Cuando los jóvenes cambian la pareja por el compañero de piso: el 'coliving' se pone de moda

Este tipo de pisos compartidos brotan con fuerza en las principales capitales de España

May 10, 2025 - 05:16
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Cuando los jóvenes cambian la pareja por el compañero de piso: el 'coliving' se pone de moda

Centro de Madrid, 9.00 de la mañana. Comienzan a despertarse los jóvenes mayores —o mayores jóvenes— que viven en un 'coliving' de la calle Trafalgar. Jorge, Rubén, Alicia, Montse, Luigi y Tobias —de entre 23 y 37 años— ordenadamente pasan por la ducha y se reparten la cocina para, entre las 9.30 y las 10.30, salir por la puerta y llegar a sus diferentes lugares de estudio o trabajo. Es el nuevo estilo de vida que se está poniendo de moda y que del cada vez se oye más, un giro de tuerca a la clásica forma de compartir vida con otras personas… aunque no sea con una pareja tradicional. Sí, 'coliving'.

"A mí es que me gusta vivir con otra gente", explica Rubén a Vozpópuli mientras toma su primer café del día. "Los hay que piensan que compartimos piso por ahorrar costes o porque somos pobres. Otros creen, precisamente, que vivimos en el centro porque somos los niños pijos de padres con mucho dinero. Pero ni lo uno ni lo otro", razona Alicia, alicantina de 24 años y estudiante de Pedagogía en la Universidad Complutense de Madrid. "Es una mezcla de todo lo que has dicho, en realidad", apostilla entre risas el alemán de la casa, Tobias, de 33 años. Todo esto en un piso recién reformado, a cargo de una empresa que ofrece "servicios habitacionales" y al que no le falta de nada. Ni siquiera ratos de ocio en grupo.

"El coliving es una forma habitacional que tiene muchas expresiones distintas", asegura a Vozpópuli el CEO de Green Living, Óscar Fuente. "Nosotros nos hemos enfocado en los nomadas digitales y las personas de la tercera edad, que no quieren vivir en residencias ni resignarse a vivir solas".

En España, cada vez son más los que optan por esta posibilidad para sentirse en compañía sin estar en pareja. Bien para hacer amigos, hacer contactos en la ciudad o por las prestaciones que ofrece una casa de estas características, como el mismo Tobias: "Este piso tiene un salón espacioso, una televisión grande, una zona de lectura, varias mesas altas para trabajar con el ordenador, un pequeño gimnasio —aunque le falta la ventilación adecuada— y una habitación para la lavandería", asegura este nómada digital que decidió hace un año asentarse durante un tiempo en Madrid, la ciudad en la que estuvo de Erasmus hasta 2015. "No sabes lo que es buena fiesta universitaria en Madrid", piensa él.Según el empresario, "hay artículos que aseguran que cuando se vive en compañía de otros se tiene mejor salud y más tiempo", algo que destaca como "el principal beneficio de los coliving". Además, afirma en declaraciones a Vozpópuli que Green Living piensa en fomentar la "conexión intergeneracional", es decir, "mezclar diferentes generaciones" bajo un mismo techo, lo cual será "una gran riqueza".

"'El 'coliving' te ofrece la posibilidad de encontrarte personas que comparten tus mismas pasiones", comenta Veronica, una italiana de 38 años que también es nómada digital, aunque en Castelldefels (Barcelona). "En una vida como la mía, en la que viajo mucho y tengo gastos, es una solución muy práctica y conveniente".

El 65% de los huéspedes de Green Living son mujeres de entre 28 y 35 años, profesionales del mundo digital, creativo o cultural, aunque cada vez reciben más mensajes de estudiantes de máster que quieren entornos dinámicos. "En esta modalidad formas parte de una comunidad, te encuentras personas que te enseñan algo siempre", apunta la italiana. "En un mundo tan individualista, desarrollar un camino propio es importante, pero compartir con personas que te pueden enriquecer es algo fundamental".

El hartazgo de no poder permitirse una vivienda propia

“Tendencias emergentes”, “solución a los nuevos desafíos de la vivienda”, “modelo de convivencia que trasciende el modelo de espacios compartidos”… Estas son las expresiones con las que los profesionales de la mercadotecnia pretenden normalizar un concepto que genera tanto hastío como el “coliving”, que no es otra cosa que compartir piso con otras personas. El concepto inicial, hacía referencia a mútliples estancias de uso común, pero en la actualidad muchos lo llegan a usar para una vivienda en la que las zonas comunes de 10 personas pueden circunscribirse a una cocina y un baño.

Este “formato actual” de alquilar por habitaciones está en auge por culpa del escenario de escasez de vivienda en el que nos encontramos. Principalmente, en las grandes urbes, como Madrid y Barcelona. El modelo consiste en compartir las áreas comunes, no solo la vivienda, y esos lugares son muchos los que ven con buenos ojos compartir experiencias con los compañeros de piso.

El precio puede oscilar entre 500 euros al mes en opciones básicas y más de 1.200 euros en las opciones más ‘premium’. Algunos se han alejado del enfoque de bajo coste para centrarse en la flexibilidad y en la posibilidad de convivir con profesionales globales.

El coliving, por tanto, fomenta la vida en comunidad y debería incluir áreas especializadas como zonas de trabajo, comedor, gimnasio o zona para la lavandería. Aunque a nadie se le escapa que según continúe empeorando el mercado de la vivienda, los precios seguirán al alza, y las características de estos colivings tendrán cada vez peores prestaciones.

¿Qué es el 'coliving'?

El coliving tiene sus raíces en Silicon Valley, Estados Unidos, donde la escasez de vivienda se juntó con una gran crisis habitacional con el 'boom' de las tecnológicas en la región. A esta la siguieron después las grandes ciudades europeas, como Londres, Berlín o Copenhague, que se fueron sumando a la moda debido a sus problemas crónicos de superpoblación.

Aunque cada coliving es único, hay elementos comunes. Todos cuentan con habitaciones o áreas privadas que garantizan la intimidad de los residentes, las cuales pueden incluir baño propio y suelen estar amuebladas para facilitar la movilidad, aunque los espacios compartidos varían según el enfoque del proyecto y el nivel de innovación del diseño. 

En un coliving moderno, es habitual encontrar áreas de coworking, gimnasios, bibliotecas o incluso piscinas, todo pensado para fomentar la socialización y las sinergias entre los inquilinos. Un paso más para el perfeccionamiento de la casa compartida. Algunos beneficios de esta modalidad son: el ahorro económico, la flexibilidad, las oportunidades laborales —al compartir piso con personas con intereses comunes y, a veces, campos profesionales similares— y, sobre todo, la compañía de otras personas.

El 'coliving' en España

Un estudio de Urban Campus de 2024 destaca que la mayoría de las personas que comparten 'coliving' son jóvenes profesionales (71% trabajadores por cuenta ajena) de una edad media de 35 años. El 11% de ellos, en suma, son emprendedores. Paralelamente, el 68% se encuentra trabajando actualmente, al tiempo que un 20% trabaja y estudia a la vez y un 8,6% solo estudia.

La tendencia forma parte de un "cambio de paradigma" que viene por una comunidad cada vez más internacional, con un 37,4% y presencia de más de 47 nacionalidades. El 62% de los consultados destacan sus servicios incluidos (desde WiFi hasta servicios de limpieza), al tiempo que también son muy valoradas las zonas comunes (50%) y la localización (48%) que son el tercer y cuarto motivo que motiva la elección de este modelo residencial. De hecho, el 92% de los encuestados ha participado de al menos algún evento social en estos edificios.