Demandar a tu empresa no es lo último, sino lo primero.
En Laboro ya explicamos el absurdo de pretender “estar seguro” de ganar antes de demandar a la empresa en la que se trabaja. Hoy vamos a explicar el absurdo e incluso el posible perjuicio de retrasar la demanda en vez de ponerla cuanto antes. Leer más.
