Un pediatra desvela cómo inculcar el hábito de la lectura a nuestros hijos: «Déjales en paz...»

Leer es, sin duda, una de las competencias más determinantes para la vida. Sin embargo, los últimos informes PISA han alertado de un deterioro progresivo en los niveles de comprensión lectora entre los más jóvenes, un dato que los expertos atribuyen principalmente a la pérdida del hábito lector frente al auge de formas de entretenimiento más inmediatas y pasivas, como las pantallas. Pero, ¿cómo se puede conseguir que los niños lean? Sobre este tema ha hablado recientemente el pediatra y autor Carlos González, conocido por divulgar en redes sobre el desarrollo infantil. En uno de los episodios más recientes de su pódcast 'Criando sin miedo', el experto advierte del peligro de tratar de imponer el hábito lector, y da una serie de consejos sobre cómo contagiárselo a los más pequeños. González parte de su propia experiencia para explicar su postura. Creció en una casa donde los libros ocupaban un lugar central debido, sobre todo, a la pasión lectora de su padre. Sin embargo, explica que este nunca le presionó para que leyera. De hecho, le parecía que leer mucho podía ser una pérdida de tiempo. Ese placer 'casi prohibido' llevó al joven Carlos a leer en secreto, desarrollando así un vínculo muy personal con la lectura. De este modo, González advierte que muchos niños estarían más dispuestos a explorar el mundo si simplemente los dejáramos en paz. En lugar de convertir cada nuevo conocimiento en una meta obligatoria, sería más útil crear las condiciones para que puedan descubrirlo a su ritmo, con libertad. Y ahí entra el papel de las familias. Aunque rechaza la imposición, González sí destaca la importancia de crecer en un ambiente donde la lectura sea visible, cotidiana y placentera. Ver a los adultos leer, convivir con estanterías llenas, tener libros al alcance: todos estos elementos son mucho más efectivos que cualquier sermón o castigo. El entorno lector, además, tiene consecuencias medibles. El filósofo Gregorio Luri, citado por González, subraya que un niño que vive en una casa con al menos cien libros puede tener hasta un año y medio de ventaja cognitiva respecto a otro que crece en un hogar sin ellos.

Abr 6, 2025 - 20:57
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Un pediatra desvela cómo inculcar el hábito de la lectura a nuestros hijos: «Déjales en paz...»
Leer es, sin duda, una de las competencias más determinantes para la vida. Sin embargo, los últimos informes PISA han alertado de un deterioro progresivo en los niveles de comprensión lectora entre los más jóvenes, un dato que los expertos atribuyen principalmente a la pérdida del hábito lector frente al auge de formas de entretenimiento más inmediatas y pasivas, como las pantallas. Pero, ¿cómo se puede conseguir que los niños lean? Sobre este tema ha hablado recientemente el pediatra y autor Carlos González, conocido por divulgar en redes sobre el desarrollo infantil. En uno de los episodios más recientes de su pódcast 'Criando sin miedo', el experto advierte del peligro de tratar de imponer el hábito lector, y da una serie de consejos sobre cómo contagiárselo a los más pequeños. González parte de su propia experiencia para explicar su postura. Creció en una casa donde los libros ocupaban un lugar central debido, sobre todo, a la pasión lectora de su padre. Sin embargo, explica que este nunca le presionó para que leyera. De hecho, le parecía que leer mucho podía ser una pérdida de tiempo. Ese placer 'casi prohibido' llevó al joven Carlos a leer en secreto, desarrollando así un vínculo muy personal con la lectura. De este modo, González advierte que muchos niños estarían más dispuestos a explorar el mundo si simplemente los dejáramos en paz. En lugar de convertir cada nuevo conocimiento en una meta obligatoria, sería más útil crear las condiciones para que puedan descubrirlo a su ritmo, con libertad. Y ahí entra el papel de las familias. Aunque rechaza la imposición, González sí destaca la importancia de crecer en un ambiente donde la lectura sea visible, cotidiana y placentera. Ver a los adultos leer, convivir con estanterías llenas, tener libros al alcance: todos estos elementos son mucho más efectivos que cualquier sermón o castigo. El entorno lector, además, tiene consecuencias medibles. El filósofo Gregorio Luri, citado por González, subraya que un niño que vive en una casa con al menos cien libros puede tener hasta un año y medio de ventaja cognitiva respecto a otro que crece en un hogar sin ellos.