Curry se vuelve loco en Memphis

La última vez que Stephen Curry pisó el FedEx Forum firmó una actuación que quedará sin duda entre las peores de su carrera. 2 puntos, 0/7 en tiro, -41 en sus minutos en pista. Pero se ve que, después de aquello, tenía marcada su siguiente visita a Memphis en rojo en el calendario. Y lo ha demostrado.

El base se fue hasta los 52 puntos en la victoria de Golden State por 125-134, victoria que permite a los Warriors escalar hasta la quinta plaza del Oeste, mete a los Grizzlies en problemas, y da a Curry el estatus de la varicela en una guardería. Tal vez consigas contenerla un día, pero al segundo, al explosión es inevitable. Y lo más probable es que afecte a todos los presentes.

Locura desde el triple

Es difícil encontrar equivalentes en otros deportes a una noche en la que Steph está enchufado desde el triple. Tal vez no los haya. Esa emoción que se percibe en el ambiente, incluso en campos rivales, cada vez que recibe en el perímetro, esa sensación de incredulidad a medida que los triples se hacen cada vez más y más inverosímiles, esa confianza absoluta en que cada lanzamiento va dentro. Es difícil de explicar sin verlo. Y hoy los presentes en el pabellón de los Grizzlies tuvieron la oportunidad de verlo… durante tres cuartos.

Empezamos fuertes

Si alguien necesitaba algún motivo para prestar atención a este partido en particular, no tuvo que esperar demasiado para encontrarlo. Cinco triples de Steph en el primer cuarto deberían ser más que suficientes para tener como mínimo un ojo puesto en él, más de uno si eres la defensa rival. Memphis recibió por las malas la advertencia de que a Curry no le puedes dejar más espacio del que deja la funeraria al confeccionar un ataúd, o de lo contrario el muerto eres tú.

Y para cuando aprendió la lección, ya estaba 17 abajo.

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