Sánchez busca una 'mano negra' para eludir su responsabilidad

Víctima un un nuevo episodio de ansiedad, el presidente del Gobierno ha recaído en la paranoia que causó sus cincos días de reflexión hace un año

May 2, 2025 - 05:38
 0
Sánchez busca una 'mano negra' para eludir su responsabilidad

Aunque todo apunta a que el apagón nacional del pasado lunes se debió a errores y a la incompetencia de Red Eléctrica, inducida por la precipitada ‘transición energética’ que busca la primacía verde de energías renovables y el final de la nuclear. el presidente Sánchez, para eludir su posible responsabilidad, insiste en la eventual intervención de una ‘mano negra’ o ataque cibernético a nivel nacional o sectorial contra alguna operadora energética.

E incluso Sánchez no descarta que dicho ‘ataque’ haya sido impulsado por algunos errores de otras empresas eléctricas y especialmente, y de manera intencionada -contra las fotovoltaicas-, por las eléctricas que hoy defienden la permanencia de la energía nuclear.

Por eso amenaza Sánchez a las compañías eléctricas con la exigencia de eventuales responsabilidades, al tiempo que les pide la entrega inmediata de sus datos durante los ‘cinco segundos’ decisivos que provocaron el apagón eléctrico y cuyas causas continúan siendo un misterio.

Un episodio inédito en la historia de España -ni durante la Guerra Civil- que daña la imagen del país y de Sánchez, aumentando su ansiedad y desconcierto por la acumulación, en últimos días, de serios problemas. Los que van de la inestabilidad de su Gobierno por el aumento del gasto en defensa y la compra de armamento de Israel a su ausencia en el funeral del Papa Francisco por temor a encontrarse con Donald Trump y para menospreciar al Rey Felipe VI. Y al que luego Sánchez ha recurrido en La Moncloa para presidir la Junta de Seguridad Nacional.

Pero, aunque su tiempo y su liderazgo se ‘apagan’ lentamente, el presidente insiste, por ahora, en agotar la legislatura convencido de que el episodio del apagón español se diluirá en el tiempo y será eclipsado por otras noticias, como el Cónclave de Roma que se inicia el próximo día 7 para elegir un nuevo Papa

Y a no perder de vista -además del culebrón de Ábalos- el procesamiento de su hermano David Sánchez por tráfico de influencias y prevaricación. Lo que ha llevado al presidente a una situación anímica parecida a la que, ahora hace un año, le impulsó a tomarse cinco días de reflexión para preguntarse ‘si le valía la pena’ seguir en la Presidencia, tras lo que llamó una campaña de acoso a su esposa Begoña Gómez -ahora imputada por sus negocios en la UCM- por parte de jueces y de medios críticos de comunicación.

La actual situación política y personal de Sánchez y la procesal de su familia es ahora mucho peor que la que sufrió hace un año. Aunque su tiempo y su liderazgo se ‘apagan’ lentamente, el presidente insiste, por ahora, en agotar la legislatura convencido de que el episodio del apagón español se diluirá en el tiempo y será eclipsado por otras noticias, como el Cónclave de Roma que se inicia el próximo día 7 para elegir un nuevo Papa.

Mientras tanto, Sánchez quiere encontrar culpables del apagón, dentro o fuera de España. E incluso no descarta la destitución de Beatriz Corredor, a la que él nombró presidenta de Red Eléctrica y que tuvo la desfachatez de no comparecer ante la opinión pública hasta pasadas 48 horas después del grave incidente. Y, para colmo, diciendo que España tiene el mejor ‘sistema de gestión eléctrica del mundo’ y que el día del apagón la recuperación de la electricidad se hizo en un tiempo récord (sic).

El grave apagón y los acontecimientos políticos de los últimos días nos conducen a dos conclusiones como son el que Sánchez, víctima un un nuevo episodio de ansiedad, ha vuelto a recaer en la paranoia que causó sus cincos días de reflexión hace un año, lo que merecería la atención de un médico psiquiatra para evaluar el actual estado anímico y capacidad política del Presidente del Gobierno.

Lo que le debería llevar a plantearse: por segunda vez si ‘le merece la pena continuar en la presidencia’; si necesita asistencia médico-psiquiatra; o si por fin ha llegado el momento de adelantar las elecciones generales. 

No obstante falta por saber hasta qué punto el apagón nacional ha constituido un impulso en el ámbito de la ciudadanía española -hasta ahora impasible ante el cúmulo de los disparates y abusos del régimen sanchista de poder- en pos de reconocer con claridad el desgobierno y la fractura institucional que ha generado Sánchez. Lo que de confirmarse incluiría un duro castigo para las expectativas electorales del PSOE. De ahí el empeño de Sánchez de encontrar culpables sobre el apagón en las empresas eléctricas -incluso en Red Eléctrica, cortando entonces la cabeza de Corredor- o entre misteriosos piratas cibernéticos que habrían actuado a nivel nacional o de manera sectorial.

Y todo ello mientras el presidente aún permanece, ebrio de poder, sin la cohesión en su Gobierno, sin Presupuestos ni estabilidad parlamentaria y sometido a una constante ansiedad política y emocional por la situación procesal de su familia. Lo que le debería llevar a plantearse: por segunda vez si ‘le merece la pena continuar en la presidencia’; si necesita asistencia médico-psiquiatra; o si por fin ha llegado el momento de adelantar las elecciones generales. 

Conociendo al  personaje, enemigo de la verdad y de la legalidad, es muy difícil de imaginar, máxime porque teme el riesgo de su propio horizonte penal.