Fallece un conductor de 32 años tras perder el control de su coche en un túnel de Madrid
Trágico suceso. Algunos sucesos rompen la rutina colectiva y nos recuerdan lo frágil que puede ser todo. La noche del jueves fue uno de esos momentos en Madrid, cuando un accidente en plena capital se cobró la vida de un hombre de 32 años. Un hecho que, por su crudeza y aislamiento, ha causado impacto ... Leer más
Trágico suceso.
Algunos sucesos rompen la rutina colectiva y nos recuerdan lo frágil que puede ser todo. La noche del jueves fue uno de esos momentos en Madrid, cuando un accidente en plena capital se cobró la vida de un hombre de 32 años. Un hecho que, por su crudeza y aislamiento, ha causado impacto más allá de las cifras de siniestralidad.
Mientras muchas personas dormían, un coche circulaba por el túnel de María de Molina, en el distrito de Salamanca. A los pocos minutos, ese trayecto habitual se convirtió en escenario de tragedia. El conductor perdió el control de su vehículo y se estrelló de lleno contra una de las paredes del paso subterráneo.
Un golpe sin respuesta.
La colisión fue tan violenta que el hombre falleció en el acto. Cuando los servicios de emergencia llegaron al lugar, ya no había posibilidad de reanimación. El cuerpo quedó atrapado entre los restos del coche, cuya parte delantera quedó completamente desfigurada.
#Accidente grave en túnel María de Molina hacia A2.@SAMUR_PC confirma el fallecimiento de un conductor de 32 años que tras perder el control fallece en el acto.@BomberosMad rescata el cuerpo y sanea los elementos del túnel dañados.@policiademadrid realiza el atestado. pic.twitter.com/pkTu7y9rK8
— Emergencias Madrid (@EmergenciasMad) May 3, 2025
El accidente ocurrió en una vía con un límite de velocidad de 30 kilómetros por hora, una de las más transitadas para enlazar con la A-2. Sin embargo, en esta ocasión, no hubo ningún otro coche implicado. Las causas de la pérdida de control aún están por esclarecerse.
El túnel, herido.
Bomberos municipales trabajaron durante horas para poder extraer al fallecido del interior del vehículo. Los daños en la estructura fueron tan severos que hubo que reforzar el entorno del túnel. Incluso, la pared de ladrillo afectada tuvo que ser derribada de forma preventiva ante el riesgo de que colapsara.
El coche, un turismo blanco, quedó totalmente aplastado en la parte delantera. Los dos asientos delanteros quedaron deformados por la fuerza del impacto. El operativo incluyó la retirada de fragmentos metálicos que habían salido despedidos hacia uno de los laterales del túnel.
Una noche trágica en Madrid.
Mientras esto sucedía en la capital, otro accidente mortal tenía lugar en la provincia, concretamente en Daganzo de Arriba. Allí, dos vehículos colisionaron, resultando también fallecido un hombre de 32 años. Dos tragedias independientes, pero con un paralelismo inquietante.
Ambos sucesos ocurrieron con pocas horas de diferencia y con víctimas de la misma edad. Una coincidencia que no deja indiferente a quienes la conocen. Y que reabre el debate sobre los riesgos latentes en nuestras carreteras, incluso en trayectos aparentemente rutinarios.
