China nunca había sido un actor importante en la producción global de petróleo. Eso está empezando a cambiar
Recientemente, China ha completado la perforación del pozo vertical de petróleo más profundo de Asia, alcanzando una profundidad de 10.910 metros. A primera vista, puede parecer un logro más en esa carrera por las megaestructuras, pero es síntoma de algo más: una estrategia para reforzar su seguridad energética y disminuir su dependencia del crudo extranjero. Récord sobre récord. En marzo de 2025, China alcanzó un nuevo pico en su producción de petróleo, con una media de 4,6 millones de barriles diarios, según datos citados por Global Times. Esta cifra marca el punto culminante de una tendencia que lleva años gestándose en silencio. A pesar de los vaivenes del mercado, sobre todo con la guerra arancelaria, la producción china ha seguido aumentando de forma planificada y sostenida. Drill, baby, drill. O en chino: Zuan ba, bao bei, zuan ba. Este famoso lema que se le acuña a Trump también podría aplicarse a China. No obstante, lo que ocurre en el gigante asiático es una versión muy distinta. Como ha explicado el analista en energía Javier Blas, Pekín está apostando por exprimir sus antiguos campos convencionales, muchos de ellos activos desde la era de Mao. Resumiéndolo de forma más sencilla: mientras en EEUU el fracking y la perforación horizontal de esquisto se basan en la rentabilidad, en China la seguridad energética es la prioridad. De hecho, las gigantes estatales como CNPC, Sinopec y Cnooc han invertido desde hace años alrededor de 80.000 millones de dólares anuales para sostener esta estrategia. Además, el país es conocido por ser un gran importador de petróleo, por lo que durante estos años las reservas no eran conocidas. Sin embargo, en esta creciente producción silenciosa, según Reuters, ha logrado un ratio reemplazo del 167%. La petrolera estatal CNOOC ha declarado que sus reservas probadas superan los 7 270 millones de barriles, lo que asegura una producción estable para los próximos 10 años. En Xataka Brasil tiene la única mina de tierras raras capaz de competir con China. El problema para EEUU es que se la ha quedado China Una estrategia hacia dentro. Este año se cumple el periodo establecido para la autonomía de China con su “Plan de acción de siete años para mejorar los esfuerzos de exploración y desarrollo de petróleo y gas”. Aunque su objetivo no es solo producir más, sino depender cada vez menos del extranjero y no tener que estar sujetos a las tensiones de la geopolítica global. Pero de momento…Sigue importando y ha cambiado de pareja. Las refinerías chinas están importando cantidades récord de crudo canadiense después de recortar las compras de petróleo estadounidense en un 90% por las tensiones comerciales. Como ha indicado Bloomberg, la ampliación de un oleoducto en el oeste de Canadá, inaugurado hace menos de un año, ha proporcionado a China y a otros importadores de petróleo del este asiático un mayor acceso a las vastas reservas de crudo de la región de arenas de alquitrán de Alberta. Más allá de sus fronteras. El giro energético de China no ocurre en el vacío: tiene implicaciones directas para el resto del mundo. En primer lugar, una mayor autosuficiencia china debilitará el peso de países exportadores como Arabia Saudita o Irak, presionando aún más a la OPEP+ en su lucha por mantener los precios del crudo. Con China bombeando más petróleo localmente, su demanda de importaciones se vuelve más estratégica y selectiva, desplazando flujos comerciales e influyendo en el precio global del barril. Además, de esta manera tendrá más autonomía para actuar en tensiones comerciales sin comprometer su suministro energético. En definitiva, está enviando un mensaje claro: “cada barril cuenta”. Mientras el mundo mira a Medio Oriente o Texas, el verdadero auge silencioso está ocurriendo en Asia. Imagen | China News Service y Pexels Xataka | Los aranceles ya se están cobrando a su primera gran víctima de la economía global: el precio del petróleo - La noticia China nunca había sido un actor importante en la producción global de petróleo. Eso está empezando a cambiar fue publicada originalmente en Xataka por Alba Otero .

Recientemente, China ha completado la perforación del pozo vertical de petróleo más profundo de Asia, alcanzando una profundidad de 10.910 metros. A primera vista, puede parecer un logro más en esa carrera por las megaestructuras, pero es síntoma de algo más: una estrategia para reforzar su seguridad energética y disminuir su dependencia del crudo extranjero.
Récord sobre récord. En marzo de 2025, China alcanzó un nuevo pico en su producción de petróleo, con una media de 4,6 millones de barriles diarios, según datos citados por Global Times. Esta cifra marca el punto culminante de una tendencia que lleva años gestándose en silencio. A pesar de los vaivenes del mercado, sobre todo con la guerra arancelaria, la producción china ha seguido aumentando de forma planificada y sostenida.
Drill, baby, drill. O en chino: Zuan ba, bao bei, zuan ba. Este famoso lema que se le acuña a Trump también podría aplicarse a China. No obstante, lo que ocurre en el gigante asiático es una versión muy distinta. Como ha explicado el analista en energía Javier Blas, Pekín está apostando por exprimir sus antiguos campos convencionales, muchos de ellos activos desde la era de Mao. Resumiéndolo de forma más sencilla: mientras en EEUU el fracking y la perforación horizontal de esquisto se basan en la rentabilidad, en China la seguridad energética es la prioridad. De hecho, las gigantes estatales como CNPC, Sinopec y Cnooc han invertido desde hace años alrededor de 80.000 millones de dólares anuales para sostener esta estrategia.
Además, el país es conocido por ser un gran importador de petróleo, por lo que durante estos años las reservas no eran conocidas. Sin embargo, en esta creciente producción silenciosa, según Reuters, ha logrado un ratio reemplazo del 167%. La petrolera estatal CNOOC ha declarado que sus reservas probadas superan los 7 270 millones de barriles, lo que asegura una producción estable para los próximos 10 años.
Una estrategia hacia dentro. Este año se cumple el periodo establecido para la autonomía de China con su “Plan de acción de siete años para mejorar los esfuerzos de exploración y desarrollo de petróleo y gas”. Aunque su objetivo no es solo producir más, sino depender cada vez menos del extranjero y no tener que estar sujetos a las tensiones de la geopolítica global.
Pero de momento…Sigue importando y ha cambiado de pareja. Las refinerías chinas están importando cantidades récord de crudo canadiense después de recortar las compras de petróleo estadounidense en un 90% por las tensiones comerciales. Como ha indicado Bloomberg, la ampliación de un oleoducto en el oeste de Canadá, inaugurado hace menos de un año, ha proporcionado a China y a otros importadores de petróleo del este asiático un mayor acceso a las vastas reservas de crudo de la región de arenas de alquitrán de Alberta.
Más allá de sus fronteras. El giro energético de China no ocurre en el vacío: tiene implicaciones directas para el resto del mundo. En primer lugar, una mayor autosuficiencia china debilitará el peso de países exportadores como Arabia Saudita o Irak, presionando aún más a la OPEP+ en su lucha por mantener los precios del crudo. Con China bombeando más petróleo localmente, su demanda de importaciones se vuelve más estratégica y selectiva, desplazando flujos comerciales e influyendo en el precio global del barril. Además, de esta manera tendrá más autonomía para actuar en tensiones comerciales sin comprometer su suministro energético. En definitiva, está enviando un mensaje claro: “cada barril cuenta”. Mientras el mundo mira a Medio Oriente o Texas, el verdadero auge silencioso está ocurriendo en Asia.
Imagen | China News Service y Pexels
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China nunca había sido un actor importante en la producción global de petróleo. Eso está empezando a cambiar
fue publicada originalmente en
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Alba Otero
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