espiritual y su mayor vínculo con América Latina.
Catedral de Chiclayo Ernesto Benavides.
Una ciudad que deslumbra con su cultura e historia milenaria
Chiclayo es mucho más que la ciudad ligada al papa, es un epicentro cultural con una rica historia milenaria. En su territorio florecieron las culturas Lambayeque y Mochica, dejando un legado arqueológico impresionante.
El legado de estas civilizaciones, como las Tumbas Reales de Sipán y las Pirámides de Túcume, son hoy grandes atractivos turísticos y ejemplifican la rica herencia cultural de la región.
La ciudad también tiene importantes iconos religiosos y arquitectónicos. La Catedral de Chiclayo, una majestuosa iglesia neoclásica ubicada frente al Parque Principal, es un punto de referencia clave.
A poca distancia, la Cruz de Motupe es un símbolo de fe y el epicentro de una de las peregrinaciones más importantes del Perú. La elección del Papa colocó esta riqueza cultural y espiritual en la agenda global.
Chiclayo: capital de la gastronomía peruana del norte
La ciudad es reconocida como una de las más representativas de la cocina peruana, ofreciendo una variedad de platos típicos que reflejan la diversidad cultural del país.
Entre los manjares que los turístas deben probar se encuentran el delicioso arroz con pato, el sabroso seco de cabrito, la tortilla de raya, y el fresco ceviche con tortita de choclo. Para endulzar el paladar, el king kong, un alfajor grande con diversos rellenos, es el postre emblemático de la región.
El arroz con pato es uno de los platos más destacados de la región.
Chiclayo, ubicada a una hora y media de vuelo de Lima, combina historia, cultura, devoción, naturaleza y gastronomía en un solo lugar. Con su calidez, accesibilidad y oferta variada, se presenta como un destino ideal para quienes buscan una experiencia auténtica y enriquecedora en el norte peruano, ahora con el impulso adicional de ser la ciudad que marcó la vida del papa León XIV.