A Tadej Pogacar se le queda el cuerpo de piedra cuando a ocho kilómetros de la meta de la Amstel Gold Race, por primera vez en muchos años, tiene que volver la vista atrás y mirar a su espalda. Va a ser capturado. Lo atrapa otro fenómeno, Remco Evenepoel, quien lleva a sus hombros al danés Skjelmose como adherido con pegamento. Cuesta recordar un ataque de Pogacar que es neutralizado. Lo consigue el coraje de Evenepoel, pura ambición y talento, que dirige al trío hacia la meta con el ánimo crecido. Pero también se lleva chasco. Skjelmose, buen ciclista que venía casi de invitado, se impone a los dos colosos en un sprint de 'foto-finish'. Pogacar ha sellado cuarenta victorias...
Ver Más