De las relaciones sociales a la interacción robótica
La IA también ha mejorado la inclusión para personas con discapacidades, facilitando la interacción social a través de tecnologías que asistan a estas personas

Muchas veces hemos escuchado que las redes sociales se hicieron para interactuar y comunicarnos con amigos, familiares y colegas del trabajo, o para encontrar a viejos amigos que no veíamos hace muchos años, sin embargo las redes sociales en muchas ocasiones rebasan este fin y se convierten en una barrera para convivir con nuestros amigos o seres queridos, se han convertido en un medio de entretenimiento, informativo o inclusive a ser nuestros confidentes, a través de los chatbots o sistemas de inteligencia artificial que han ido aprendiendo nuestros gustos y hábitos para convertirse en nuestros cómplices.
La interacción entre humanos y la inteligencia artificial ha evolucionado notablemente en los últimos años. Pasamos de utilizar IA en tareas automatizadas y análisis de datos a verla como una herramienta creativa, colaborativa y hasta social.
La IA ahora puede analizar patrones individuales para ofrecer experiencias más personalizadas, desde recomendaciones en plataformas digitales hasta asistentes virtuales que se adaptan a las necesidades específicas de cada usuario.
La relación entre la IA y la interacción social es un dilema interesante porque presenta avances y desafíos al mismo tiempo. Por un lado, la IA ha permitido una mayor conexión entre personas mediante herramientas de comunicación avanzada, asistentes virtuales y algoritmos que facilitan interacciones en redes sociales.
Por otro lado, ha generado inquietudes sobre la posible desconexión humana, al reemplazar ciertos tipos de contacto físico o conversaciones.
Gracias a modelos de lenguaje avanzados, la interacción con IA se ha vuelto más fluida y adaptada a la comunicación humana, mejorando su uso en marketing, servicio al cliente y estrategias de relaciones públicas. Personas de distintos lugares pueden comunicarse de manera más fluida, superando barreras de idioma y distancia.
La IA también ha mejorado la inclusión para personas con discapacidades, facilitando la interacción social a través de tecnologías que asistan a estas personas. Herramientas como chatbots y asistentes digitales pueden ofrecer experiencias sociales más personalizadas, adaptando conversaciones a cada usuario.
No obstante, los beneficios antes mencionados que nos ofrece la tecnología, especialmente la IA, existen ámbitos que difícilmente podrá reemplazar al ser humano en esta interacción de comunicación, la automatización de conversaciones y la presencia de IA en la comunicación pueden reducir la profundidad de las relaciones humanas si se usan en exceso, al aumentar la comunicación digital, puede disminuir la interacción cara a cara, afectando habilidades sociales y la espontaneidad en la interacción humana.
La IA ha influido en la difusión de noticias y contenido digital, lo que puede generar problemas de manipulación informativa y sesgos en la comunicación.
Hoy somos testigos de muchas noticias que son falsas, mejor conocidas como “Fake News” y que generan mucha desinformación o el avance de fraudes cibernéticos que al reemplazar a una persona con su imagen, voz y actitudes mejor conocido como “Robo de Identidad”, es muy fácil caer en este tipo de posible caer en este tipo de estafas.
¿Cómo puede mejorar la IA la interacción social sin comprometer la autenticidad de las relaciones humanas? Los chatbots y asistentes virtuales son cada vez más naturales y capaces de mantener conversaciones fluidas, mejorando la interacción entre marcas y consumidores.
Existen diferentes Apps que han sido diseñadas para brindar apoyo en temas de salud mental, proporcionando recursos y orientación en momentos de crisis, manejando interfaces más naturales.
Una de ellas se llama “Be My Eyes”, esta plataforma usa IA para ayudar a personas con discapacidad visual, conectándolas con voluntarios y proporcionando asistencia visual en tiempo real.
Herramientas como “Whisper” de OpenAI facilitan la comunicación entre personas de distintas lenguas, mejorando la inclusión en entornos sociales y profesionales.
Algunos modelos de IA ayudan a identificar y eliminar discursos de odio, mejorando la calidad de las conversaciones en comunidades digitales.
La App “Replika” ofrece una experiencia de conversación amigable para quienes buscan interacción digital con un asistente que simula una conversación humana. Empresas como Meta están desarrollando espacios donde la IA potencia la socialización a través de avatares y experiencias inmersivas.
Aplicaciones como “Woebot” ofrecen conversaciones guiadas basadas en terapia cognitivo-conductual, brindando apoyo y asistencia social a quienes necesitan acompañamiento emocional. También existen redes de apoyo basadas en IA, como aquellas plataformas que facilitan grupos de apoyo mediante análisis de texto, para conectar a personas con experiencias similares.
Estos avances muestran cómo la IA puede mejorar la conexión social en distintas áreas, desde accesibilidad hasta el bienestar emocional.
La IA es una máquina que reúne datos e información de muchas fuentes, sobre los usuarios y consumidores para dar respuestas de acuerdo con nuestras necesidades. Agrupa información, pero no la da de forma interpretativa, es decir, no inyecta emociones como un ser humano.
No olvidemos que toda nuestra información personal la cual compartimos con diferentes plataformas de IA es muy útil para que las marcas nos conozcan mejor, en cuanto a gustos, hábitos, qué sitios o productos compramos con mayor frecuencia a través del llamado “e-commerce Predicitive”.
En la biografía de Elon Musk escrita por Walter Isaacson, leía que una de sus apuestas en los últimos nueve años, es el sistema “Neurolink” que consiste en el desarrollo de tecnologías de interfaz cerebro-computadora (BCI) por sus siglas en inglés. Su objetivo principal es crear dispositivos implantables que conecten el cerebro humano directamente a las computadoras, permitiendo la comunicación entre señales neuronales y dispositivos externos.
Neuralink tiene como objetivo tratar los trastornos neurológicos, mejorar las capacidades cognitivas y, potencialmente, fusionar la inteligencia humana con la inteligencia artificial. Sí de por sí ya los Centenials o generación Z prácticamente no escriben, todo lo teclean o utilizan la voz, ahora con Neurolink es solo pensar y comunicar nuestros deseos y solicitudes.
Sin duda las tendencias futuras de la IA en conexiones sociales están evolucionando rápidamente, y para 2025 se espera que la inteligencia artificial juegue un papel aún más central en la forma en que las personas interactúan en línea, lo riesgoso de todo esto es que más personas vivirán en el aislamiento cibernético y pocas realmente interactuarán o convivirán como lo que somos, personas con sentimientos, miedos, motivaciones, deseos, etc.
¿Hasta dónde llegará la IA robótica con interfaz humana o la robótica humanoide? ¿Cómo afectará esto a las sociedades o a ciertos grupos sociales en sus comportamientos?
A la velocidad que avanza la tecnología, es muy probable que nos toque ver importantes cambios en los próximos 5 años.