'Sirat' es brutal. Óliver Laxe sobrecoge con una expedición imposible entre Werner Herzog y Mad Max
Recuerdo pocas películas que me hayan volado la cabeza como 'Sirat'. Podría acabar este texto aquí y con eso diría lo esencial. No sería justo porque la obra de Óliver Laxe deja muchas cosas de las que hablar con su odisea salvaje moderna, pero por encima de eso, 'Sirat' es una película de pulsión y de entrañas. Un puñetazo con gancho. Un film con mayúsculas de los que se cuentan con los dedos de la mano por su sobrecogedor poder de inmersión, que engancha con una especie de posesión espiritual y que casi se somatiza de forma física. 'Sirat', un 'Fitzcarraldo' tecno en el desierto Una catarsis tan intensa en la que salir de la sala casi significa pelear por romper un estado de shock extático que necesita descompresión. Con su peregrinaje errático en la hostilidad árida del desierto, 'Sirat' es la consumación fílmica de lo físico; los cuerpos contra las fuerzas de la naturaleza, el hombre contra la tierra. Una lucha cuerpo a cuerpo que obliga a arrastrarse al barro con los protagonistas y quita la respiración por momentos. Luis (Sergi López) y su hijo pequeño Esteban (Bruno Núñez Arjona) lo dejan todo para ir Marruecos en busca de su hija, desaparecida hace tiempo por voluntad propia. Sospechan que podrían encontrarla en medio de una rave en el desierto, donde se junta de forma recurrente un grupo variopinto de procedencias distintas, que han construido su propia familia en torno a los lugares comunes de sus diferencias. Después de una búsqueda infructuosa y ante la sugerencia de la existencia de otra rave más allá de las montañas, padre e hijo se unen a la caravana por un imposible. Una gran expedición en busca de una quimera, la tierra prometida al final del desierto. Una lucha contra los elementos que recuerda al cine más físico de Werner Herzog. Un 'Fitzcarraldo' tecno en el desierto marroquí. Con una tensión constante, que sólo da tregua para coger carrerilla, el film va creciendo aumentando el nivel de dificultad a medida que va mutando en otra nueva película, mientras nos entierra más y más profundamente en ella. La aridez de las montañas herzogianas se transforma por momentos en un 'Mad Max' indie de trepidantes carreras de monstertrucks por las ásperas planicies anaranjadas. En Espinof Las 15 películas imprescindibles del Festival de Cannes 2025 Un panorama postapocalíptico sin ciencia ficción, anclado en nuestro de contexto presente más realista. Un western de paisajes vacíos desafiantes y película de supervivencia, culminados por el éxtasis hipnótico de ciertos elementos místicos en su escapismo de una realidad tan cruda como el paisaje, en su forcejeo constante entre la vida y la muerte. Con su cuarta película (tras 'Todos vosotros sois capitanes', 'Mimosas' y 'Lo que arde'), Oliver Laxe deja imágenes memorables de momentos imborrables. El primero de los dos films españoles a competición es una brutal punzada en el estómago. El trance de expresión casi física de un inesperado viaje espiritual en huida hacia adelante. Hoy también en Cannes En Espinof | Se abre Cannes 2025 entre estrellas estadounidenses, un musical y la película póstuma de Laurent Cantet En Espinof | Tom Cruise no falla. 'Misión Imposible: Sentencia Final' no es la mejor película de la saga, pero logra momentos increíbles - La noticia 'Sirat' es brutal. Óliver Laxe sobrecoge con una expedición imposible entre Werner Herzog y Mad Max fue publicada originalmente en Espinof por Sara Martínez Ruiz .

Recuerdo pocas películas que me hayan volado la cabeza como 'Sirat'.
Podría acabar este texto aquí y con eso diría lo esencial. No sería justo porque la obra de Óliver Laxe deja muchas cosas de las que hablar con su odisea salvaje moderna, pero por encima de eso, 'Sirat' es una película de pulsión y de entrañas. Un puñetazo con gancho. Un film con mayúsculas de los que se cuentan con los dedos de la mano por su sobrecogedor poder de inmersión, que engancha con una especie de posesión espiritual y que casi se somatiza de forma física.
'Sirat', un 'Fitzcarraldo' tecno en el desierto
Una catarsis tan intensa en la que salir de la sala casi significa pelear por romper un estado de shock extático que necesita descompresión. Con su peregrinaje errático en la hostilidad árida del desierto, 'Sirat' es la consumación fílmica de lo físico; los cuerpos contra las fuerzas de la naturaleza, el hombre contra la tierra. Una lucha cuerpo a cuerpo que obliga a arrastrarse al barro con los protagonistas y quita la respiración por momentos.

Luis (Sergi López) y su hijo pequeño Esteban (Bruno Núñez Arjona) lo dejan todo para ir Marruecos en busca de su hija, desaparecida hace tiempo por voluntad propia. Sospechan que podrían encontrarla en medio de una rave en el desierto, donde se junta de forma recurrente un grupo variopinto de procedencias distintas, que han construido su propia familia en torno a los lugares comunes de sus diferencias. Después de una búsqueda infructuosa y ante la sugerencia de la existencia de otra rave más allá de las montañas, padre e hijo se unen a la caravana por un imposible.
Una gran expedición en busca de una quimera, la tierra prometida al final del desierto. Una lucha contra los elementos que recuerda al cine más físico de Werner Herzog. Un 'Fitzcarraldo' tecno en el desierto marroquí.
Con una tensión constante, que sólo da tregua para coger carrerilla, el film va creciendo aumentando el nivel de dificultad a medida que va mutando en otra nueva película, mientras nos entierra más y más profundamente en ella. La aridez de las montañas herzogianas se transforma por momentos en un 'Mad Max' indie de trepidantes carreras de monstertrucks por las ásperas planicies anaranjadas.
Un panorama postapocalíptico sin ciencia ficción, anclado en nuestro de contexto presente más realista. Un western de paisajes vacíos desafiantes y película de supervivencia, culminados por el éxtasis hipnótico de ciertos elementos místicos en su escapismo de una realidad tan cruda como el paisaje, en su forcejeo constante entre la vida y la muerte.
Con su cuarta película (tras 'Todos vosotros sois capitanes', 'Mimosas' y 'Lo que arde'), Oliver Laxe deja imágenes memorables de momentos imborrables. El primero de los dos films españoles a competición es una brutal punzada en el estómago. El trance de expresión casi física de un inesperado viaje espiritual en huida hacia adelante.
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En Espinof | Se abre Cannes 2025 entre estrellas estadounidenses, un musical y la película póstuma de Laurent Cantet
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'Sirat' es brutal. Óliver Laxe sobrecoge con una expedición imposible entre Werner Herzog y Mad Max
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Sara Martínez Ruiz
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