The Bondsman: Kevin Bacon es un cazador de demonios fanático de la música country

Esta nueva serie de horror es amena, aunque no demasiado original; su mayor atractivo podría recaer en algunas de las canciones, interpretadas por el protagonista

Abr 10, 2025 - 00:26
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The Bondsman: Kevin Bacon es un cazador de demonios fanático de la música country

The Bondsman (EEUU / 2025). Creada por: Grainger David. Música: Tyler Bates. Fotografía: David Daniel. Montaje: Nathan Gunn y Geoffrey Hildrew. Elenco: Kevin Bacon, Jennifer Nettles, Beth Grant, Damon Harriman, Maxwell Jenkins y Jolene Purdy. Disponible en Amazon Prime Video. Nuestra opinión: regular.

Un detective muerto regresa del infierno para ejecutar en la tierra una misión encargada por el mismo Lucifer: reenviar al averno a los condenados que se fugan. No se debe confundir este concepto, que es el de Brimstone, una vieja serie que existió brevemente a fines de los años 90, con el de The Bondsman, donde quien regresa del infierno a la tierra para ejecutar la misión encargada por Lucifer de devolver al averno a los condenados que se fugan no es un detective, sino, como indica el título, un “bondsman”, es decir, un cazador de presos que violaron su fianza. No es lo mismo.

En nuestra era del eterno retorno de lo parecido, en la que las ideas se reciclan con mucho más ímpetu que el cartón o el plástico, ningún espectador se extrañará al encontrarse con un estreno que regresa a un concepto conocido. Si esta serie resulta reiterativa y mecánica no es por eso sino porque en cada episodio pasa más o menos lo mismo: un demonio toma posesión de un humano hasta que Hub Halloran -el cazador de fugitivos revivido encarnado por Kevin Bacon- se encarga de devolverlo al infierno a balazos. No ayuda mucho que todos esos demonios, aunque tienen obsesiones distintas -a uno le gusta el agua, o otro la tierra- luzcan exactamente iguales. Tampoco que la única tarea necesaria para hallarlos sea leer un fax que se envía desde el inframundo con su locación precisa, ni que a pesar de que las criaturas tienen habilidades místicas que les permiten matar con un pensamiento, jamás recuerden utilizarlas cuando están frente a Halloran y prefieran confrontar con su impaciente escopeta a golpes de puño.

Ligereza

La profusión de gore, que corre un poco el horror hacia la comedia, y los 30 minutos de duración hacen que cada episodio se acerque al final antes de que uno termine de tomar la decisión de cambiar de programa o apagar la tele. El showrunner Grainger David y la producción de los estudios especializados en horror Blumhouse mantienen una ligereza, tanto en el sentido de levedad como de velocidad, que permite ver la serie con el 75% del cerebro en stand by.Kevin Bacon en The Bondsman

A medida que avanzan los capítulos se configura un enigma, que tiene que ver con un aparente asesinato y la razón por la que el bondsman fue enviado al infierno en primer lugar. Otra línea narrativa presenta la relación con su exmujer, cantante de música country, que formó una nueva pareja con el dueño del bar donde canta e ignora que este hombre es en verdad el gángster que ordenó el asesinato de Halloran (no es un spoiler, se sabe desde el comienzo).

Nada de esto es tan cautivante como el otro enigma de la serie, que es por qué Kevin Bacon aceptó protagonizarla, algo que se revela rápido, cuando en el capítulo 2, la estrella sube al escenario a cantar. En la vida real, Bacon tiene un dúo country con su hermano Michael, llamado sorpresivamente The Bacon Brothers, con el que grabó una decena de discos. La oportunidad de cantar para los potenciales millones de espectadores de la pantalla de Amazon debe haber sido el pacto fáustico que lo convenció. La tolerancia que cada uno tenga para la música country también será un factor decisivo en la apreciación de esta serie.