Utilizar el dolor de los muertos contra el PSOE

El presidente de Asturias y líder del PSOE en el Principado, Adrián Barbón, dice que «la derecha y la extrema derecha han intentado utilizar el dolor de los muertos mineros y politizar lo sucedido»; y denunció «la utilización partidista del dolor y de la muerte» contra él y su Gobierno de coalición socialista y comunista; en relación con el accidente en la mina de Cerredo ocurrido el pasado 31 de marzo, cuando una explosión de grisú mató a cinco mineros e hirió de gravedad a otros cuatro. Exige respeto a una oposición que denuncia que la tragedia se produjo cuando se realizaban unos trabajos de extracción de carbón para los que no había autorización administrativa y las inspecciones, que dependen de la administración que preside Barbón, no los habían detectado ni impedido.

El 12 de marzo, hace apenas un mes, Adrián Barbón tuiteó la portada de ABC que ese día destacaba su tremendamente equivocado editorial titulado Mazón debe irse ya, ante lo que los de Vocento decían que eran «evidencias de la pésima gestión de la Generalitat en la catástrofe de la dana» puestas de manifiesto, según ellos, por la investigación judicial. Ante esta evidente «utilización partidista del dolor y de la muerte» en Valencia, el líder del PSOE asturiano añadía: «Y en Asturias el PP ovacionando a Mazón. Surrealista».

El 30 de abril de 2021, cuatro días antes de las elecciones a la Comunidad de Madrid, la portavoz del Gobierno de Adrián Barbón decía en rueda de prensa que, en la gestión de la pandemia de Covid «en Asturias se ha luchado por cada vida y no se ha dejado a nadie abandonado en las residencias, lamentamos que Ayuso no haya tomado nota». «Con los datos de Madrid, yo ya habría solicitado el estado de alarma», dijo Barbón en septiembre de 2020, en lo que de nuevo vuelve a parecer otra evidente «utilización partidista del dolor y de la muerte».

El PSOE de Adrián Barbón es el partido que aprovechó el mayor atentado terrorista ocurrido en España, el 11 de marzo de 2004, en uno de los episodios más vergonzosos de la democracia española cuando, durante la noche del 13 de marzo, en plena jornada de reflexión de las elecciones generales que se celebraron al día siguiente, el socialista Alfredo Pérez Rubalcaba compareció ante los medios de comunicación y pronunció la frase por la que le juzgará la historia: «Los ciudadanos españoles se merecen un gobierno que no les mienta». Apenas habían pasado 48 horas del terrible atentado en el que perdieron la vida 193 personas en varios trenes de Cercanías de Madrid y con sus cuerpos aún calientes, el PSOE de Barbón utilizó su sangre delante de las cámaras de televisión para llenar las urnas de miedo, odio y venganza. El PSOE de Barbón hizo una «utilización partidista del dolor y de la muerte» para entregar el Gobierno a Rodríguez Zapatero.

Podríamos acordarnos de lo que hizo el PSOE de Barbón en 2002, cuando el petrolero Prestige se hundió frente a las costas de Galicia, provocando un desastroso vertido de crudo. Del accidente del Yak-42 en 2003 en Turquía, cuando el PSOE de Barbón usó el dolor y la muerte de 62 militares españoles para reprobar en el Congreso al entonces ministro de Defensa, Federico Trillo, del PP. O del accidente del Metro de Valencia en 2006, cuando el PSOE de Barbón hizo una clara «utilización partidista del dolor y de la muerte» de 43 personas para exigir la dimisión del consejero de Infraestructuras nombrado por el PP, pese a que la justicia determinó que un fallo humano del conductor del tren fue la única causa del accidente. Y así podríamos seguir hasta el infinito, porque si hay un partido político en España que puede dar lecciones por ser maestros en la «utilización partidista del dolor y de la muerte», es el PSOE de Barbón.