El capitán de fragata Moreno y la lucha contra los piratas en el Índico: “Estamos preparados para actuar”
El comandante de la fragata Reina Sofía insiste en que el fenómeno de la piratería "sigue presente" en el Índico

Aguas del Índico. Una fragata de la Armada española, la Reina Sofía, navega en cumplimiento de las misiones encomendadas por la operación Atalanta, la fuerza de la Unión Europea para salvaguardar la seguridad marítima en las aguas que bañan las costas de Somalia. El comandante del buque, capitán de fragata Salvador Moreno Regil, se encarga de garantizar de que dotación y equipamiento están perfectamente alistados para atender las funciones asignadas. Entre otras, neutralizar las amenazas derivadas de la piratería.
El capitán de fragata Salvador Moreno desglosa los cometidos de su fragata en cuatro categorías: “Asegurar la libre navegación en el océano Índico occidental, una zona compleja, inestable e inmensa; proteger a los buques del Banco Mundial de Alimentos, que hacen una labor muy necesaria; apoyar a las fuerzas regionales que puedan asegurar, en un futuro y por sí mismas, la libertad de navegación; y, el más conocido de nuestros cometidos: la disuasión, prevención y, llegado el caso, acción contra la piratería en la zona”, detalla, en declaraciones recogidas por el Estado Mayor de la Defensa (EMAD).
Su relato es el de una labor incesante: por el área que tienen que cubrir y por la dedicación de los efectivos de la Armada española a bordo de la fragata Reina Sofía. “Hay que subrayar que realizamos nuestros cometidos en un pequeño espacio de tan solo 140 metros donde vivimos 226 personas, y que nos auto sostenemos frente a la interminable costa de Somalia”.
Por eso destaca la necesidad de mostrar su presencia en puntos clave de la regón. “Cuando se da un aviso de que se ha cometido un acto de piratería, todos —la fragata, su helicóptero, su dron, su equipo de operaciones especiales y, lo más importante, su dotación— estamos permanentemente preparados para actuar y liberar el barco que ha sido atacado”.
Sinergia con el Ejército del Aire
Un cometido que tiene un trasfondo aún mayor. Y es que el efecto pretendido por la fragata Reina Sofía en la operación Atalanta es colaborar para que Somalia se enfrente a la amenaza de la piratería de forma autónoma. Cabe recordar que las inestabilidades que se viven en tierra se trasladan al mar. Hablamos de terrorismo, conflictos, tensiones regionales y carestía. Y que, en los últimos meses, ha habido un repunte de la piratería en el Índico.
Por eso destaca la colaboración con el destacamento Orion, del Ejército del Aire y del Espacio español, desplegado en Yibuti, que ya acumula 4.000 horas de vuelo con el avión D4. “Cubrir toda esa área con un solo barco no es posible, y contar con un avión de vigilancia marítima supone un notable aumento de las capacidades, especialmente a la hora de buscar un barco de los piratas en el menor tiempo posible”, destaca el capitán de fragata Salvador Moreno.
¿Cuál sería el siguiente paso en caso de detectar una amenaza pirata? “Una vez localizado por el avión, la fragata puede centrar y hacer mucho más efectiva su búsqueda y, por tanto, llegar lo antes posible al lugar donde haya que actuar”, añade Moreno.
Porque, aunque la misión tenga bandera de la Unión Europea, España tiene un peso destacado en la misma. El capitán de fragata recuerda que, además de aportar un buque de la Armada de forma permanente y un avión del Ejército del Aire, Rota (Cádiz) alberga el Cuartel General Operativo (OHQ) de la Operación Atalanta: “Esto tiene una gran relevancia para el liderazgo de nuestro país en el ámbito internacional”.
"El fenómeno sigue presente"
España lleva 16 años de despliegue ininterrumpido en la Operación Atalanta, desde que se puso en marcha. A juicio del comandante de la Reina Sofía, el principal logro ha sido garantizar la seguridad marítima en el entorno del Cuerno de África, “por el que transcurre una de las principales vías de comunicación y comerciales del mundo”.
“Sin embargo, es importante subrayar que la piratería fue derrotada, pero no ha desaparecido y puede desarrollarse en cualquier momento, ya que el gran problema estructural que dio origen al fenómeno de la piratería entre el 2008 y el 2012 sigue intacto: Somalia no tiene aún capacidad de controlar su propio territorio ni su espacio marítimo de soberanía, y sigue sufriendo amenazas como el terrorismo yihadista, la pobreza endémica o la sequía, entre otros”, incide.
En los últimos 18 meses se han producido varios actos de piratería. Algo que, según apunta el capitán de fragata, “aún los podemos considerar eventos aislados, pero son un indicador real de que el fenómeno sigue presente”.