Ahmed Tommouhi, 15 años en prisión siendo inocente: ni le han pedido perdón, ni la Justicia le ha indemnizado
La Audiencia Nacional ha rechazado indemnizarle y nadie le ha pedido perdón

La historia de Ahmed Tommouhi es, quizá, de las más injustas que ha habido en este país. Han pasado 34 años desde que llegó a España desde Nador, una ciudad situada en Marruecos, con un único objetivo: trabajar como albañil a destajo para poder mejorar su calidad de vida y la de su familia. Sin embargo, sus sueños se truncaron seis meses después de afincarse en Cataluña, cuando fue detenido y condenado por una serie de violaciones que tuvieron lugar en 1991 y que no cometió. Guardaba gran parecido físico con el autor material de los hechos, por lo que algunas víctimas y testigos le señalaron en la rueda de reconocimiento como la persona culpable. Esa fue la única "prueba" que había contra él.
Por estos hechos, pasó 15 años en prisión y 3 en libertad condicional. Y aunque ahora el Tribunal Supremo acaba de anular su tercera condena, que corresponde a la dictada el 7 de enero de 1995 por la Audiencia Provincial de Tarragona, lo cierto es que, a lo largo de los años, nadie le ha pedido perdón. Tampoco ha recibido ninguna indemnización.
El verdadero culpable, Antonio Carbonell García, fue detenido en 1995. Mientras Tommouhi estaba en prisión, tuvo lugar otra oleada de violaciones con el mismo modus operandi. Este hombre guardaba gran parecido físico con el inocente. "Además de su similar fisionomía, su habla también era susceptible de ser confundida (árabe y caló)", tal y como recoge la reciente sentencia del Supremo.
La historia de Tommohui y Abderrazak Mounib -también condenado por estos hechos y fallecido en prisión en el año 2000- ha quedado reflejada en el libro escrito por Braulio García Jaén y que lleva por título 'Justicia poética: dos falsos culpables en un país de quijotes'. Este periodista, que siempre ha confiado en su inocencia, ha trabajado de sol a sol para buscar la verdad.
Su investigación fue clave para probar su inocencia
García Jaén decidió en 2006 ir a verlo a prisión para comentarle que quería escribir un libro sobre su caso. Su investigación ha sido clave en esta historia, ya que desveló que la Audiencia Provincial de Barcelona había ignorado una prueba de semen que demostraba que él no era el verdadero culpable. Una prueba que ha sido clave y decisiva en el Tribunal Supremo para probar su inocencia y que ha sido fruto del trabajo de este periodista, cuyo objetivo siempre ha sido que se revisasen las condenas que habían sido dictadas "sin ninguna prueba material", tan sólo con la rueda de reconocimiento.
Braulio García Jaén en Elda, durante la presentación del libro de 'Justicia Poética' (Península,2025) el 5 de abril. Foto: Raúl Barrero
La vida en prisión de Tommohui, según cuenta el investigador a Vozpópuli, fue complicada. Al principio, confiaba plenamente en que todo se iba a resolver, pero los años pasaban y a pesar de la desesperación, siempre lo llevó con calma y dignidad. Y es que, este hombre, que en la actualidad tiene 74 años, ha visto cómo a pesar de que la propia Guardia Civil defendía su inocencia, era condenado. Al salir de la cárcel, su vida se había desmoronado.
Su proyecto vital quedó hecho trizas. "Llegó a España para trabajar de albañil y poder enviar dinero a su familia, pero cuando obtuvo el permiso de residencia, le detuvieron. Tras 15 años en prisión y 3 en libertado condicional donde tenía que acudir cada mes al juzgado de vigilancia, se vio sin papeles", detalla.
Las revisiones de condena en el Supremo
Sin embargo, esta lucha ha dado finalmente frutos. En 2023, la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo anuló la condena dictada por la Audiencia Provincial de Barcelona el 23 de septiembre de 1992, cuya ponente fue la actual ministra de Defensa, Margarita Robles, tras estimar el recurso de revisión presentado.
Los magistrados tuvieron en cuenta unos informes periciales sobre el semen hallado en una prenda íntima de la mujer que no se correspondía con las de Tommohui. Además, una de las víctimas, que por aquel entonces tenía 14 años y que señaló al inocente en la rueda de reconocimiento, mostró su apoyo al recurso en una entrevista publicada en El País, donde reconoció que fue muy doloroso haber señalado a una persona que no había sido el culpable.
La absolución del año 2023 ha sido clave para que ahora, el pasado 5 de mayo, la Sala de lo Penal también anulase la sentencia dictada por la Audiencia de Tarragona al tener en cuenta esa prueba de semen que era compatible con el perfil genético de Antonio García Carbonell.
Cabe destacar que los recursos de revisión, presentados una vez que la sentencia adquiere firmeza, suelen ser de difícil prosperidad. Es más, García Jaén explica que, antes de la reforma legal de 2015 se exigía acreditar la inocencia para que la revisión prosperara, algo que "en una violación, si no hay muestras analizables o que den resultados, es prácticamente imposible”.
Sin embargo, tras esa reforma y la jurisprudencia del Supremo "bastan pruebas que presumible o probablemente hubiesen determinado un pronunciamiento absolutorio, no solo por acreditar la inocencia sino también por generar dudas sobre la culpabilidad", detalla una de las sentencias de la Sala de lo Penal.
Por lo que, para el periodista, este tribunal "está haciendo una labor ejemplar porque está permitiendo que las personas que están en la cárcel sin suficientes pruebas puedan pedir la revisión". En este punto, explica que tiene mucho que agradecer al expresidente de la Sala de lo Penal, Manuel Marchena y a Nicolás González-Cuéllar, catedrático de la Universidad de Castilla La Mancha. Ambos impulsaron la nueva redacción del recurso de revisión en la Ley de Enjuiciamiento Criminal.
La Audiencia Nacional le denegó la indemnización
Tommouhi intentó solicitar una indemnización por el tiempo que pasó en prisión cuando el Tribunal Supremo anuló su segunda condena en 2023. Acudió al Ministerio de Justicia para solicitar 3,6 millones de euros, pero como se los denegaron, se vio en la obligación de acudir a la Sala de lo Contencioso-Administrativo de la Audiencia Nacional.
Pero los magistrados consideraron que no debía ser indemnizado porque no había sido un "error judicial evidente". Según relatan en la sentencia, para que sea compensado debe haberse producido una prisión provisional indebida, que la Sala considera que ya se le pagó cuando se hizo el cálculo de los años de condena y que haya habido un error judicial que, en este caso, consideran que no ha sido así.
Su actual abogada, Celia Carbonell, va a llegar hasta el final, relata García Jaén. La primera vía a la que tiene que acudir es a la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo. En caso de que le cierren la puerta, tiene la opción de presentar un recurso de amparo ante el Constitucional. Ahora bien, están dispuestos a ir hasta el Tribunal Europeo de Derechos Humanos si fuese necesario. Tal y como recuerda este periodista, en todos los convenios que ha firmado España y que son ley, se explica que alguien que ha sido condenado a prisión de forma firme y luego se demuestra que ha sido un error, tiene derecho a ser indemnizado sin entrar en las razones de la absolución.
Tommouhi confía en la justicia de forma precaria, pero sobre todo, tiene mucha esperanza. Lo que él siempre dice es que la verdad acaba llegando. En 30 años no se ha rendido, y esa esperanza tiene que ver con su fe religiosa, pero lo que no sabe es si estará vivo para ver si realmente se ha hecho justicia.