La elección del primer Papa estadounidense marca un hito histórico para el catolicismo, un credo que en su expansión en Estados Unidos fue vilipendiado, perseguido y reprimido . Durante las oleadas migratorias de italianos e irlandeses, el Ku Klux Klan y otros movimientos nativistas los acusaban de ser infiltrados del Papa, un peligro para la identidad protestante del país. Aquella marginación inicial contrasta ahora con un liderazgo ejercido hoy desde el Vaticano, y con un gran poder ascendente en la Casa Blanca. De hecho, Donald Trump alteró su agenda este jueves y se asomó a las puertas del Ala Oeste para proclamar que la noticia es «un gran honor». Preguntado por ABC, el presidente confirmó una relación existente con el...
Ver Más