Wall Street, en rojo: crece el pesimismo sobre el futuro de la bolsa neoyorquina
Los principales índices accionarios en EEUU inician la semana en negativo. Las acciones se encaminan a cerrar su peor trimestre desde 2022, a medida que crecen los riesgos de una guerra comercial y de una estanflación.

Arrancó un lunes negro para Wall Street, ya que las acciones y los principales índices en EEUU iniciaron la semana en negativo y se encaminan a cerrar su peor trimestre desde 2022 en un contexto en el que crecen los riesgos de una guerra comercial y de una estanflación.
Los analistas en la bolsa neoyorquina recortan sus proyecciones para el S&P500 y son cada vez más negativos.
Caen fuerte los bonos, entre la incertidumbre por el FMI y la guerra comercial de Trump
Inicio bajista
Este lunes, el Dow Jones retrocede 0,8%, mientras que el S&P500 baja 1,35%. Por su parte, el índice tecnológico Nasdaq evidencia una caída de 2,1%.
De esta manera, y en lo que va del año, el índice S&P 500 baja 6,1%, mientras que el Nasdaq pierde 10% en 2025 y el Dow Jones muestra una merma de 2,7% este año.
En medio de la baja actual, el índice de volatilidad CBOE superó los 24 puntos, y los inversores buscaron refugios como los bonos del gobierno estadounidense y el oro, que alcanzó un nuevo récord por encima de los 3100 dólares la onza.
La guerra comercial eleva la volatilidad
Las bolsas caen debido a los temores a la próxima implementación de aranceles del presidente Trump y a la creciente preocupación por una posible recesión.
Los operadores están nerviosos ante el anuncio de Trump el miércoles de aranceles radicales a todos los socios comerciales de Estados Unidos. El mercado teme que la guerra comercial termine provocando un aumento de la inflación en EEUU y una eventual desaceleración de la economía, es decir, crecen los riesgos de una estanflación.
Goldman Sachs Group Inc. ahora ve un 35% de probabilidad de recesión en EE. UU. y se hace eco de advertencias similares de JPMorgan Chase & Co. y Moody's.
La semana pasada, Trump anunció que aplicará un arancel del 25% a la importación de automóviles a partir del 2 de abril, como parte de una ofensiva más amplia en su política comercial.
Esta medida afectará a las principales automotrices extranjeras y podría llegar a interrumpir las cadenas de producción integradas con México y Canadá.
Desde Portfolio Personal Inversiones (PPI) señalaron que se están encendiendo las alertas en Wall Street y que el mercado tiene la lupa puesta sobre los indicadores de actividad y sobre lo que pueda anunciar Trump.
"El foco de la semana estará puesto en el anuncio de Trump sobre los aranceles recíprocos previsto para este miércoles. La incertidumbre gira en torno a si, finalmente, el presidente estadounidense avanzará con su estrategia comercial o, si esta se postergará o suavizará", dijeron.
Además, agregaron que "los datos clave de empleo y actividad en EE.UU. podrían ofrecer una visión más clara sobre la fortaleza del mercado laboral".
Se espera que los empleos disponibles JOLTS de febrero (martes) se ubiquen en 7.690, lo que representaría una leve baja respecto a los 7.740 previos y podría reflejar una moderación en la demanda de trabajadores. Donald Trump anticipó que este miércoles 2 de abril anunciará nuevos aranceles.
Los analistas de Cohen resaltaron que la atención de los inversores estará en la entrada en vigor de los aranceles recíprocos a las importaciones de EE. UU. desde el 2 de abril, incluyendo el impuesto del 25% a los autos.
Además, advierten los riesgos sobre una posible recesión en EEUU.
"Trump no cede, redobla la apuesta por los aranceles y desoye las señales de una economía que aumenta los riesgos de estanflación. Los indicadores de la última semana fueron en esta dirección. Se va confirmando que en el primer trimestre del año la actividad habría mostrado la primera caída desde la pandemia, quebrando el círculo virtuoso de crecimiento y desinflación de los últimos tres años", dijeron desde Cohen.
El mercado también estará atento a los próximos datos macro a publicarse esta semana.
El ISM manufacturero de marzo (también el martes) se proyecta en 49,8, lo que implicaría una posible contracción en el sector.
En cuanto a la evolución del empleo, el informe ADP de marzo (miércoles) estima un aumento de 119.000 puestos, muy por encima de los 77.000 registrados en febrero.
En tanto, las nóminas no agrícolas de marzo (viernes) se proyectan en 135.00, una desaceleración frente a los 151.000 del mes previo. La tasa de desempleo, por su parte, se mantendría estable en 4,1%, lo que refleja cierta estabilidad en el mercado laboral.
"Estos datos podrían influir tanto en la postura de la Reserva Federal respecto a las tasas como en la percepción general sobre la resiliencia de la economía estadounidense", dijeron desde PPI.
El S&P 500 cayó más del 5% este año, por detrás del MSCI All Country World Index, excluyendo la ganancia de más del 6% del índice estadounidense. Esa es la brecha más amplia en cualquier trimestre desde 1988, según datos compilados por Bloomberg.
Se trata de un cambio de tendencia sin precedentes tras dos años consecutivos de ganancias del 20%, la primera vez que esto ocurre en este siglo.
Cada vez más cautela entre los analistas
Los analistas de Wall Street están cada vez más cautelosos sobre las acciones estadounidenses. Goldman Sachs Group, por ejemplo, recortó su objetivo para el S&P 500 por segunda vez este mes.
Ahora ven que el índice bursátil de EEUU terminará el año en torno a 5700 puntos, frente a su estimación anterior de 6200 puntos, lo que implica una ganancia de solo el 2% para fin de año desde el cierre del viernes, debido a un mayor riesgo de recesión y la incertidumbre relacionada con los aranceles.
La semana pasada, Venu Krishna, de Barclays Plc, advirtió que el debilitamiento del crecimiento seguirá frenando las ganancias de las acciones en 2025, lo que lo obligó a reducir su objetivo del S&P 500 para fin de año de 6600 puntos a 5900 puntos.
Otros estrategas, como Michael Wilson de Morgan Stanley y Mislav Matejka de JPMorgan Chase, también están adoptando un tono más cauteloso con respecto al S&P 500, citando los persistentes riesgos de crecimiento, el aumento de la inflación y la incertidumbre arancelaria.