De ronda en ronda y emprendo porque me toca

En la narrativa startup levantar una ronda de financiación se suele entender como un éxito en sí mismo, pero ¿cuál es su verdadero valor y sentido?

May 4, 2025 - 10:16
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De ronda en ronda y emprendo porque me toca

Sequra (410 millines de euros), ID Finance (139 M€), TravelPerk (128 M€), Impress (110 M€), Citibox (80 M€)… Estas startups y scaleups españolas encabezan la lista de compañías que mayores rondas de financiación lograron cerrar durante 2024 en el ecosistema emprendedor nacional. Si se atiende a la lógica que parece imperar en la narrativa emprendedora actual –lo que el experto en gestión financiera de startups Jorge Medina y fundador The Startup CFO ha denominado “las métricas de la vanidad”–, esta probada capacidad para captar inversión externa elevaría automáticamente a estas firmas al top 5 de proyectos de emprendimiento más exitosos. Pero ¿es realmente así?

"Identificar apoyo de inversores con éxito garantizado es un error común de algunos emprendedores, que interpretan que conseguir cerrar una ronda de financiación es ya llegar a la meta, cuando en realidad solo es el principio de la carrera. Será la gestión y el uso óptimo de esa inyección de capital que hagan los directivos de la empresa financiada lo que determine si el negocio tiene éxito en el futuro”, señala Rafa Pulido, CEO y cofundador de Capably. Esta plataforma de soluciones de automatización inteligente del trabajo basadas en IA  acaba de cerrar un ronda semilla de 3,7 millones de euros en la que ha participado Wayra, el corporate venture capital de Telefónica.

Básicamente, una ronda de financiación es un proceso por medio del cual una empresa obtiene la liquidez que le ayudará a conseguir sus objetivos empresariales. A cambio de ese capital, los inversores reciben de la empresa financiada una contraprestación que normalmente esta ligada a un retorno económico una vez la empresa entre en beneficios y/o a la participación en el accionariado de la misma. En el caso de Capably, la inyección de capital le servirá para acelerar su crecimiento y expandirse en otros mercados, como el norteamericano. "Nuestros ingresos actuales nos permitirían operar la compañía solo con nuestra facturación en los próximos meses. Sin embargo, dada la oportunidad única que representa la automatización de trabajo con IA, hemos decidido reinvertir el capital en aceler nuestro crecimiento", explica Pulido. 

El relato del éxito

A las redacciones de los periódicos económicos llegan con frecuencia notas de prensa en las que las empresas anuncian a bombo y platillo la llegada de capital desde business angels o empresas de capital riesgo. “El relato de las rondas gusta porque es un indicador adelantado del éxito de las compañías que permite ponerle números a algo complicado de medir”, apunta Javier Megías, COO Frenetic.ai & ex-VC. Para este especialista en emprendimiento celebrar que se ha conseguido financiar la empresa es legítimo y lógico, pero siempre que no se pierda de vista que “una ronda no es un éxito en sí mismo, sino solo un medio para un fin". Se trata, añade, "de entender que tu trabajo es hacer una ruta que te lleva de X a Y, y que para eso necesitas gasolina... Pero no que tu trabajo sea ir de gasolinera en gasolinera”. 

El relato de las rondas gusta porque es un indicador adelantado del éxito de las compañías que permite ponerle números a algo complicado de medir 

No es, ademas, un medio barato. “Con la ronda el emprendedor está comprando tiempo, pero a cambio de lo más valioso que tiene en esos momentos: participaciones de su empresa”, recuerda Megías. Este especialista cree que, más que despertar el interés de los inversores, lo que realmente debería dar motivos de celebración al emprendedor son las ventas a clientes, “que te dan dinero igual, pero porque valoran tu producto, y encima no se quedan un porcentaje de la compañía”

En la misma linea, el analista de startups y editor de Multiversal, Carlos Molina, recuerda que levantar una ronda "es una señal de que alguien más cree que puedes crecer, no de que ya hayas conseguido nada". “Sirve para empujar el crecimiento, nuevos mercados, más producto, equipo… Pero confundir financiación con éxito es peligroso. Los que entienden la diferencia, usan ese capital para seguir impulsando su negocio; los que no, se estrellan”.

No solo dinero

Una ronda de inversión puede ser la llave para que garantice los futuros ingresos de una startup. Pero la liquidez no es la única forma en la que un inversor aporta valor a un negocio. “A nivel reputacional manda el mensaje de que hay inversores profesionales que creen en la oportunidad, el producto y el equipo que hay detrás de tu proyecto”, destaca Rafa Pulido. Y también actúa como una valiosa palanca de acceso a oportunidades para la empresa. “Un buen inversor puede traer oportunidades de negocio, conectarte con talento para contratar o abrir puertas con otras compañías que puedan generar sinergias”, resalta este emprendedor. 

En el caso de Capably, ese socio estratégico es Wayra. El CVC de Telefónica focaliza sus inversiones en empresas de sectores como IA, IoT, ciberseguridad, cloud, fintech, salud o redes de nueva generación. ¿Sus criterios a la hora de escoger proyectos? “Startups tecnológicas con un modelo de negocio escalable, equipos fundadores sólidos y soluciones que tengan alto potencial de generar impacto dentro del Grupo Telefónica”, explica Paloma Castellano, directora de Wayra España.

Un buen inversor puede traer oportunidades de negocio, conectarte con talento para contratar o abrir puertas con otras compañías que puedan generar sinergias

El modelo de inversión de Wayra busca un retorno tanto financiero como estratégico, pero sin plazos rígidos para la recuperación de la inversión. “Nos enfocamos en crear valor de forma continua y sostenida. Financieramente, esperamos retornos mediante futuras rondas de financiación, exits o posibles adquisiciones. Estratégicamente, el retorno proviene del valor que la startup aporta al Grupo Telefónica en forma de eficiencia operativa, innovación tecnológica o generación adicional de ingresos”, dice esta experta. 

Otros caminos

La ronda de inversión es una fórmula muy testada y válida para muchos negocios. Pero ni es la mejor para todos, ni es la única con la que una nueva empresa puede crecer. “De cada 10 inversiones que hace un inversor, ocho o nueve no generan el retorno esperado. Sin duda, el que un buen inversor invierta en tu compañía es clave y genera mucho valor, pero no es el único camino. Aunque algo más duros y más lentos, existen otros”, indica Javier Megías. 

Entre esas alternativas, tercia Carlos Molina, “hay caminos lentos, autofinanciados y sólidos, como Atlassian, que sale a bolsa solo para dar salida a las opciones sobre acciones de los empleados; y otros más rápidos y arriesgados, como la típica historia de película, estilo Facebook. Los fondos de venture capital tienen lógica, por ejemplo, en nuevas industrias con potencial de crecimiento exponencial, tipo Uber Eat, Glovo, Airbnb…Pero si no estás en ese tipo de mercado, hay formas mejores de financiarte: deuda, inversores clásicos o incluso autofinanciación”.

Mucho storytelling

¿Por que sigue gustando tanto el relato de la ronda? Carlos Molina cree que porque se ha vendido como el único válido para emprender. “Es épico, fácil de contar y tiene  todos los elementos del drama: pitch, ronda, éxito, portada de Forbes… Pero la realidad, concluye, “es que el 99% de los negocios no necesitan levantar rondas; lo que necesitan son clientes, foco y un buen producto”.

Según Javier Megías, los emprendedores deberíamos preocuparnos menos de de conseguir rondas millonarias y más de construir empresas sanas y rentables y de tener grandes productos que amen nuestros clientes. Porque para mí, una cosa es consecuencia de la otra”. 

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