Las claves de Paula Duarte para un dormitorio estiloso
El papel pintado es el mejor ejemplo de cómo las tendencias decorativas están en constante cambio y evolución. Hace años, creíamos que un papel pintado llamativo, con grandes estampados o muy extravagante, era el culmen del diseño. Ahora, sin embargo, nos decantamos por superficies más ligeras y despejadas, en tonos más suaves y delicados. Los interioristas y expertos en este ámbito, así lo respaldan, sobre todo cuando se trata de un espacio tan íntimo y relajado como es el dormitorio.En este sentido, Paula Duarte, decoradora y colaboradora frecuente en El Mueble, comparte con nosotros una reflexión sobre el uso de papeles pintados en espacios tan personales como el dormitorio. Según la especialista, "un papel pintado llamativo puede cansarnos y saturarnos". Pero, ¿a qué se refiere exactamente? En este artículo, exploramos por qué un diseño de papel pintado impactante podría no ser la mejor opción para una habitación pensada para el descanso y nuestro relax.Únete a nuestro canal de Whatsapp y descubre nuevas ideas muy El Mueble para tu casa. La importancia de escoger un buen papel pintado"La clave final de la decoración es, sin duda, la elección del papel pintado", comienza diciendo Paula. "Dependiendo de qué tipo de papel escojamos, haremos que, o bien este sea el protagonista, o bien sirva de base para resaltar el mobiliario y textiles". Y es que, tal y como nos ejemplifica la interiorista, un papel llamativo de motivos florales - si se acompaña de textiles neutros y claros - podrá decorar por sí solo sin tener que hacer mayor inversión. Sin embargo, nos advierte: "hay que tener en cuenta que puede cansarnos y saturarnos antes que un motivo sencillo como unas rayas o un efecto lino textil".En ese sentido, nos sugiere "evitar este efecto delimitando el papel pintado únicamente a la pared del cabecero. De esta manera no lo veremos cuando estemos tumbados y nos cansará menos". Pero, entre todos los modelos existentes de papel pintado, ¿cuál escoger? En primer lugar, el que mejor se adapte a nuestro gusto y estilo del dormitorio, y en segundo lugar, "optar además por un papel tipo vinílico que nos permitirá limpiar el papel con un paño ligeramente humedecido", afirma Paula.Otras claves a tener en cuenta en el dormitorioAdemás de escoger un papel pintado lo más sutil posible o reservarlo únicamente para la pared del cabecero, Paula Duarte nos da otras claves a tener en cuenta para un dormitorio acogedor, nada saturado y muy liviano:Pies de cama"Si disponemos de espacio en la habitación, colocar un puf o banqueta al pie de la cama resulta enormemente práctico. La elección de su estilo complementará la decoración, por lo que hemos de prestarle especial atención" nos recomienda Paula. En esa misma línea, si tenemos más mobiliario tapizado, como el cabecero, una butaca o una silla, lo ideal será escoger un banco de madera, o que combine madera y fibras naturales. Sobre él podemos disponer los cojines de la cama durante la noche o la bata que vamos a necesitar al día siguiente.En contraposición, "si tenemos un cabecero de madera, así como otros muebles lacados o en cristal, incluir una banqueta tapizada nos aportará la nota mullida y confortable que equilibrará la decoración", comenta. ¡Un consejo! La medida del banco pie de cama nunca debe superar en ancho a la del colchón, y es incluso recomendable que mida unos 20 o 30 centímetros menos. Cortinas y estoresPara la interiorista, "poner un estor y caídas o cortinas a ambos lados de la ventana, es lo que queda más acogedor. Si es posible, además, sobredimensionar un poquito a los lados, de forma que no frenen el paso de la luz y, a la vez, harán que la ventana parezca más grande". Muy importante, si es posible, llevar el estor y las cortinas de suelo a techo, de esa forma tendremos más superficie textil y esa pared estará más arropada: "resultará más acogedora y tendremos un frente de ventanal que parecerá mucho más grande de lo que en realidad es".En esas ocasiones en las que no podemos poner cortinas a los lados, la recomendación de Duarte es añadir un doble estor: "tendríamos un estor de lino finito que dejaría pasar la luz a poder ser blanco o crudo, que tamice la luz sin aportar color a esa luz. Y un doble estor que estaría más hacia nosotros en la que podríamos hacer fantasías, por ejemplo, a juego con el color de la pared, así por la noche, cuando bajamos el estor, nos envuelve en toda la habitación", concluye diciendo.¡Contenido exclusivo! Hazte con la guía gratuita para elegir las cortinas y estores que mejor combinen con la decoración de tu casa. ¡Descárgala ahora gratis! Si quieres estar al día de todo lo que publicamos en www.elmueble.com, suscríbete a nuestra newsletter.

El papel pintado es el mejor ejemplo de cómo las tendencias decorativas están en constante cambio y evolución. Hace años, creíamos que un papel pintado llamativo, con grandes estampados o muy extravagante, era el culmen del diseño. Ahora, sin embargo, nos decantamos por superficies más ligeras y despejadas, en tonos más suaves y delicados. Los interioristas y expertos en este ámbito, así lo respaldan, sobre todo cuando se trata de un espacio tan íntimo y relajado como es el dormitorio.
En este sentido, Paula Duarte, decoradora y colaboradora frecuente en El Mueble, comparte con nosotros una reflexión sobre el uso de papeles pintados en espacios tan personales como el dormitorio. Según la especialista, "un papel pintado llamativo puede cansarnos y saturarnos". Pero, ¿a qué se refiere exactamente? En este artículo, exploramos por qué un diseño de papel pintado impactante podría no ser la mejor opción para una habitación pensada para el descanso y nuestro relax.
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La importancia de escoger un buen papel pintado
"La clave final de la decoración es, sin duda, la elección del papel pintado", comienza diciendo Paula. "Dependiendo de qué tipo de papel escojamos, haremos que, o bien este sea el protagonista, o bien sirva de base para resaltar el mobiliario y textiles". Y es que, tal y como nos ejemplifica la interiorista, un papel llamativo de motivos florales - si se acompaña de textiles neutros y claros - podrá decorar por sí solo sin tener que hacer mayor inversión. Sin embargo, nos advierte: "hay que tener en cuenta que puede cansarnos y saturarnos antes que un motivo sencillo como unas rayas o un efecto lino textil".
En ese sentido, nos sugiere "evitar este efecto delimitando el papel pintado únicamente a la pared del cabecero. De esta manera no lo veremos cuando estemos tumbados y nos cansará menos". Pero, entre todos los modelos existentes de papel pintado, ¿cuál escoger? En primer lugar, el que mejor se adapte a nuestro gusto y estilo del dormitorio, y en segundo lugar, "optar además por un papel tipo vinílico que nos permitirá limpiar el papel con un paño ligeramente humedecido", afirma Paula.
Otras claves a tener en cuenta en el dormitorio
Además de escoger un papel pintado lo más sutil posible o reservarlo únicamente para la pared del cabecero, Paula Duarte nos da otras claves a tener en cuenta para un dormitorio acogedor, nada saturado y muy liviano:
Pies de cama
"Si disponemos de espacio en la habitación, colocar un puf o banqueta al pie de la cama resulta enormemente práctico. La elección de su estilo complementará la decoración, por lo que hemos de prestarle especial atención" nos recomienda Paula. En esa misma línea, si tenemos más mobiliario tapizado, como el cabecero, una butaca o una silla, lo ideal será escoger un banco de madera, o que combine madera y fibras naturales. Sobre él podemos disponer los cojines de la cama durante la noche o la bata que vamos a necesitar al día siguiente.
En contraposición, "si tenemos un cabecero de madera, así como otros muebles lacados o en cristal, incluir una banqueta tapizada nos aportará la nota mullida y confortable que equilibrará la decoración", comenta. ¡Un consejo! La medida del banco pie de cama nunca debe superar en ancho a la del colchón, y es incluso recomendable que mida unos 20 o 30 centímetros menos.
Cortinas y estores
Para la interiorista, "poner un estor y caídas o cortinas a ambos lados de la ventana, es lo que queda más acogedor. Si es posible, además, sobredimensionar un poquito a los lados, de forma que no frenen el paso de la luz y, a la vez, harán que la ventana parezca más grande". Muy importante, si es posible, llevar el estor y las cortinas de suelo a techo, de esa forma tendremos más superficie textil y esa pared estará más arropada: "resultará más acogedora y tendremos un frente de ventanal que parecerá mucho más grande de lo que en realidad es".
En esas ocasiones en las que no podemos poner cortinas a los lados, la recomendación de Duarte es añadir un doble estor: "tendríamos un estor de lino finito que dejaría pasar la luz a poder ser blanco o crudo, que tamice la luz sin aportar color a esa luz. Y un doble estor que estaría más hacia nosotros en la que podríamos hacer fantasías, por ejemplo, a juego con el color de la pared, así por la noche, cuando bajamos el estor, nos envuelve en toda la habitación", concluye diciendo.
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