Ya no hay dudas: el giro que lo cambia todo en la investigación del accidente de helicóptero de Nueva York
Tragedia en el Hudson. A las 15:17 hora local, un helicóptero sobrevolando la ciudad de Nueva York se precipitó en picado hacia el río Hudson, un accidente tan impactante que fue capturado en vivo por testigos presenciales. Las imágenes de la caída fueron vistas por miles de personas, inmortalizando el momento de terror mientras el ... Leer más

Tragedia en el Hudson.
A las 15:17 hora local, un helicóptero sobrevolando la ciudad de Nueva York se precipitó en picado hacia el río Hudson, un accidente tan impactante que fue capturado en vivo por testigos presenciales. Las imágenes de la caída fueron vistas por miles de personas, inmortalizando el momento de terror mientras el helicóptero se desplomaba hacia el agua.
En cuestión de minutos, las autoridades locales comenzaron a divulgar la información más crucial: a bordo de la aeronave viajaba una familia española compuesta por dos adultos y tres niños, además del piloto. La noticia se esparció rápidamente, y junto con ella, surgieron miles de preguntas sobre el origen de esta tragedia.
La empresa detrás de este vuelo, New York Helicopter, se especializa en ofrecer vistas panorámicas de la ciudad como parte de su atractivo turístico. Estos vuelos cortos, diseñados para brindar una experiencia única, generalmente no superan los 30 minutos. El vuelo había comenzado a las 15:00 horas y estaba previsto que durara media hora, pero lo que debía ser una experiencia visual se tornó en una pesadilla. Unos minutos antes del impacto, el piloto reportó por radio que tenía problemas de combustible y que regresaba a la base, pero ya era demasiado tarde para una maniobra de emergencia. El helicóptero, mientras sobrevolaba Manhattan, comenzó a descender de manera incontrolable y se estrelló contra el agua, volcando sobre ella, con la cabina sumergida y los pasajeros atrapados en su interior.
¿Qué falló en el helicóptero?
En ese momento, el helicóptero llevaba 15 minutos de vuelo y había recorrido unos 6 kilómetros, según los datos rastreados por Flight Radar, una plataforma que documentó el trágico suceso en tiempo real. No es la primera vez que esta compañía se ve envuelta en un incidente de estas características. En 2013, un vuelo similar tuvo que realizar un aterrizaje de emergencia debido a fallos en la aeronave, aunque afortunadamente no hubo víctimas. Sin embargo, la pregunta que muchos se hacen ahora es si hubo algún problema técnico o mecánico en esta ocasión. Las autoridades están intentando esclarecer si hubo una falla en los sistemas del helicóptero que desencadenó el accidente fatal.
Los buzos que participaron en la recuperación de los restos del helicóptero han encontrado una pieza clave: el rotor, cuya condición podría ofrecer respuestas sobre las causas del accidente. Este rotor había sido revisado recientemente debido a fallos detectados en la transmisión, lo que dejó entrever un posible desgaste en sus componentes. La pieza, recuperada cinco días después del accidente, podría ser clave para entender si un fallo técnico fue el responsable de la tragedia. Este hallazgo ha abierto nuevas líneas de investigación que podrían arrojar luz sobre las posibles fallas técnicas que llevaron al helicóptero a caer.
La empresa en la cuerda floja.
Cinco días después del accidente, el rotor fue finalmente recuperado, y con él, la confirmación de que la aeronave, con más de 20 años de antigüedad, no estaba equipada con los sistemas de grabación modernos ni con cámaras de vuelo, lo que complica aún más las investigaciones. Además, este helicóptero era el más antiguo de toda la flota de New York Helicopter, lo que ha generado dudas sobre la seguridad operativa de la empresa. La falta de estos sistemas, esenciales para comprender los últimos momentos del vuelo, es un factor que pone en duda la capacidad de la empresa para operar de manera segura.
Las autoridades están trabajando con cautela para evitar especulaciones prematuras, pero las primeras informaciones sobre la empresa están comenzando a surgir y a generar preocupación. New York Helicopter no solo ha tenido problemas en cuanto a la seguridad de sus vuelos, sino que su situación financiera es aún más alarmante. El propietario, Michael Roth, ha estado vinculado a retrasos de pagos y conflictos legales, lo que ha manchado aún más la reputación de la compañía. La situación financiera de la empresa también se ha visto agravada por la escasez de recursos, lo que ha dificultado mantener una flota moderna y bien mantenida.
Un historial peligroso.
New York Helicopter no solo enfrentaba problemas económicos, sino que también lidiaba con un historial de accidentes y fallos mecánicos en sus aeronaves. En 2019, uno de los pocos helicópteros restantes en la flota, un Bell 206 L-4, fue embargado, lo que dejó a la compañía operando con una flota aún más reducida. El mismo helicóptero que protagonizó este fatídico vuelo el jueves pasado, donde perdió la vida una familia de cinco personas y el piloto, Sean Johnson. El helicóptero en cuestión ya era un modelo obsoleto, y el mantenimiento de este aparato se había visto afectado por las dificultades financieras de la empresa.
Lo más desgarrador de esta tragedia es que la familia española que perdió la vida estaba compuesta por personas con una vida activa y exitosa. Agustín Escobar, un alto ejecutivo de Siemens, y su esposa Mercè Camprubí, viajaban con sus tres hijos, de 10, 8 y 4 años. En el helicóptero también iba el piloto, Sean Johnson, un veterano militar de 36 años, quien perdió la vida mientras intentaba salvar a sus pasajeros. La tragedia no solo afecta a las familias de las víctimas, sino que también pone en evidencia las fallas sistemáticas en la seguridad y la operación de la empresa.
La tragedia sacude la ciudad.
A pesar del doloroso resultado del accidente, la ciudad de Nueva York se ha volcado en el apoyo a los familiares de las víctimas. En los días posteriores al accidente, amigos y seres queridos de la familia fallecida realizaron un emotivo homenaje frente al río Hudson, depositando una corona de flores en memoria de los que ya no están. La presencia del alcalde de la ciudad y la cónsul española en Nueva York reflejó el dolor compartido por una ciudad que se une para rendir tributo a la familia y al piloto fallecidos.
La tragedia deja más preguntas que respuestas. Las investigaciones siguen su curso, y se espera que los hallazgos sobre las condiciones del helicóptero y la situación de la empresa arrojen información crucial para determinar las causas exactas del accidente. Mientras tanto, los familiares de las víctimas claman justicia, esperando que esta tragedia sirva de lección para prevenir futuros desastres en el negocio de los vuelos turísticos.